domingo, 28 de junio de 2015

¿Anagrama?

Mejor, no alargar los finales

Él, desahuciado, sometido al terror. Desvalijó sus pertenencias y hundió la cabeza en un sendero, ese que lo llevaría por ahí, ese que lo dejaría ser noble. Pensaba en los dichos de días anteriores y por que, las causas de la vida lo había convertido en algo así. Culpable de su dulce final, mirando delante de su recámara, desalojado y desprovisto de muchos bienes, se lanzó a caminar. El cielo le había secado el corazón, quizo recuperarlo entre las nubes, pero la lluvia tan irregular en su pueblo, había visto el despertar ese día, cuando nunca nadie la esperó. Y si, le decían los demás, debía caminar delante de las prosas por el sendero de muchos, de donde no es fácil volver, donde los pájaros cantores se convertían en cuervos rapaces y los perros en lobos. ¿Ver la luz?, no había chance por ahora, demasiada presión, por todos lados. El amargo final que tan largo fue, debía llegar y ese día, precisó su llegada. ¿Cuando estás listo?, nadie lo sabe. Nada se sabe.


¿Incorruptible?

Lo que nunca supe fue porque ella no se acercaba a mí, nose si era la vergüenza o el hecho de que no le atraía como ella a mi. Nose si será verdad que los hombres debemos tomar siempre la iniciativa, es algo ya muy radicado en la sociedad que es imposible cambiarlo.

Acompañado de las notas de una guitarra en mis oídos caminaba por el lugar, suponiendo que la gente me veía, suponiendo que yo era el centro de atención, pero no era así parece. Los demás con sus cabezas gachas, miraban el suelo, otros el cielo, sentados alrededor. Acompañados de algunos cuerpos sin vida, el hedor a muerte era casi insoportable en ese lugar. Seguía caminando, más que eso vigilaba a los prisioneros. Lo que veía a mi alrededor, para muchos seria lo ultimo que vivián. Por mi mente pasaban tantas cosas, no sabia de que lado estar, si con los que me mandaban o con los que debía liberar. Si cometía traición en contra de los jefes, más que ser expulsado de aquel lugar, seria fusilado. Eso era lo que me hacia estar cada vez mas nervioso e indeciso. Ya quedaban pocos días para el ataque, ese que debería liberarlos a todos. Sabía bien lo que tenía que hacer, sabía bien que si todo salía como queríamos, la opresión no existiría más.

Un grito me despertó de ese momento, era uno de los jefes. Un hombre no muy gentil, no muy bueno ni muy compasivo. Recknoker

"Dejalana"

Y salimos de Las Sombras