Un segundo mas allá de las cosas, estaba sentado mirando a los demás en su ambiente, lo que todos decian, rodeaban el mundo, pero centrado, mirando la nada, empezaba a asimilar lo que podría pasar. Pero aún cuando crees saberlo todo, es que nada sabes. Te miraba de reojo, sabiendo una verdad innombrada tiempo atrás.
A veces es mejor vivir lo que tienes, hacer lo que haces y sentir como se despeja todo en el momento cuando la mente se está llendo y el suspiro de miradas, ya no dejaban ver nada.
Solo. Tenía el presentimiento de que algo escuché, que algo miré y algo me dijo la oscuridad, que algo había mas allá de la mirada sombría de nuestros ojos sin luz. Tenía un lugar para el cielo, y el cielo no tenía lugar para mi.
por que casi sin saber que pasaría, el destino de cada uno en esa mesa, se habría de bifurcar cuando la noche mas entrada, hacía de esperar la mañana nublada de los venideros días.
Y cuando ya no había nada mas, era que prefería la soledad. Tenía el hecho de ser solo cuando solo te tenía en mi corazón y en lo recuerdos sabios que añoraban volver a verte.
Nada quedaba en la mesa, tendida a lo que fuera, algo miraba desde la puerta al pasillo, yo era ambiguo y cada ser antes de mi, podría no estar allí, era mejor largar eltrecho y volver desde cero.
Nada quedaba impune, las palabras dichas, tenían un sin numero de significados, el anterior bebedor, había desaparecido, quería volver a las cervezas que estaban en la oscuridad de la noche, mirando el ventanal en el centro de la casa. ¿Cuando nos tranformamos en seres?, ese día no pareció estar presente, solo había un privilegio, el tener un tiempo mas de vida que los demás. Vida que no da mas vivir, solo da mas tiempo, unos días mas, unos días menos. Cosa de razonamiento algo poco deductivo.
Miré la luna. Saqué una foto y nada salió, desprendida de la mirada, el cielo se esfumó cuando no quedaba noche. El día se hizo presente, y volví a casa. Originalmente con un año mas de vida. Con algo mas que contar. Con algo en la mente, eso que todavía me quita el día.
Apartado de todo estaba entre abierta la reja al andamio que subía al piso 26, donde las señoras del apartamento aledaño, comian los frijoles que el señor Antonio les había dado.
Nada se iba, todo volvía. Nada de nada.
Recknoker
Y Salimos de Las Sombras
