miércoles, 23 de diciembre de 2020

"R"

 Le sonreía a la casualidad de saber, pero la verdad no sabía nada. El llamado de ayer me dejó más en la cuerda floja del no saber, porque aunque dijeran que "nada a medias y todo completo", la verdad sigo sintiendo que he sido de a poco desplazado, que he contribuido a eso, y que a pesar de que mi forma diga que los actuares últimos fundieran de manera provechosa la realidad, por la parte paralela, las formas han sido de manera variable, y quizá hasta equivocada, ¿cómo saberlo?, si cuando elegí este camino, solo apoyado en las palabras de aquella tarde, donde después un amigo me dijo: "estai igual que antes entonces, en nada", y para que variar de su raciocinio si la verdad fue pronunciada inequívocamente en ese instante, ¿entonces?, o ¿son solo desvaríos de esta realidad que no puedo contener?, si las cosas han de fluir, que fluyan pero el rio de mi tiempo ya no necesita esperas ni futuros que no se van a cumplir, porque sin que fuera verdad, nada de respuesta he obtenido, solo las palabras verdaderas, que al parecer, se han ido bifurcando en realidad, con la cumbre resquebrajada, y las astillas de las laderas, comenzaban a decaer por el propio peso de la gravedad innata. Sentía una felicidad que me ha costado mantener, porque dejaría todo lo demás de lado, sí la manifestación verdadera de este pedazo de carne que me compone, pudiera sobrellevar la espera que continúa y al parecer, no tiene un cause justo al que recorrer, porque la libertad ganaría si fuera posible no sacarla del camino. Se es libre de muchas maneras.

lunes, 21 de diciembre de 2020

"S"

 No era de esperar, porque los días ya me habían puesto las respuestas sobre la mesa, y ¿qué hacerle?, nada tenía en la mente, solo la noción de que aunque fuera solo salir como antes, un antiguo pero nuevo recuerdo volvería a mi vida, era la presencia que siempre estuvo, pero que esquiva ha sido, como si fuera posible que todavía se mantuviese y así se conservara por tiempos, ya casi unos cuantos años, para que decir cuantos. Fue así que calmado por la necesidad y esa manifestación que no creía que volvería, caminé por el antiguo recuerdo, como una realidad ahora, como debió ser en ese instante pero que por el contexto que vivía, se notaba dificultado, eran otros tiempos que ya pasaron. Solo esto de lo que hablo, quedó y se fue ramificando por doquier, manteniendo en pos la realidad que esperaba el momento justo para salir a flote.

Y quizá ahora si es, cuando tus palabras se adelantaron a las mías y cuando el roce ya era tan corto, que hasta no podíamos sentir, pero que perturbados por el virus que circunda, todo se tuvo que posponer. Con el tiempo, "cuando se de", eso decías y queda solo esperar. A veces las ansias me me ganan y solo me queda controlarlas, dejarlas de lado y verlas pasar, solo quieren salir y expresarse en la realidad, en esta que nos junta de vez en cuando, en lugares y tiempos casi predestinados por nuestros caminos.

miércoles, 9 de diciembre de 2020

 No había mucho resguardo de la realidad, solo se estaba presente en el presente que se nos presentaba, y así mirar y mirar, entre las casas blancas de aquel lugar, con sus para nada pares de diseño, el mar a unos 400 metros, los búhos que cuidaban a sus crías, el clima que cambiante era, sucedía que pensaba en lo que fue, y soñaba con palabras nuevas que entre la arena que nos rodeaba, alguna sumida frase volviera a encender esa llama que antes ardía en el alma, porque en los últimos tiempos, solo atisbos de luz e insurgencias habían sido impulsores de vida, llevando todo a otros planos, a otros lados en donde se podía divisar la vida de manera más "completa" pero que no podían manifestar esos sentires que, ya no estaban por ningún lado. Como si estar no bastara tanto, como que tuviera que haber un pequeño y nuevo diseño de vida, cosas que "cambian" o cosas que mejoran.
Por meros momentos, sentía algo que no sentía, como si fuera posible formarse la idea de que el sentir pudiera salir de manera repentina, pero no, era como cuando hueles un aroma en la calle, pero la mayor parte de las veces, pasa incidental y efímero entre todo lo demás, así mismo era, que sentir o imaginar, era una realidad tan equivocada, tan poco oportuna y que llegaba a ladear las manos para botar lo que se sostenía, como fuera posible, radicalizaba el momento y la escapatoria nunca está a la mano en tiempos así. 

lunes, 23 de noviembre de 2020

Demarcación

 Fuera de los límites, la infraestructura era de casualidad, un par de bloques o concreto que estaban solo bien posicionados. Así entre la permeabilidad de las cosas, el tiempo fue dejando eso que quedaba, lo que lograba pasar entre las tan pequeñas rendijas de sus quehaceres. Entonces no era mucho lo que circundaba la zona en un tiempo más futuro, todo se fue desvaneciendo por el uso, el desgaste de la pintura era innegable y parecía solo provechoso, volver a pintar, invertir otra vez y ver que tal todo quedaba. Aunque no lo parecía, esta nueva pintura ya se estaba desgastando, salida de su lugar de nacimiento, sería carcomida por el óxido del ambiente o por los rayones que no tenían premeditación alguna. Así fue que color tras color, capa tras capa, la infinidad era una mentira que se veía entre cada día que pasaba, como alternado todo de una manera tan práctica, que ni cuenta nos dábamos. 

Nada era para siempre, ni lo bueno ni lo malo, pero esa parte que llamamos "malo" parece ser tan infinita, en cambio el otro motivo de seguir, se parecía tanto a eso tan efímero que nos presenta la vida, el dinero, el amor, lo momentos, la felicidad, esas cosas que valoramos pero que siempre extrañamos. Así eran los nuevos días, con el toque que los hacía ser poco en tanto que antes eran. Esperaba encontrar una respuesta detrás de las letras, pero las canciones solo me generaban más incongruencias, haciéndome pensar que sería y que pudo haber sido, que tampoco no fue y eso que siempre quise que fuera, pero no, los sueños nos pronuncian razones, solo nos dejan pensando en como es o sería todo, así fue que me miré otra vez delante del espejo y vi un par de átomos agrupados para formar células, que formaban esa parte de mi que se ve así mismo en el espejo mientras se pregunta como es que las mismas células, forman lo que  hace pensar, es un alocado círculo.


Nada

-Pareciera que fue, pareciera que nunca fue, porque no hubo razones para pensarlo mejor, solo esperaba entregar todo lo que el alma dispusiera, pero ¿qué es cuando nada fue?, la pregunta a la cautela esmerilada por los lados, de bordes finos y algo cortantes, dejaban entrever una herida provocada por los presagios que no pude entender, por creer que uno puede hacer cambios de otros contextos o solo elucubraciones de futuros para nada ciertos. Quizá eso fue, quizá quiso ser, y la espontaneidad solo decayó esa parte que no tenía que crecer, donde las palabras actuaban en si, donde un par de fotos, mostraban más de lo que de verdad había, donde los siniestros dichos actuaban como un pequeño contrapeso que al final, terminó por socavar el piso del tan efímero futuro. 
Tanto que había por demostrar y las ganas se quedaron en ese resquebrajado porvenir, hasta me preguntaba como fue que por sobre todo, si sabía el fin, ¿para qué actuar de más?, pero no, no soy así y si algo nace, lo cuido con la vida, aunque termine acuchillado por el mismo, desangrado por las razones y desprovisto de palabras que dejaban solo hoyos en el alma misma, llenarlos otra vez era tarea del tiempo que sigue y sigue pasando. 

lunes, 16 de noviembre de 2020

Sin sabor

Un tiempo después de los sin sabores y de las banalidades, fue que comenzaban a surcarse esos días que decían venideros. Así como surgiendo de entre el concreto las plantas, en crecimiento gradual y espontáneo, las efímeras manifestaciones conllevaban a entender, quizá, el por qué tanto y en otras de tan poco. No era notoria la realidad después de un resquebrajamiento del alma, las cosas corrían y las manos ya estaban alejadas de un simple futuro que nunca fue. Después de planes y de sueños, de memorias del futuro y palabras de apoyo, después de sinceridad y gestos para repetir en persona, es que la lejanía, se ve más clara, donde las propiedades de cada uno, han de ser implacables a las otras, donde cada uno seguía su camino y cada uno se convertía en otro. No era de esperarse cuando todo era tan "real", pero creo, esa frase dicha por una compañera hace tiempo atrás, mientras sentados a la espera de los demás ella dijo: "cuando todo es tan perfecto, es porque no es real", y así fue, como mérito de la realidad, fue que se conformó ese aspecto, que todo no era ni real en la realidad.

En un punto aparte de la situación, el estímulo que antes caminaba conmigo, ese que hace ver que hay cosas que no se ven, se fue, está más desvanecido que nunca, como un solo atisbo de el queda, ¿Cómo fue posible?, que entre tanta cosa que tuve en los sueños, ni eso lograron ser, por el anticipo a aventuras que quise conocer, por la aproximación a una nueva situación que nunca fue, donde otra vez quedé entrecerrado, lleno de agujeros, como baleado por balas que no cruzan el cuerpo, sino el alma, sino el ser interior que gobierna todo. Al parecer, esa viscosidad que antes estaba, solo volvió indeleble la materia de formación, poniendole topes en las patas, con abrazaderas en la manos y un torniquete en los pies, solo quedaba tratar de soltarse, puesto en las rejas, pegado al sol y sin más resalto que el de ser, ser lo que quiero ser, y no convertirme ni tergiversarme por elucubraciones, nada reales. 

sábado, 7 de noviembre de 2020

La viscosidad de la Vida

Atiborrado de las no-sensaciones, contemplaba la vida. Estaba sumido en una realidad aparente, donde las buenas nuevas estaban por venir. Caminaba cada día un nuevo paso a esa continuidad que se "mantenía" como aparente, sin sobresaltos ni pensares que hicieran bifurcar la realidad. Entonces después de un día de viaje y trabajo, la novedad caería antes del baño nocturno, donde una sorpresiva etiqueta verde llevaría al descubrimiento de algo que, no pensaba, la tan razonable variable de esta ecuación, comenzaba a hacerse presente en casi todos los días, con un amanecer de nuevos días y un anochecer de nuevos futuros. Así fue que cuando cada nuevo paso continuaba el camino, la viscosidad de la vida dilataba esa variedad de nuevas y tan complejas formas que se crearían con tanta naturalidad, la simpleza de un nuevo porvenir, que creía, esta vez no sería de mal término. Así cuando menos la esperaba ya habían lazos formados, por palabras, gestos y un par de artilugios que, cuando ves por primera vez esta parte, no te los imaginas reales, por eso y más, sorpresivo ha de ser ese par de momentos inesperados.

Aún cuando nada podía salir mal, todo se volvió peor de lo esperado.

Como variable principal de la ecuación, la temperatura, era la mismísima manifestación de esos hallazgos, derritiendo con su calor, la capa de escarcha en la piel, y propinando un golpe en seco a esos bancos de hielo que resquebrajados estaban. Como si fuera fácil, todo se fue tornando en un sin número prosas, un par de hallazgos y cuanta otra palabra, que realidades sacaban a flote. Un día una y otro día otra, las cosas iban en aumento, casi exponenciales, como gráficas ascendentes, pero, ¿qué pasa cuando esta variable, negativa se vuelve?, cuando la esperanza depositada se desafirma, y se vuelca sin razón aparente, cuando se da por sentado una realidad inentendible o cuando todo solo desaparece, nada es posible hacer. 

Por encima de estas palabras, el desaparecer, hizo estragos en la tan "prospera" realidad que se veía día tras día, como no menor, los días no eran de mejor manera en otros ámbitos, se contemplaban estruendos que ni antes vi venir, estuve de pronto en la honda realidad que alguna vez viví. Era como porsiacaso un aparente quiebre de mente, en donde las fantasías y las elucubraciones del por qué, contenían la nada de respuestas, solo declaraban "realidades" que nunca fueron así, que no se veían por donde renacer, por donde seguir, todo estaba, quizá, más maltrecho de lo que creí. Sucumbido por tanta caminata y pensamiento inútil, comenzaba a dejar las cosas en su lugar,  porque ya no era de primera instancia un acontecer así, requiriendo "releer" aprendizajes pasados, sería la tónica que haría no salirme del camino real.

Como nueva instancia, esa viscosidad sacada de su estado estacionario por la temperatura, fue producto de un sin número de artificios, en quien de tan pálida realidad, subieron aquella reposada variable a un límite que veía nuevos horizontes cada día, y que ahora, de uno para el otro, desaparecería. De manos cortadas y uña golpeada, continuarían estos días, los mismos de antes, pero de avances progresivos.

miércoles, 28 de octubre de 2020

Residencia

Como un disparo de sangre a la cabeza, lo nuevo se hizo presente al mismo tiempo que ese líquido rojizo llenaba las venas con su color, presión y esa ansia de vida. Juntos todos, en un ser macroscópico. Viviendo los segundos de distinta manera, es que la mínima porción de lo que se considera vida, puede ser afectado así como el ser que este conforma con las demás, en un unión de partes iguales, cada una en su trabajo, su tares específica, con vida y muerte, al igual que nosotros, porque nosotros somos ellas, células. Sin saberlos el tan despropicio virus que nos afecta, llegó más allá de las esferas de "confort", en trabajo y en amistad, entonces, el alarma a de despertarse como en las mañanas, por el retumbo de algo que se viene, que no se puede dormir ya, por el hecho de que este, más no me haría mucho daño a mi, se lo haría a mis seres más queridos, y ahí la cosa ha de cambiar.
Siguiendo con el tan "no-esperado" e indeseado acontecimiento, tuve que ir verme la necesidad de hacerme el tan afamado examen, acudiendo así al servicio de salud y solicitándolo. Cabe recalcar que no nombraré detalles ni personas, la cosa no trata de esos detalles.
Como sería que la duda y la amargura de un positivo resultado me llevaron a la necesidad; por el cuidado antes mencionado; de recurrir a una residencia donde el aislamiento fuera efectivo y el foco de "posible" infección más cercano, o sea yo, no estuviera en el lugar en donde menos se espera la llegada de ese minúsculo "ser"; porque vivo, no está*; mi casa. 

Así que emprendiendo un llamado, me contestó una amable enfermera, que dando cada indicación con toda la claridad posible, dispuso de mis datos y un tiempo de espera para devolverme el llamado, que fue en la mañana del siguiente día. Todo dentro de lo normal. Así que en la mañana siguiente, la ventana no apuntaba al norte ni hacía la multicancha o el techo del vecino, sino que esta vez era en sentido opuesto y unas cuantas palmeras, pasto y la piscina se veían del tercer piso de aquel hotel a una cuadra de la playa. ¡Que mejor dirán! y si, nada en contra de eso, la comida de lo mejor, buena atención, una pieza con baño incluido, y siempre enfermeros y personal que estaría a la disposición de alguna necesidad que se tuviese. 4 días fueron en total, donde viví desde el encierro el PRIMER PASO PARA UN NUEVO PAÍS, un par de capítulos de series, el amanecer, el atardecer desde la terraza, y un par de tiempos de siestas. 

Detalles por acá y otros por allá, que cuando bien van las cosas, el universo premia con los regalos más queridos. La nueva verdad que se dijo fue recibida de buena manera, tanto así que la reciprocidad de esta, está dejando entrever el sentido que tiene la vida, según esos versos de la canción número 15 del disco "Siempre es Hoy" de Gustavo Cerati. Así fue que el mismo día de mi salida de aquel lugar, esta verdad que describo fue resaltada entre la realidad y se convirtió en ese toque de vida que faltaba. Donde la emoción viene desde dentro, como un sentir palpitante que se quiere escapar cada vez que las palabras justas y el conjunto de células tan inmenso, que propiciado por esa hebra helicoidal que todo lo maneja y que hace la diferencia en cada uno de nosotros, aparece entrañablemente y calma todo, desentrañando esos sentires que, lo hacen a uno sentirse vivo. El paso primordial estaba dado, los antiguos conocimientos hicieron comprender tantos artefactos de como es que esto funciona, cómo que si, cómo es que no, así de la misma manera. Solo queda seguir y seguir, el tiempo no se detiene y hay tanto espacio por recorrer, y viviendo en el espacio-tiempo, todo al final se termina atrayendo por su gravedad, cayendo en ese baile cósmico de estrellas en torno a un centro en común, con la misma fuerza en si, con distintas composiciones pero de complementarios elementos. Así el futuro que se hace presente, volvió en si después de un letargo, casi infinito, lleno de olvidables momentos y cambios fructíferos en el ser, una nueva perspectiva y antiguos desechos, ya dejados de lado, solo visiones de presentes futuros en una nueva y hermosa realidad.

"Comprender que solo estar es más puro", eso dice la canción. 

Y sucedió que la razón le siguió al corazón. 

Esta es la canción 


* https://es.wikipedia.org/wiki/Virus

sábado, 26 de septiembre de 2020

Escribiendo 1

El cielo se enraizó y dejó polvoriento ese síntoma que no se quitaba. Las sospechas eran pocas, ya solo quedaba ese sentido de la verdad, de las "cosas buenas", era como el reflejo de lo que tanto se había ocultado. Esperaba llegar a algo así, con la mente clara y las manos gastadas, con el tiempo las variaciones se hicieron más presentes y cada nuevo artilugio en la vida, venia impregnado de ese sentimiento. Las buenas nuevas no traían campanas resonantes, sino un porvenir que había que crear con las piezas presentadas por momentos escritos en, esa tela de vida que pasamos cada segundo. Comprendía que la realidad es así, que cada nuevo horizonte se construía de lado a lado por el actuar, por al razón y ese sazón de verdades que antes, nada de presente estaban. 
Construir un nuevo porvenir llevaría más tiempo del esperado pero, haría que las cualidades salieran a flote antes, que se acrecentaran con aprendizajes de vida, con pérdidas de paradigmas, y nuevos cielos por recrear. Cuando el columpio de la razón estaba en su punto más bajo, su velocidad nula aseguraba por instantes, lo que no se veía en realidad, un pequeño pero nada amargo futuro de días concretos, completos, continuos y llenos de ese sentimiento que nos hace vibrar, sentirnos vivos, llenos de alma, con la seguridad de que los días a pesar de ser "malos", siempre se pueden mejorar, que todo va en nuestra mente y en ese corazón que nos late, día a día, noche a noche y segundo tras otro, con la solo razón de, estar vivos.

jueves, 10 de septiembre de 2020

Adverbio

¿Dónde se encuentra?, quizá el adverbio no sea el apropiado, por la conjunción de esa pregunta. Entonces sería, ¿cuándo se encuentra?, tampoco la verdad, es una casualidad o un quehacer, la razón no la dictamina la mente, el contemplar la razón sacaría esos dichos que antes, pronunciados, hicieron un agujero en el cielo, para calmar las ganas, las ansias, el alma, todo eso junto. ¿Qué se encuentra?, la aproximación a la sonámbula realidad, despejaba entre la niebla, el pequeño rayo que se creía ver, como un atisbo de calor en la soledad del inmenso universo.Tantos adverbios de interrogativos pero tan pocas respuestas, o partes de un todo que no tenía por donde completarse, así tal vez el tiempo como variable en todas nuestras ecuaciones, cambia, avanza, quizá también retrocede y nadie lo nota, o hasta en un caso, este, no existe y es solo una invención de la máquina que nos maneja. En cualquier caso, es la variable que hace que todo cambie. Que todo "avance" por decirlo así, no uno temporal, sino uno espiritual, trascendental, existencial, lleno de la realidad, que hace años, no se experimentaba. Fue conciso contener la idea de que cuanto más se buscaba, menos se encontraba, pero pasa a veces y otras, solo no pasa. ¿Le buscas alguna otra respuesta?, la verdad es que, cuanto menos buscas, más encuentras, cosa que creo que dicen. 

La idea está implícita.

¿Por qué se encuentra?, suena raro ese adverbio, porque la verdad, no hay un por qué.

domingo, 23 de agosto de 2020

Una incisión en las nubes

"Que las hojas casi secas de las parras, que iban a continuar irremediablemente meciéndose en la nostalgia del olvido", eso decía la canción. Nueva no era, el disco había sido escuchado en vivo por la misma banda, unos cuantos años después de su lanzamiento, cuando fueron a presentarlo al cerro, del mismo nombre que su álbum. Quizá corrió por esos días el "como fue que la canción a pesar de ser la nada de escuchada entre toda la música, era conocida, y tenía un sentido", y creía saber cual era el motivo. 
El resplandor salió de repente, estaba todo el contexto en un motivo casi al 100% familiar, la construcción de una casa más amplia para las mascotas, era el fin de tal reunión, si así se podía llamar, porque más que todo, era una participativa hazaña que tenía un fin bueno para quienes eran, nuestras queridas compañeras. Una, ya de edad, atigrada y con  un morral en su cuello que cubre la enfermedad que no ha parado de crecer. La otra, un cachorro todavía, blanca como la luna, con un cráter atigrado en el ojo derecho. Las dos acompañaban de distinta manera, la; no sé si ellas sabían en por qué estábamos ahí y por qué destruimos su antigua casa para poder ocupar un par de esos palos y reciclar un par de clavos; construcción de su nuevo hogar.
No comenzamos tan temprano ni tan tarde, fuimos al patio y manos a la obra. En el transcurso de la mañana que se hacía tarde y de los minutos que ya se hacían un par de horas, el cielo plomo había colapsado el entorno y hasta un viento de "primavera" había comenzando a fluir. Nos había acompañado, como siempre, el damasco que está desde que llegamos a la casa, ha crecido como todos y cada año nos sorprende como es que, ya hace unas dos o tres semanas, flores han comenzado a erigir de sus ramas y un par de hojas han comenzado a llenar las pocas ramas de un punto en el extremo del árbol. Lo vimos crecer, la verdad no recuerdo cuando era pequeño pero si que estuvo antes de cada ampliación y de cada nuevo integrante, que pasó por varias etapas y hasta estuvo en puntos donde vio su muerte, por "x" motivo que no recuerdo. Entonces mientras miraba el proceso, un par de segundos, contemplé en la infinita realidad, el momento en donde el cielo se abrió, como un cuchillo gigante había transcendido más allá de las nubes y dejado al descubierto por pocos minutos, ese cielo azul que hoy no se vio. Simple y llano. La sensación de ver por minutos el cielo conmovió ese momento, y dejó de increparse con los sentidos que, entre tabla y martillo, había aparecido, que había pospuesto por instantes la realidad de la construcción, fue como el asalto de maravillas en época de hojas casi secas de las parras. 

Entonces percatado de la inmediatez y de lo tan efímero que han sido estos momentos, mantuve la mirada y tomé esta foto del momento. 

Miré a la familia y vi en la realidad ese momento de paz que tanto se espera, es efímero, pero puede sentirse real cuando todo es de una buena manera.

Entonces los olvidos, las recetas, las experiencias, las facultades, los errores, el porvenir, la "aleatoriedad" de esos números que saldrían, el ratón del computador, el rojo del calor y el azul del frío, todo toma forma en un instante tan perdurable, donde se quedaba el alma inscrita para ver el cielo de nuevo, cada vez que lo fuera preciso. Así todo era un poco de música, los clavos que se iban acabando, un par bromas y las perritas dando vuelta por ahí, una que juega con la otra que no la pesca, en personalidades de perros, son totalmente opuestas, pero parecen quererse mucho y odiarse poco, eso es por ahora, no sabemos que será del futuro. 
También dos periquitos rellenaban los sonidos con su cantar, una pareja un poco dispareja, no digo por que no se lleven, sino por la historia de "amor de periquitos" que se tiñó detrás de esa jaula, que les construimos con mi padre para que pudieran volar y moverse, hasta una rama del antes mencionada damasco tiene en su interior. Ahí caminan y viven su vida. El trío, la pareja de colores llamativos y la tercera, blanca como la nieve, comía solitaria o acompañada de la verdesita, la hembra de la pareja. Así estuvieron un par de semanas, casi dos meses, en que de vez en cuando, el aislamiento me era preocupante, pero la naturaleza es así y no podemos cambiarla. Por los dichos de mi padre, el tiempo se acercaba y les construimos dentro, dos cajas de manera para que pusieran su nido y a ver si nuevos integrantes aparecían. Totalmente sorprendidos por el uso de esta, después de unos días, por la pareja que ahí se cobijaría, solo quedaba esperar. Ante toda la espera, un día de esos que no te imaginas, y sin saber por qué, la periquito verde, ya no estaba en nuestra compañía, la pareja ya se había disuelto, y nada podrías pasar. Muerte súbita, eso decía la información más veraz que pudimos encontrar, suele pasarles también decía, la naturaleza nuevamente hacía de las suyas. ¿qué pasará con la nueva pareja?, todavía estamos a la espera.
Ese fue el pensamiento de varios segundos en donde después, el nubarrón cubrió esa incisión en el cielo y solo volvió el viento pseudo-primaveral que habían descrito en un intercambio de palabras anterior.  Así pasó el día, eso decía, cuando se hundía, entre tic tac de las consonantes.

 

lunes, 17 de agosto de 2020

High Hopes

Enseguida después de la seguidilla de artimañas, el inhóspito balance no cobraba razón. Estaban los días desperdigados por  doquier, como si lanzados al aire solo recurrieran a ese fenómeno que algunos solo le llaman entropía, pero que manifestaciones más complejas tiene. En si mismo se fue desperdigando el contexto, cuando no habían días todo seguía de igual manera, cuando no había ánimos nada se detenía, ni cuando era prospero el tiempo, las cosas cambiaban para mejor manera, así ya era probable que nada se llegase a encontrar nuevamente, porque solo todo se fue, como la arena de las manos en la playa desierta del tiempo o como el dióxido de carbono que es ya el residuo de esos momentos en que, nada o todo pasa. 

Y ayer alguien de manera familia preguntaba: "¿qué pasa?", y saben, la respuesta es más grata decirla que sentirla, "nada pasa, eso es lo que pasa". 

De dos vueltas aún los recodos todavía seguían existiendo, carcomiendo el tiempo que no valía la misma porción que valió, así como se estuvo en el cielo, el infierno estaba presente ya de manera diaria como el estruendo del sol apareciendo detrás de las nubes en un día medio soleado, ¿o medio nublado?, como mires el cielo, las respuestas no caerán del infinito, nada aparece de repente, solo la intención de ser estuvo, pero, ¿qué sería después de ya no estar, o de ya no ser?, esa es la verdad, ya no sé ser, no sé que es ser ni que es sentir, ni que fue de esa persona llena de sentimientos que un día bifurcaba los caminos día tras días para poder ver la vida de otra manera, donde el objetivo final era el premio más hermoso de la vida, pero que ahora, se había esfumado de todos los rincones, se quemó por dentro, no cenizas quedaron, ni un corazón dentro, con el alma partida, con las manos inútiles, la mente destinada al fracaso, y donde los malhumorados días eran la representación de la nada que quedaba. Era preciso hacer algo, era preciso preguntarse y huir de las calamidades del propio contexto, pero el camino por la dirección que se tomase estaba cerrado, se caían a pedazos esos ladrillos del muro, donde todo era más verde, era más dulce, era más, siendo que ahora todo es el menos menos de cada menos que antes era, algo. 

Caminaban los pies de un lado al otro en representación de los días, para ver si calmando el andar, todo sería visto de mejor manera, pero ni eso era prudente o reproducible en el contexto del ahora, todo se había perdido en las imágenes de antes. Daba para pensar, pero ¿qué más había que pensar? sí repasar los antiguos tiempos no daba ninguna razón, es más, solo sometido por lo que no fue, fue que, todo se fue más allá de lo que un día, quizá, fue.

He estado esperando el sol nuevo que vulnere cada artimaña de los nuevos días, que quite la razón a tanto pensar y se más actuar, he estado esperando la calamidad que saque de esta tan banal linealidad de los días, donde su continua fluctuación, cree ese campo que agitando las ondas.... la idea se fue.

El sol parece desaparecer del tiempo cuando los días ya no son nada de lo que fueron, pienso siempre en el pasado y, es la peor parte del nuevo futuro. 

[sé que nadie lee todo esto, y menos las van a leer porque solo quedara acá, ni links por redes sociales, ni comentarios que me gustaría que hicieran, ni sentires dentro del corazón, solo un órgano que aprieta y distribuye la sangre, sin sentidos en las brújulas, sin nuevos quehaceres, solo un ser seco por dentro, esperando ser sacado del fondo del mar para conformar la parte que sostiene la vida]

miércoles, 12 de agosto de 2020

Órbita

La reverberación de los segundos ya no era la normalidad, ahora el tiempo era medido en unidades más grandes, para achicar las cifras, en representación de la misma cantidad. Pronunciar el número de segundos de una vuelta al sol, no sería la manera más factible. Así era como se iba el tiempo, la resequedad de los nuevos amaneceres, estaba desprovista de esa necesidad de libertad, en donde la ciudad y las personas, eran de manera habitual, un contexto a extrañar, como nunca nadie lo pensaría.  Así se estipulaban estos nuevos días.
Aunque cambiados de parecer, la misma fecha, la misma posición de nuestro planeta, era presentada nuevamente en los días del calendario, como una repetición cíclica de las necesidades. Cumpleaños, celebraciones, cosas buenas y otras no, se hacían más presentes cuando el paso por este lugar de la ovalada órbita, se acercaba, y al llegar el día, las cosas cambiaban, la espera ardua solo era hasta que sucedía. Después de pasadas las horas, todo era ya pasado, y faltaba esperar otros 365,25 vueltas al sol para estar en la misma posición respecto a nuestro astro mayor. Es así que todo viene y se va. En este pequeño y, cada vez menos verde, planeta que comenzamos a tener la noción, como lo dijo Sagan,  de que la materia cobró conciencia y comenzó a comprender como es que cada cosa del universo se ha formado, como ha evolucionado y a creado nuevos elementos, planetas, figuras, soles, formas, una conjunción de moléculas unidas por infinitesimales fuerzas, que con el tiempo se han descubierto a si mismas en razón de nuevos horizontes y grandes interrogantes. Un resumen de la variedad de formas en la que una palabra tan grande, se puede expresar.  
Entonces en lo implícito de la cotidianidad, las razones de siempre cometían el macabro desvarío de someterse a fuerzas ya pasadas, como si el campo perturbase las limaduras de hierro y atado a un imán, sacudiera el eter invisible de algo que no existe. Una partícula que pasa por sobre todo y solo es albergada por receptores que en ínfima cantidad han de seguir existiendo. Así es como se comportan los sistemas, cada uno con sus propios receptores, su indescifrable entrada y la salida que, dependiendo del contexto, deja entre ver la realidad, esa que acontece a cada segundo, que da vida o mata, que sigue o se queda delante del vacío mirando el cielo negro sin estrellas, donde ni la lejanía de la luz entraría, donde quedaban papeles quemados con frases desechas, y maniobras evasivas que no tuvieron resultado, toda la tropa pereció delante de los ojos negros del día en donde el sol se tornaba otra vez a surcar el cielo, pero ese día, el calor no pegaba ni el hambre carcomía, solo la neutralidad de las barbaridades, era presente y, ni el saludar impetuoso de las amistades vulneraba el desperdicio que acontecería. Era un nuevo fin para el nuevo principio.
Cada columna que acompañaba, formaba un cuadrado con un círculo en su centro, este no tocaba su bordes. Estaba lleno de gente y la venta de zapatos parecía la novedad de ese día, ni el síndrome de parecer, aparecía en aquel instante. El círculo antes nombrado, sirvió de banca en los momentos donde todo palideció. El sol no paraba y los lentes, por lo menos, ocultaban en viceversa la realidad, del sol afuera de ellos y del sentir detrás de los mismos. Una infinita ciudad hubiera sido de verdad esa razón verdadera para perderse, que los días y las noches no fueron nada, que la mitad del tiempo de "relajo" que quedaba se fue convirtiendo en amaneceres nefastos y porvenires cegados.

El quiebre unilateral, que se venía preparando escondido desde hace ya años, fue lanzado un tiempo después, la multitud elevó su voluntad en lucha de las verdaderas razones, de la verdad que tanto se necesita. 

La interacción de nuevas fuerzas, continuaban sin proceder, un estado neutro, como partícula elemental, como neutrino entre los días, cada segundo se fue alargando, cada nuevo anochecer visto desde la ventana, era nada más que el paso de la gravedad representada en luz, y en esa nada de vida que quedaba. Como un asteroide del espacio, dejando la estela de hielo tras el, fue que alejándose del sol todo se aclaró, se encontró en nuevos espacios y nuevas realidades, quizá era la primera vez que tenía el conocimiento de que esta "órbita" era la realidad que seguiría, porque al verse quemado por la radiación del astro mayor, no encontraba una salida de tal macabro escenario. Así el viaje continuaba y se alejaba, disminuyendo su temperatura pero endureciendo su interior, quizá que vendría después de ese fondo negro lleno de puntos lejanos que no veía ni la ínfima percepción de proximidad en ellos. La luz era su única compañía y su alzar interno comprendía tiempo tras tiempo que comenzar a añorar lo que no se ve, era de manera falsa, asumir que algo sucedería, la tela del espacio-tiempo se lo decía, no veía nada a su alrededor, solo esperaba ser sorprendido por viajeros espaciales o quizá una nueva galaxia que descubrir, solo su órbita se lo diría. 

Y salimos de las sombras.
  

viernes, 31 de julio de 2020

Tangente

Gente tan gente. Como las disposiciones de las nuevas normas, han delimitado el uso de la vía pública para frenar el avance de esa limitante que nos quita libertad por un tiempo, hasta ahora, definido dentro de lo indefinido. 

Cuando se comenzó con el alzar, esas partes que tenían estaban desvalidas, fueron apaciguadas por nuevas recepciones de sensaciones que antes no habían sido conocidas. Fue que mes a mes el semestre comenzaba de manera no tan regular, por que un atraso en los anteriores tiempos, causó retardo en el presente. Entre cortado por una semana que todo el país celebra, la calma parecía todavía "gobernar" esa inválida positividad. Como si fuera una llanura de pasto seco, hecha de largos años de injusticias, la llama se encendió y no paró, se propagó, se manifestó, trató con todos y más fuerza obtuvo, el ámbito nacional nos cambió el parecer, y esta vez con un sentido extrapolable a la situación actual, nada parecía vulnerar el hecho real de cómo fue que todo se manifestó. 
Mira como fue que par de semanas antes y par de semanas después, se llevaría a término por unos 5 meses después. Entre cortado otra vez, el tiempo como fotogramas de una película en baja calidad, fue recuperando el sentido de la magnitud en la dirección de este nuevo tiempo que, parecía no tener tanto que dejar, aún así comenzó de buena manera, nadie lo sabía; al parecer; que un virus caería y esos pocos días en los que se podía salir, no aprovechamos de ver que hermoso es poder caminar en libertad, ver a la gente y pasar entre ellos con la música en los oídos, la frente en alto y el andar calmado, a veces los ojos rojos se ocultan detrás de la negrura de los lentes. Se entiende que todo va a volver a "normalidad" en este sentido, algún día, eso dicen. Y cuando digo "dicen", recuerdo que: "dicen dicen dicen y no saben los que dicen", entonces como que no me creo. Pruebas empíricas ha de ser necesarias. 
Tangente, y mejor si es la recta en un punto, algo como derivado de esto otro, se complementa, porque los nuevos rellenos forjados de otros elementos fueron de a poco ampliando la bóveda de "necesidades", en el camino rechazando lo que no se necesitaba y dejando en el apartado de los indispensable, lo que conllevaría al cambio, nuevos porvenires en el horizonte, eso se veía. Entonces entra la tangente, a esta, la Normal es perpendicular, y entre las dos forman un nuevo plano, este es el que se ve, el que se interioriza en las propiedades del punto, donde todo es asimilable a valores infinitesimales, donde todo, es recto, no hay curvas, es un apartado del total, donde cada punto es una nueva tangencia, cada nuevo movimiento se ve como el final absoluto, todos distintos y caóticos entre si. Los "ceros" son tema aparte, y más la implementación de la realidad en su asumible matematicidad.


"La verdad se fue un poco la idea, podría seguir pero, siento que tiene un mensaje aparte, y para que."
   

lunes, 20 de julio de 2020

-ias

El clima mostraría como sería que los demás días se fundirían. Las manifestaciones de cada segundo, como uno después del otro, entre sus fauces se hallarían esos momentos que ya se irían. Aún cuando la notoria realidad no producía ese sentimiento que antes estaba en la cercanía, el inquebrantable refugio, guardaría esa porción que no comería, dejada de lado para no matar el atisbo de vida que quedaría. ¿Para qué seguir si nada sería?, esa pregunta se hacía entre sus recorridos de cada día, cuando caminada por la desolada ciudad, esa que lo vio crecer y que lo dejaría a la deriva en el momento que menos quería.
Huir de lo que no le dejaría nada, era la mejor forma que se veía, en la cual se renacería y como fénix se alzaría entre la tristeza y la alegría, como un nuevo ser cubriría toda esa falta de vida que ya no poseía. 
Mirando ya con otro ojos lo que acontecería, fue que precipitado actuar cometería, las nuevas acciones solo liberaban ese ser que antes no conocía, que se refugiaba en sus interiores y no se mostraría hasta que la situación adecuada ocurriría. Se esfumarían esa ansias de vidas sin vivir y esos momentos de -ias  en cada sueño que tenía. Era como así como se mostraría el futuro que desde siempre estuvo esperando, ya los sufijos cambiarían y dejarían las antiguas -ias por nuevos porvenires. Si bien en sus sueños nada era real, la realidad lo cubría cuando despertaría de ese letargo infinito tras el desapego que sufriría. A veces el texto es pasado, otras en futuro pero el presente, ¿qué sería?, ni el atisbo de esa vida, sabía.

miércoles, 15 de julio de 2020

Entré, y las sospechas hacían presagiar eso que soñé la noche días atrás, la antesala de nuestro porvenir, no tenía solución, la raíz negativa otra vez se hizo presente, con notada pulcritud, todo salió como lo planearon y desde ya anteriores entregas, el final estaba escrito, en hojas de papel con tinta invisible, pero de que estaba escrito, lo estaba. Se bifurcó la calle, y el auto siguió el peor camino, a la altura de las narices todavía todo estaba cegado, una sombra negra cubría la realidad y se transformaba en un sueño irreal de la verdadera realidad. Cada día como alzarse el sol y ponerse la luna en el cielo, eran todos los días una igualdad irregular. Con altos y menos bajos ya, llevado a la tercera dimensión y a la forma en la cual la luz se convierte en pensamientos y sentimientos, ondas químicas, receptores dañados, un recurso del aprendizaje se quedaba entrelazado a los conductores, y corrían con ellos a la velocidad de la luz, se seguían día tras día. Resumiendo, la cuantiosa cantidad de días pasados, no habían sido de alcanzar fulgores ni estrepitosas conjeturas, sino de una variable realidad que no se veía en su totalidad, el apego y la deformación del espacio tiempo, eran de esas cosas que importaban, conocimientos amplios que obtener de manera primera, logros casi inalcanzables en las mentes. Los nuevos días hacían parece que se podía seguir un poco más, un poco cada vez en más, de avanzar es mucho más trabajo que retroceder, no era factible volver, pero si seguir, ¿por qué le faltaban dimensiones a la linea de tiempo temporal?, o ¿siempre han estado?, así cabrían miles de posibilidades, así seguirían.

Todo esto tiene un sentido que tendré que asumir, va más allá de la persona.
1.-Desapegado y sin mirar atrás.
    Calma después de todo, cuando ya pasaba un tiempo, suponía en los días de soliloquios, de qué manera se llevarían a cabo varios de los porvenires que quisiera, hubieran sido de otra manera. Con tal de pasar el rato, la calma no se hacía más que alejar, intrascendente entre las miles de variables en las que se construían todas esas casi artimañas idílicas que, como era de saber, nada tenían de realidad. Propuse que sería mejor dejarlas de lado y los comentarios de los demás sectores del pensamiento, comenzaron a decir entre sus dientes, que era de manera correcta el hacer y se unieron al completo fervor de saber que el producto del futuro, sería un quehacer más propio y  no vida en las garras del antiguo precipicio. Entonces como de la nada, maniobras de días y noches, llevaron inequívocamente al acontecer que una vuelta al sol atrás había sucedido y punto de inflexión fue, en la columna vertebral del sentir. "Fue", dijo Cerati, "Nada dura para siempre", dijo Lavoe, y tantos más, las venidas y las idas fluctúan, ondas sinuosas y nada de claridad, se tiene un dato pero se desconocen todos los demás, nada de control, nada de altura de mira, así se perdió. 
Eso.

2.-Esto otro.
    Los días se han ido en mañanas de nuevos días, tardes que se entremezclan con las mañanas, con atardeceres tempranos y una noche que comienza más temprano, no es la mejor época del año, prefiero el verano la verdad, aunque el confinamiento no sería la mejor época para estar encerrados, por decir que este tiempo ha sido grato.  

viernes, 3 de julio de 2020

Temor- Realidad - Desamor

1.- Temor

Detrás del espacio-tiempo, con una abrumadora entrada, el nuevo predicamento dejó a su paso, verdad y calamidad. Al comienzo con un majestuoso ímpetu de colores llenando el firmamento con nueva luz, pero simplemente, el final estaba cada vez más cerca. Lleno de insospechadas consecuencias, con una expansión llena de fulgor, no de esos que traen consigo buenas noticias, sino con una fuerza descomunal, desgarrando la tierra, los pastos y en la lejanía, el estruendo, ese que dejó boquiabiertos a los que tan gratamente desarrollaban sus vidas, pero que ahora perplejos por el fragor del asteroide, se preguntaban unos a otros sí sería su fin, viendo arder el cielo entre polvo y cenizas.   (112)

 

2.- Realidad

¡Ay!, así suspirando, cuántas cosas ¿no? El martes 6 estarían todas las noticias en la normalidad, donde el vaticinio ni parecería acontecer. Se miraban las caras, lado a lado y la semana entrante como si nada en una vida cotidiana, vieron que tal artefacto volador surcar sus cabezas, provocando una calamidad entre la población, tanto que, una cuantiosa cantidad de ellos emigró por la creencia de malos augurios. Entre tanto el clima cambiaría por unos días y la velocidad de la normalidad se vería afectada por sin número de nuevos personajes, conocidos de todos. Artimañas venían de los altos mandos, como otras veces a los pocos días, de la nada, todo desaparecería. (112)

 

3.- Desamor

Me enamoré dos veces de un aspecto, que en pseudociencia somete a los destinos a una cruenta realidad, la que ha de comprenderse por astros que habitan las lejanías de nuestra galaxia, quimeras que aparecen por el cielo como puntos en reposo a la distancia inimaginable, y otros que en la cercanía han de aparcar cerca de nuestra realidad con estruendoso aterrizaje. Un artefacto del espacio comenzaba a arder delante de todos, en un cielo rojizo, como ese amor ya no correspondido, que se veía reflejado en la sinuosa cola del asteroide, cuando entrando desde el firmamento, revelaba la verdad que en el fondo sentía, era por los zodiacos distintos. (110)


No son sus nombres, quizá solo una de las interpretaciones.

Recknoker


sábado, 27 de junio de 2020

La Bóveda Esdrújula

El héroe, ídolo para muchos, nacido del bajo el ópalo, en alguna ciudad de Bélgica. Su padre de Mónaco y su madre de Sudáfrica. De niño gustaba de las matemáticas, el álgebra y la aritmética. Nada caótico, pero algo fantástico, los números eran su pasión, algo veía en su interior, donde el cuadrilátero; lugar donde ganó muchas de sus batallas;y el triángulos con sus ángulos. 
Esto fue algo escrito por allá por el 2016 y también fue una prueba del sistema que tenía para compartir los links. 

martes, 23 de junio de 2020

Calle de la Desilusión

¿Qué era?, ¿qué fue?, ¿dónde estaba?, ¿qué sería de eso?, nada se respondía, y las ventanas se cerraban como candados sin llave y cerámicos llenos de pegamento, quedaba estipulado que nada estaba como ya había sido, el tiempo no me quitó nada, fui el culpable de varios problemas, en donde sostuve al cielo y lo  dejé caer, nunca creí ser poseedor de tanto y no creía que podía cometer tantos errores en tan poco tiempo, pero así fue, la noción de estos ni yo las tenía, solo sabía que nada era para siempre y así como atacado por el karma del tiempo, perdí legados y perdí recuerdos, fue estipulado que, ya el corazón vació estaba, con los ojos vacíos de infinitos, y las manos destrozadas, a me dijo una persona que tenía miedo del que pasaría conmigo y que tal afección podía provocar efectos que nunca han de ser pronunciados en totalidad, muchos temen a esos "dichos" en donde la respuesta es solo una, morir no era la verdadera respuesta pero si quizá, una escapatoria a los inútiles fundamentos que ya ni razón tenían, abandonar la vida como si no tuviera un valor ya, era me era preciso, pero no quería sentir que estar vivo era estar así, que los sentimientos te hacen sentir un impulso que se levanta en las mañanas, pero que a mente se quiere quedar entre las sábanas y no abandonar el "refugio" que tantas veces fue de más de uno. Estuve tiempos irreprochables así, a veces en lugares en los que nunca pensé vivirlos, en lugares ya conocidos, donde un par de gotas aparecieron en el rostro, como si no tuviera más en mi, y no, nada hacían desaparecer nada, ni vulneraban el simple efecto de lo que podía ser.
No estaba en mi ser, no sabía ser ni estar, era como un verbo sin vida, sin ansías, y corrompido por las significancias que me trajeron ahí.

Así avanzando, un día recuerdo caminar mucho desde un lugar entre la conurbación, en donde fui a dejar unos lentes, y caminar y caminar bajo el sol de agosto, me calmaba, pero se hacía chica la ciudad y no podía ser infinito ni el tiempo ni el espacio, eran cosas que no podía cambiar.
Recuerdo haber llegado a tal lugar ya muy concurrido tiempo atrás, y me senté en las escalinatas de la entrada, aferrado al sábado en donde partido de alma estaba, y nada fue como lo esperaba, una vez me dijeron una frase y así se cumplió, fue nada más quedando en menos, con las manos en el suelo y de cabeza gacha, espalda sin fuerza y sin alma, como una vez la mirada de una compañera de colegio me lo dijo: "te miro y pareces como que no tuvieras alma", es a veces que se va y otras que vuelve, es cuando es y cuando no, un tal vez que nadie maneja ni controla, porque resumiendo, el tiempo no da respuestas, quizá cura, quizá solventa, quizá cambia, a veces mejora, pero nada es contrario a la transición que pensamos, el tiempo fluye y el espacio queda quieto recordándonos los que era, lo que  casi fue y nos delimita a hipótesis de un futuro anecdótico y sinuoso.      

Y salimos, de las sombras

Recknoker

                   

El Sueño

El sueño

Tuve un sueño, contemplaba en el pequeño pasillo que hay al lado de la cocina, al salir al lado izquierdo de la puerta de la misma, entonces entre las sábanas blancas que tendidas estaban, apareció un personaje, del cual siempre he pensado que desaproveché tiempos que tuve en la niñez, mi abuelo; por parte de mamá; apareció, lo vi tan bien, tan fuerte y alto como estaba en esos tiempos, lo miré y corrí a él, lo abracé como nunca y la felicidad me llenó, sentía que estaba cerca de él y que podía tenerlo para apreciar sus conocimientos, y sus enseñanzas, entre las sábanas aparece también mi padre y la felicidad fue completa, estuve por tiempos infinitos abrazándolo y me alegraba poder verlo otra vez. Entonces saqué mi celular y le decía que nos sacáramos unas fotos para el recuerdo, para no olvidarlo más, las primeras con una de las aplicaciones de la cámara salieron corridas, pero después de un par de intentos, saqué unas selfies entre los tres que estábamos en ese lugar. Desperté y una lágrima cayó en el rostro, sabía que el sueño solo eso fue, y me quedé mirando el  cielo blanco de mi habitación, volví a caer dormido y el sueño se desvaneció, no soñé más, ni otra cosa ni con él.


sábado, 20 de junio de 2020

-algia

Con distinta participación a los días anteriores, cada vez más siento que el estímulo de la antigua soledad, es algo consiente, presente a ratos y vulnerado en otros, como sí las cosas contribuyeran a que, ya nada de eso de verdad importase. Estaba sentado en la mesa de la cocina tomando un café con leche, y un pan con mermelada, mientras nadie más aparecía, solo esperaba que siguiera así, el cielo negro detrás de las ventanas, la puerta de medio vidrio cerrada y el frío que inquebrantable disipaba el poco calor que había. Fue así como terminando una buena semana, la nostalgia "de mierda" aparece otra vez, a veces invitada por las canciones, por situaciones poco importantes en estos momentos o por la conjunción de una realidad que imaginaba distinta mucho tiempo atrás. El tiempo, la variable por definición de toda ecuación y que, por nuestros tiempos no tiene una definición absoluta, vulnera el paso de si misma, manifestando un par de artilugios que, no llevan a nada, pensar y pensar gasta ese tiempo valioso, que después de tanto introducirte en un tema, te deja ahí, parado, sentado, caminando o en reposo, pero con una casi "incertidumbre" que poco sirve, que poco apoya, que nada dice y tanto quita, la valiosa variable a la cual le reemplazamos nuestra propia incógnita, nos da una ecuación a veces indefinible, a veces sin raíces, otras solo con complejas, otras que, en el tan alto entendimiento de las matemáticas que se tiene en la humanidad, todavía no podemos definir donde nos deja o porque nos pone acá o así. 
Precipitadamente tratamos de explicar el por qué de cada una de estas interrogantes, pero, ¿qué son las respuestas que nos da?, ¿cómo interpretarlas?, analizar cada una de las posibles soluciones o el por qué de aquello o de eso otro, no me ha llevado a mucho, que quizá nada, como tendiendo a cero. Sí el denominador se agranda, la fracción se achica, y así al revés.

La nostalgia, el síndrome que quita momentos y que releva la realidad que ocuparía en inmensidad de otras cosas, pensar sin llegar a nada. A veces y con todo esto de la cuarentena, he desarrollado una cosa que no pensé que saldría, la incomunicación y como no saber ya, como relacionarme con la gente, solo con los que de verdad han sido mis amigos desde antes, pero en general, el "conocer" a otros, no lleva a nada, es más banal, que cuando hablas con alguien por el solo hecho de saber "cómo está" en esa conversación tan sin sentido, donde todo apunta a un "si bien y tu", "bien también" y el típico reclamo del por qué todo está cómo está o mera palabras sin sentido. Antes, quizá no poseía en magnitud, una facultad de comunicación, ahora solo es un atisbo de algo que pensándolo bien nunca fue de verdad. Siento que no soy el único que ha caído en esto.

Siguiendo con la nostalgia y el sentido de la "pérdida" de la comunicación interpersonal, ha magnificado ese sentimiento de incertidumbre en algún que otro aspecto de mi vida, que antes podía pasear por la calle y queriendo encontrar algo que llegase a cambiar el tiempo, que miraba las caras de los demás en donde nada encontraba, que pensaba en que música escuchaban los demás, o que sería de la vida en varios aspectos, pero ahora que el único horizonte que veo es el que se traza en la calle o por el lado izquierdo de la ventana mirando al mar, he notado que poco sentido tenía tanta pregunta, más por eso me fascina el simple hecho de la vida que crece en el borde de la ventana, los dos cáctus que crecen infranqueables y mirando el sol desde el amanecer hasta que se esconde por el otro lado de la ventana. Escuchando las voces de los vecinos, los autos pasar y las pisadas de quienes cruzan por la esquina del pasaje. Entre tanto de eso no hay mucho, solo me queda el sentido del corazón que ni yo sé donde estará, no se esfumó, solo cambió de sentido, quizá en dirección compleja o en soluciones con discriminante negativo, donde aquella fórmula no podía encontrar resultados exactos. Casi todo lo del último párrafo nada de sentido tiene. Espero se vaya esto y no vuelva, como así se fue toda la semana y me dio tiempos de productividad y de sonrisas sin sentido, solo mirando el sol entrar por la ventana o el sonido de la  lluvia en el techo, o el color del cielo en cada porción del día. En estos últimos tiempos han cambiado esas nociones de lo que es la felicidad, o de por lo menos lo que se parece a ella, con representaciones un tanto introspectivas o algo materiales, pero en falta de algo esencial o de una constante que no haga descaer la gráfica del sentido, donde fluctuar de arriba abajo ya no es el comportamiento arraigado, sino que se agregan dimensiones de vez en cuando y en otra es solo una proyección en alguno de los ejes, no sé cuál, pero algo así es. 


"Sustalgia"
Los mismos lugares y las mismas entrañas, los mismos recuerdos y las mismas diferencias, los mismos pensamientos y las distintas realidades, el mismo tiempo en diferente espacio, la misma tempestad pero distintas nubes, el mismo calor pero en diferentes brazos, el mismo líquido en distintos recipientes, la misma energía en distintas pilas, los mismos controles en distintas direcciones, los mismos vaivenes en diferentes órbitas, los mismos sonidos en diferentes posiciones, los mismos quehaceres en distintos momentos, la misma rutina en distintos personajes, la misma nostalgia pero con diferentes resultados, el mismo molido en diferentes hojas, los mismo recuerdos pero en distintas mentes. 

(Como para mucho, después de escribir algo, siento que no sé que título ponerle, que "quizá" hay tantos temas tocados, pero ninguno atribuible para ser nombramiento real, o solo no quiero dejar muy en claro cuál fue ese tema tan "profundo" del que hablé, entonces es ahí que busco entre nombres de canciones o en parte de sus letras, un atisbo de algo que sirva, que me convensa más que los demás, o que solo, se tome a variada interpretación, tanto así que en antigua eventualidad, un nombre formado en sílabas terminó siendo el título de una y malinterpretado, significó un cambio de concavidad, que nunca se recuperó.)


Y si, salimos de las sombras, así mismo como explicado mucho antes, no recuerdo cuando, la frase fue sacada de una escena de una gran película, "Soy Legenda"

Recknoker.


Bueno, como veo que Spotify no me dejó compartir una playlist que llevo haciendo, de vez en cuando hace algún tiempo, les comparto el link.

Playlist Spotify

Y si, me pasé su rato tratando de agregarla, pero creo las buscaré en Youtube y pondé el widget, por ahí, si es que se puede, eso. Y todavía esto no tiene título.

-algia: es un sufijo que procede del griego "-algós" e indica "dolor".

sábado, 6 de junio de 2020

Estepa 1

De sueños pálidos y enrevesadas conversaciones a solas, la tendría la suerte apostada a un 7 pares y medio de números, en donde la "estadística" y los nuevos conocimientos daban a esclarecer lo que se creía ya ganado. Un número tan inmenso de probabilidades, por solo decir que leído en forma matemática seria: "15 sobre 25", el binomio de Newton haría su aparición para dictar ese número de combinaciones posibles, para tan apuesta tan banal y a la vez tan poco precisa, infimamente diría. Pero solo eso era una parte del sistema que convertía cada objeto, obstáculo, onda o partícula, de su ser en un intricado conjunto de calamidades, buenas enseñanzas y cuantiosas historias, en una cobertura de células ordenas. Como no había otro refugio, fue en él donde terminó. El rayo que cayó del cielo aquel día, donde el sol colmaba las fauces, y el suelo brotaba su calor, convirtiendo todo en la resequedad que los nuevos tiempos no querían, pero que proliferaba en tal magnitud, que cuerpos de agua en dicha tierra, escasos han de ser. Primero la buena nueva de un tormentoso invierno, a pesar de las dificultades, el líquido de color transparente era de real necesidad, desperdiciarlo, no era ni buen visto por peces y animales terrestres que miraban de lado a lado. Quizá en su noción no era de total realidad, pero el sol que pegaba fuerte enloquecía por momentos su sed de un cambio. Distraído por la inmensidad de la llanura que cada día miraba y a la lejanía, el corte que del que nada conocía, ni saber donde estar ni  menos donde estaría, el tiempo lo proveía de cuantiosa luz y frutos verdes que crecían un poco más allá, donde se escondía el sol. 
Los pies helados y las nubes caídas, el cielo de color negro, y los pocos puntos a distancias inconmensurables que se veían claramente, solo suponían un nuevo aviso, que la luna saldría del lado derecho de la ventana, entre el marco lateral que salía de cuadrado dela ventana. Se alzaba sobre todo lo que nos era y no nos era prometido, siempre estuvo y siempre estará, por lo menos eso es lo que sé, que todavía no nos chocará o se alejará de nosotros. Impactado por la magnificencia de tal ser nocturno, sabría que desaparecería un día de a poco, y volvería a nacer de la misma luz que se le fue arrebatada, para aparecer en el trazo que circunda la bóveda celeste. De cuerpos celestes llenaba las noches, cuando miraba el pasar desdichado por la pérdida, añorando el futuro, pensando en su presente, viviendo entre lo que se le iba, en la muerte de sus células, en el renacer de otras, y en el crecimiento que volvía como el ciclo de los asteroides, los llevaba de aquí para allá, dejando su estela en acercamiento al sol, nuestra estrella, la que le daba el calor, le daba la sed y le proveía de colores rojizos todos los días por las tardes y de alarmantes amaneceres en la lejanía de la estepa en donde podía sostener sus manos al cielo y agradecerle cada segundo que se fue, cada minuto que llegó y cada nueva hora que vendrá, por los poros saldrían sus sales, por su nariz el dióxido de carbono que era llevado por la sangre hacía los pulmones y que fuera reemplazado por el oxígeno vital que los ya cada vez menos árboles daban. En su punto de vista,la totalidad del verdor de las estepas se había ido, el desconocía los verdes prados del otro lado de la linea que no terminaba jamás. Eran comienzos y futuros, se preguntaba cada mañana después de todo el día anterior, el nuevo paso que daba, estaría bien, sería mejor o un nuevo día sería la oportunidad de percibirlo de otra manera,  será total así, sería posible volver tanto el atrás que cambiar el destino sería tal que nada de la nada, tuviera la misma forma, sin nada en que pensar, pensaba en las realidades que no conocía, veía  los puntos nocturnos y el polvo estelar que cubría todo, la majestuosa imagen del nuevo cielo de cada nueva noche.

lunes, 25 de mayo de 2020

SinNombre1

-Entre que comenzaba otra vez el intertanto casi infinito, se pronunciaban palabras y se creaban pensamientos que dejaban atrás otros, como no era posible saber que iba a ser, las "buenas nuevas" no tenían momentos para aparecer, eran más efímeras que cualquier otra cosa, se volvían estrepitosamente hacía abajo, cayendo en picada, a veces el largo tramo de caída las hacía volver, otras se quedaban cayendo en el vacío infinito, como si de números no bastara, con un poco de aquello y nada de lo otro. Sentido a veces ni tenía, era pronunciarse por pronunciarse, el clima estaba tan intermitente, las reglas estaban hechas, las manos estaban amarradas sin cuerdas entre ellas, las sillas no tenían patas y los televisores carecían de colores, el clima se tornaba falso y poco recíproco, eran tiempos de barbaridades que nadie notaba. Punto a punto entre las calles se miraban las caras con la mitad de ellas cubierta de un fondo blanco o multicolor, pero aún cuando las necesidades eran tan poco empáticas con la realidad, eso que llamamos tiempo se volvía cada vez más corto. Eso que decían de ir de acá para allá estaba de manera uniforme, prohibido por el tiempo, como si nada tuviera espacio, solo un eje en el cual se desplazase, ni entre los libros apilados en la última biblioteca del corazón, quedaría tan poco espacio entre los dos, era simple y llanamente, un vacío que había que rellenar.  A pesar de estar roto por dentro, el sin número de nuevas variables hacía que fuera un pequeño problema el buscar soluciones, pero ¿qué es más entretenido que buscarlas?, cada uno tiene su propia opinión, era cosa de preguntar y preguntar.
El soliloquio solo condujo por la carretera y con ello, un nuevo paraje para recorrer, sin siquiera saberlo, el fin no sería encontrado, o todavía no se sabía de su existencia, solo se tenía la certeza de que aparecería, o sería primero el fin o su fin. Un poco de aquello no tenía nada del otro, solos, separados, con malas costumbres y nulas realidades...

lunes, 4 de mayo de 2020

Espacios no Euclidianos

¿Todo era o todo estaba?
Las maravillas de la ciudad y esas manifestaciones de los días, con el río sin fin, con las noches de maravillas, con el clamor de la vida que se creía completa, con los altibajos, las nuevas esperanzas, el diseño de las calamidades y las soluciones de las ecuaciones, tantas variables y todas se fueron a cero, igualadas en lugar de ser reemplazadas, con las anécdotas entre los dedos que se iban de camino a casa, al hogar al que se extrañaba llegar, de pronto fue que nada tenía sentido real, ¿todo se fue? vacío por dentro, seco de todo lo que alguna vez estuvo vivo, de ramas rotas y de raíces sin agua, de hojas que caducaron y este invierno que se acerca y pareciera ser infinito entre los números que todos los días cumplen su aparición entre las clases y los cuadernos, entre los códigos y las alucinaciones. Anoche un sueño culminó el pesar, dejando entre ver la poca respuesta que tendría esa gran pregunta, esa pregunta que se hizo, donde sin recordar nada más que el actuar ya nombrado, se esfumó todo recuerdo de el, solo quedaban pedazos en el espacio, la gravedad no se los llevaba ni los atraía, flotaban en la incertidumbre de querer ser algo, que ya nada eran, completamente dejados de lado, con un atisbo de algo que vendría pero que, fue peor de lo esperado, no había ni sentido ni magnitud, ese vector ya ni escalar era, ¿dónde quedaban esos días en que el sol brillaba detrás de todos nosotros?, ¿cuándo el tiempo se haría presente?, ¿cómo fue que las anticipaciones hicieron perder la vida sin siquiera saberlo?, de antemano ese "para siempre" fue una resolución ilusa de la verdad, sintiendo que las canciones y sus tantos dichos, dejaran una verdad expuesta, un sentido que no tenía sentido ya, como se dijo, ni escalar era, sería solo un número entre los demás, entre la infinidad de ellos, de lado a lado, mirando en las tres dimensiones, donde los límites no eran iguales, otros que tendían a vacíos y otros que cambiaban la concavidad, pero, ¿qué sería de las demás formas?, ¿qué sería de las manos expuestas sobre el lápiz que teñía de su negro color los cuadros blancos de quela papel?, cuando encontrar las raíces de tantas variables no era posible, sin fórmulas ni artimañas, ni con diferenciales, porque era imposible crear un nuevo modelo cuando ya todo estaba escrito, no habría otra representación de la realidad más allá de la vivida, era posible encontrar algún que otra solución particular pero solo en casos restrigidos, nada de generlidades ni expansiones, nada de cambios de variables ni de integraciones, era solo un soliloquio, un monomio que ni grado tenía.

Fue cuando, ¿cuándo fue?, en  las llamas de los cerros, caminar descalzo comenzaba a ser poco  recíproco, era uno pero no existía su inversa, no era "uno es a uno" ni sobreyectivo, ¿entonces? para que seguir con el ejercicio si ya se sabrían las respuestas de antemano, mirar detrás de la tapa para poder ver el real resultado, todos lo decían, era como no saber algo que sabía, algo que conocer sin haber conocido, un resultante del producto escalar, la perpendicularidad hacía todo cero, cuando no habría vectores que conocer ni puntos que investigar, ni con reglas ni con compases, nada de música, nada de geometría, nada de espacios, solo vacíos, ni puntos colineales ni lineas paralelas, nada de la geometría euclidiana, eran espacios sin forma.

Todavía quedaba una semilla detrás de las ropas, en el intenso frío que se formaba, el número que vacío era, siempre formaba un conjunto, el del mismo nombre, donde a pesar de ese vacío infinito, la continuidad no se interrumpía, era posible sacar algo de ahí, quizá con nuevas matemáticas, con nuevos conocimientos más allá de nuestros confines, porque de eso se trata todo, de sacar de donde no hay, de estudiar el plano que forma la dificultad, de las raíces que solo se dan en plano complejos donde la "i" era el nuevo complemento que caminaba por el sendero de esa respuesta que en otros planos no se encontraba, rompiendo las respuestas con un punto que antes no existía, era así que nacieron nuevo, ¿ha pasado?, nada ha pasado, eso es lo que pasaba, todavía nada estaba escrito, ni en cuadernos ni libros, menos en la tela del espacio-tiempo, cada destino formado de nuevo tomaba tiempo, miles de años quizá, así nacen las estrellas, del tumulto de gases que por la gravedad se convierten en un nuevo ser, dando vida y  matando otras, todo se creaba o se transformaba, ahora queda la segunda parte de lo dicho, la nueva y refinada conversión a un nuevo andar, uno de los que antes no estaban, dejando por detrás las manos, de frente al universo y rodeado de cuerpos celestes, cada uno quería girar, cada uno quería la energía, cada uno quería el calor que provocara vida, o algo parecido que valiera la pena ver para poder existir tras la aparición de las nuevas luces en nuevos cielos.

Entre que fue y vino, nada quedaba, solo un par de copas vacías con pequeños atisbos de un líquido morado, era ese vino que se tomó las fauces y que convirtió en desdén el futuro que vendría, porque nunca sabes que hay hasta que se ha acabado, nunca se sabe de la realidad hasta que esta se ve en peligro, nada de lo que estaba por quedar quedó, solo dejó un rastro que no se seguía, sino que solo aparecía tras recorrer antiguos parajes, el clima era raro cuando el espacio y los trazados de antes en el piso se juntaban. formando un plano que ya no vivía, uno que solo se formó para ser ejercido y se esfumó, así continuaba la realidad, todo eso era parte de segundos, quizá todos hayan vivido el ejercicio de una realidad casi así, punto de vista, si es cóncavo hacia arriba o hacia abajo, puntos de vista nada más, así se completaban los días con esos vaivenes, como ondas, como fuego pero también como frío, aún así, el show debería continuar.


¿Sombras?

domingo, 3 de mayo de 2020

Cero sincero

Caminar, punzón en la mano, atado de boca y con los ojos abiertos, pupilas desgarradas y el pecho sin corazón, de antes que todo fuera, el amanecer todavía estaba lejos, las alcantarillas se llenaban del agua que caía desde el cielo, la negrura de la noche y la ausencia de la luna y las estrellas, harían más fácil la escapada. Él con las piernas ya desechas de correr de acá para allá y de tantos meses preso de su realidad, fue que se levantó, con las últimas fuerzas, el sigilo y la calma no eran aliadas, ya que la poca cautela podría hacer despertar a sus captores. Era de temor infundado cuando las noches de esta noche caían, ni con total seguridad sabía sí saldría vivo de esta, con las manos ensangrentadas por su escape, fue que corrió lo que pudo, atravesar el muro sería la parte más complicada, por su salud y las graves heridas en parte de su cuerpo, no se sentía a gusto, nadie lo haría en realidad, era manera real, una persona inocente, pero las leyes en tiempos de guerra no recurrían en las verdaderas, el clima de su mente solo estaba soleado detrás de la escapatoria que en momento como este lograría. Pensar en casa, en la vida, en sus antiguos refranes, esos por los que era conocido, pensar en la antigüedad fue cosa fácil, ya nada le quedaba sí no se alejaba rápido de aquel lugar. Entorpecido por los charcos y la grandeza de la lluvia que caía, la mediana oscuridad y todo ese poco aliento que no lo detenía, salió del lugar, nadie lo esperaba, hasta raro se le hizo, el que nadie lo esperase, que nada lo hubiera detenido ni alertado a los demás, estaba con la mente clavado en salir, en llegar, en escapar, ¿escapó de verdad?, el sueño lo contuvo y el calor lo comenzó a sacudir, un ardor nada efímero se convirtió en su nueva realidad, la maldad que siempre estuvo se apoderó de sus captores y, como ya nos les servía, es que entorpecidos por la razón, lo quemaron vivo dentro de sus aposentos. Nada nunca se les escapó, nunca nada se les fue, todo estuvo dentro de su mente, ni el ardor ni la escapatoria eran la realidad, solo estuvo meses y meses en una cama en un hospital de un país lejano y sin explicación, donde no se hablaba su lengua ni se usaba su moneda, ni personas eran, ni animales tampoco, seres sin cara se apoderaron de su mente y la usaron para satisfacer una realidad impregnada dentro de ellos, la realidad de una vida llena de violencia.

viernes, 1 de mayo de 2020

Decolora la Verdad

Todo se dispersó, la calma y el ambiente se volvieron humo en el aire y las necesidades ni eran de real importancia, la realidad era intransigente y se convertiría por tiempos, en esas manifestaciones que nada ni nadie quería vivir. Perdida, ilusión, abandono y calamidad, caminos y más caminos, entre la niebla el piso quebradizo se forjaba, contribuía a la barbarie de tiempo atrás, no se conformaba con tan poco, quería un paso más allá. pasos y más pasos. ¿Entonces?, entonces nada, ¿qué pasa?, nada pasa, eso es lo que pasa.

Se permitían un par de veces los fracasos, con atisbos de resguardos, para parecerlos más afines, para hacerlos parecer menos malos o con menos verdad, pero ¿qué es esa verdad?

Cuando el sol pegaba nada de fuerte en esos meses del pasado, las antiguas calles y mientras el recuerdo de la nada fulminaba los cimientos, fue que desvelado entre los demás, la forma en la que serían los días, sería revelada, no tendría cabida seguir, llamar, acontecer la realidad que no llegaría. Siempre hablar de realidad perturba el alma, ¿qué me dices de eso que tanto querías pero que lo truncaste con actos?, ¿qué más hay que decir sabiendo que...? ojala hubieran sido más palabras las que se cobijaran, las que formaran lineas en el cielo, diversificando las nubes con sus formas, las estelas de luz con su palpitar, cada cosa tenía un camino que cambiar, como completar un dejo que nunca se dejó, las piezas ni siquiera estaban, el puzle venía inconcluso desde la fábrica, con restantes piezas y con más de alguna repetida, que se trataba de acomodar en cada una, en cada una de las que no eran su lugar, ¿por qué?

¿Cuánto tiempo caminando?

Pasaban los días, las noches, las marchas, las festividades, el calor, las clases, los términos, las notas, el frío, las tardes, el clima, la dominación de una cosa que no tenía en mente... decolorando la verdad.

¿Colores?

¿Desde cuando caminando por lo bordes de las parcelas, los colores se hacían presentes? Solo quería una pequeña parte del color, conjeturas de la realidad, con un tanto de la nada en las manos y tan poco del todo en la mente, el tiempo y las palabras no abrían pases entre el cielo y las estrellas, la luna salía cada día y sin porvenir anunciaba ese recóndito momento, en donde todo, se esfumó.
Ahora en la precariedad de los sistemas, las nubes negras se posan en el cielo raso de la habitación y los nombres que existían, eran ya nombres nada más, como palabras banales, como vasos vacíos, como libros sin hojas, como ventanas en donde los vidrios han de faltar, y ¿qué llena el espacio cuando el calor se va?, solo frío, estigmatizado y poco querido frío.

Finalmente se tumbaron las manos
Recorriendo el piso con su palmas
Inconscientemente encontraba destinos
O, ¿era solo una mentira más?

Y, en la linea invisible, inalterable e indescifrable, de donde comienzan otra vez, las sombras.

domingo, 19 de abril de 2020

Gravedad

La gravedad de la gravedad. Cuenta con extrapolar esas sensaciones a manifestaciones algo cotidianas, donde cada punto cuenta en el cielo negro de la noche que después de que el sol se va, se aproxima a llegar rauda y sin contemplaciones. Esperando que surgiera la luz detrás de la oscuridad, con la poca energía que creaban las reacciones, donde las colisiones de la materia interna ya carecía de un valor, no había prudencia al avanzar, era todo así como fue y como seguirá siendo.  Notablemente creía que las cosas iban a ser diferentes, de otra manera, una que valiera la pena vivir, donde la gravedad atraía las  nuevas circunstancias, donde el calor de las colisiones internas, hacía renacer cada vez más es sentido de vida que producía la razón, donde cada astro no era más un punto nefasto en el cielo, en ese cielo donde el sol todavía habitaba, donde la luna, el satélite de nuestro mundo, aparecía rauda en algunos días y en más noches, acompañando esas tardes y mañanas, que eternas fueron, donde no importaba la realidad, era el tiempo quien la construía, la que colaboraba con el seguimiento hacía lo bueno, hacía lo porción de realidad que valía la pena vivir.
Quien construía los futuros, fue quien destruyó la porción, quien mismo tuvo realidades dentro, fue quien colapsó el piso de los porvenires, nada parecía, no son tiempos venideros, ni una alteración de ellos, no son tiempos porque el espacio que los confinaba a ser quienes eran, ya no es, y en la conjunción espacio-tiempo, la verdad, uno afecta al otro como el otro afecta al uno, no somos seres unidimensionales, la bidimensionalidad de esta tan afectada realidad, poco tenía ya de ese condimento que completaba la vía láctea, en una ensalada de planetas, de estrellas, de mundos, de vida, creada y destruida, ¿cómo renacer de las cenizas sin ser fénix?
El polvo cósmico que se junto por acción de la gravedad, formando primeros seres, primeros astros, nubes de polvo y una multitudinaria colección de cuerpos celestes, algunos nunca descubiertos y otros que asesinaron  con su perdida de materia y grandísima gravedad, la prosperidad, de la que ya nada quedaba. Así el cielo azul se convirtió en negro, se tornó desprovisto de astros, son luz más allá de la que se palidecía tras la pérdida del sol, que se esfumó.
Las grandes esperanzas de un nuevo y real acontecer, manifestaron en cuanto fue presente el nuevo recaudo, una desdicha de algo que no funcionó, la verdad, nada quería ser como quisiera que fuera.


Encumbered forever by desire and ambition
There's a hunger still unsatisfied
Our weary eyes still stray to the horizon
Though down this road we've been so many times

The grass was greener
The light was brighter
The taste was sweeter
The nights of wonder
With friends surrounded
The dawn mist glowing
The water flowing
The endless river

Forever and ever

High Hopes - Pink Floyd

El río que dejó de fluir, el pasto que se secó, los sabores que cambiaron, la luz que palideció, las noches que de cielo negro eran ya, no llegaron al río sin fin, cambiaron dirección, las malintencionadas situaciones, fueran artífice de malinterpretadas situaciones, y ¿dónde después?
El constante desapego, despega mi alma de la carne que se queda atrapada por la gravedad, por ese artefacto que, nada podría llegar a explicar.


viernes, 27 de marzo de 2020

¿Cuál es...Uh el trato?

1.- En medio de las diferencias y el plano de la playa, las olas y el ritmo ajetreado que había provocado el tan cercano contexto, despertando hacía la realidad con la noticia, la pérdida fue el factor cúlmine, un punto de inflexión, en el cambio de la concavidad, fue que ya era solo hora de desaparecer, el tiempo quita la vida de los demás con los segundos que se van y los tantos arrebatos que las combinaciones hacen, que producen todo de la nada, que de un momento a otro, todo se va, se nos van, la vida tiene varias partes, pero el final, para el tiempo es la verdad menos esperada por tantos, el añorar cuanta vida, y que todo se vaya de las manos en seguida, complicado es. Se esfumó un alma de este mundo, quizá donde partiría, nadie lo ha de saber. Así fue.
Entre que ya solo quedaba la soledad, el ánimo empático siempre compañero se pone en el lado del otro, así que las cosas también afectan, caminar era la razón, solo se estuvo ahí por el hecho de reunirse, y quedaba ir a casa, las noticias que días después vendrían, por parte del acontecer mundial, dejarían impactados a todos, y la euforia ha de volverse natural. Los días han pasado, nublados de un cambio de mes radical, de tarde largas y llenas de sol, a amaneceres eternos de nubes que cubren la ciudad a toda costa, a veces el sol sale en el horizonte en la tarde, entregando una luz entre amarillenta y naranja, en ese intervalo donde pasa por el final, saliendo de entre las nubes lejanas y escondiéndose detrás la linea que cubre el último rayo del sol. Momentos hermoso, único y en esta época frio, pero a gusto de tan grato espectáculo. Se fue otra cosa más, el tiempo de esa tarde, se terminó por pensar que nada de esto era real, subiendo por la avenida principal, los árboles ya dan atisbos del la nueva estación, pensar y pensar, la música resonar,el sol se va y aún queda por llegar a destino, ojalá la ciudad fuera más grande para caminar y caminar, que nada pase pero solo caminar, que la eternidad de un recuerdo de la capital, se hiciera realidad, una eterna ciudad, aún así la realidad es más placentera y se refugia en lo que es, una gran ciudad.


2.-Ni siquiera número tendría que haber, ni tendría por qué hablar de esto. La verdad es que el sentido nunca está tan pronto para ser visto, que aunque se reme en la marea más alta, esta conduce por donde debió ser, no hay a veces porque luchar sí el gradiente solo lleva a ese momento donde, una "verdad" que era "verdad" antes de una particular "mentira" piadosa que nunca hizo real acontecimiento, como ser el principal en una obra pero ser más incidental que todos, por no haberse revelado el sentido real de la obra, donde se escondían los porvenires, que en tantas canciones ya estaría escrito ese final. ¿Final?, nunca comenzó, ¿cómo tendría un final? Particularmente todo esto parecía tener un futuro, pero no, no fue así.
El desinterés es algo que no funciona. Partir tan pronto tampoco, partir después menos, ¿cuándo es el tiempo?

Tenía más de esta idea por expresar, solo no quiero ser tan explícito, no sirve para que el serlo.

lunes, 2 de marzo de 2020

Antes de todo, el palpitar quería revelar el futuro. Daba saltos en un momento del viaje matutino, fue dejado de lado por el hecho de no encontrar razón al ser, pero cuando pasaron los tiempos y minutos nuevos surgieron, unos tras otros, para dejar ver el por qué, de un aviso premonitorio, un recuerdo del futuro. Cuando la ventana era la única compañía hacia el destino segundo del día, fue que sucedió, se interpretó como un atisbo de ese pequeño tiempo tan remoto, ahí tan cerca pero en la infinidad del universo, más allá de cuerpos celestes, más allá del rojo, más allá del fondo, allá en la situación, la que se perdió en el nido de calles, con una infinitamente corta visión, donde fuera el palpitar, avisaba lo que sería, algún día tendría que suceder y nadie sabría cuando, nadie sabría. Era predecible.

martes, 21 de enero de 2020

Las etapas que se vivían en la aparente realidad de los días pasados, del desapegos y de tantas manifestaciones que, sin equivocarse algún día iban a llegar. Llegaron, nunca lo creí así, ni cuenta me di pero como todo pasa, y nada nada dura para siempre, el desdén de los nuevos tiempos ya era infructífero, de mi parte para nada, pero el otro porcentaje de preparación, estaba desligado ya, poco se manifestaba y poco tenía en la mente, pasé a otro plano, no era la primera vez que algo así me pasaba pero, esta vez lo era de otra manera. así y sin más todo se volvió negro, el alma, los días del invierno que ya terminaba, los dichos por acá y por allá, los momentos, los recuerdos, el tiempo, las formas, el rostro, los ojos y cada artículo que una vez, o más de alguna vez fue de presumida razón, un punto de encuentro o de recordado valor, ya nada tenía un sentido, no estaba ni estuve, los días eran banales, se sentía el frío pero nada se sentía, estaba roto y desprovisto, caparazón al descubierto, roto por un mazo, ese que se ocupara destrozar los cangrejos al ser hervidos y comidos, pero en este caso, la situación no me había echo morir ni ser hervido, pero sin recaudo, fue que pasó, y pasó y así es la vida, que pasa y pasa. Suena el cliché de algunas cosas que no están, que las miradas tiempo después ya no eran lo mismo, que la rotura de los tiempos hacía no sentir nada, no padecer de dolores más allá del vacío, se sentía tan intranquila la realidad, con un toque de marchas y canciones que nunca olvidé, solo la dejé de lado para otros tiempos, tiempos como esos, tiempos de padecimientos y de casos sin explicación. Las ruinas y las manifestaciones hacían que todo estuviera en sobre cimientos que se hacían añicos cada día más, con cosas por ahí, con lágrimas, con recordados lugares y tiempos, que ya, no, iban a volver. Y así se sigue, el tiempo no para aunque quieras detener los mejores o peores momentos de la vida, la tela del espacio-tiempo me convirtió en algo que nunca imaginé, en otra persona, con los meses y la tan desagradable sensación de de querer algo mejor, fue que protagonicé variados capítulos de cosas que no pasarían y, si, acá se sigue, no sé como detener todo, sabiendo que nada se detiene.


Iba a escribir algo más pero esto salió, habían canciones a las que les tenía temas, pero salió esto, fue y acá está.


lunes, 20 de enero de 2020

Bajada y Laguna (1)

La bajada

La linterna roja guiaba el recorrido nocturno de bajada del cerro, concentrado solo en llegar a destino, ni preocupado por la distancia ni el frío, ni por ese calor provocado por la caminata, entre el peso de la mochila y las dos manos ocupadas, linterna roja y bastón. Bajando y bajando, íbamos, a veces guiaba yo, a veces el que se pusiera por delante, seguíamos bajando la ladera que esa tarde pasada, nos hizo sufrir, un sufrimiento que tuvo la recompensa de llegar a la laguna. Linterna roja acompañaba, y el camino seguía y seguía, del lado derecho, se escuchaba la quebrada que llevaba el agua desde la cordillera hacía el punto donde se uniría al río que más abajo estaba, en la parte baja de una ladera del cerro, que esa noche bajábamos, entre llegar y el pasar del tiempo, deben haber sido entre una hora y una hora y media, que caminamos sin parar, era de bajada, costaba menos y el clima de la noche del valle, bajando desde 2900 msnm, era de manera, hermosa para una caminata de descenso. Iba casi siempre en las primeras posiciones, entre los 5, que seguíamos el paso a paso de cada una, era solo caminar y caminar, entre momentos, parabamos, mirabamos el sendero algo olvidado y seguíamos al encontrarlo. Fue cosa rara, y sorprendido quedé al escuchar un río de la nada, que fuerte venía, y pregunté algo alarmado: "¿este es el río?", si, me dijeron, con voz, un poco extrañados la verdad. Yo sorprendido, decía para mi, "ya falta menos", esto es como la mitad, y no, nunca fue así, el camino recién comenzaba, la ida fue menos en este tramo de ida, pero de regreso, las cosas cambian, y quizá se lleva menos, pero es el cansancio que ya pesa. Decía en mi mente tipo 12:30 del día anterior, cuando todos cansados y quemados, por el implacable sol que dejó ver temprano por la mañana, pero oculto por la cordillera, nos alcanzó tipo 08:30, de ahí ya nada es lo mismo, caminar de noche es una mejor idea.
Así seguimos bajando, cruzando el puente y entre la majestuosa oscuridad y la luz de las estrellas en el cielo, fue que perdíamos de vez en cuando el sendero de verdad, un par de ranas aparecieron, y una que otra lagartija, había vida nocturna. Senderos por acá pero siempre una señal inequívoca de que era por ahí, tres o más piedras planas pero de diferente área, puestas una encima de la otra, y marcaban con cautela un sendero entre las ramas que llegaba a un lugar que, si, la verdad era por ahí.
Así una parte se cortaba y llegabamos a otra, casi no miraba las estrellas, nuestras linternas encandilaban el hermoso cielo.

Laguna El Cepo, primera parte.

Después de almuerzo, 3 de 5 ya se iban a dormir, el sol pegaba fuerte y las carpas eran hornos, o quizá solo la mía lo era, aún así un compañero durmió ahí casi toda la tarde, después de que me dijera que estaba cansado y no quería todavía ir a recorrer la laguna, mala desición de cada uno, entre las ganas de recorrer, salí por ahí, recorrí de primeras la parte por donde llegamos, después desde un lado de la laguna salía un riachuelo que llevaba a la cascada de donde sacamos agua y llenamos las botellas, fue de las mejores aguas que he tomado, venía pura de la cordillera, filtrada por las rocas y las plantas, sin minerales, que volvían a la tierra, así fue que encontré la ladera que después visitaría. Entonces decidí subir, llegar a las rocas que estaban frente a nosotros, frente a las carpas y la laguna, llegué bien arriba, divisé todo, desde el pantano que estaba frente, donde los caballos pastaban, hasta nuestras carpas del otro lado, un panorama que volví a ver tiempo después pero desde unos cuantos metros más, cuando seguí subiendo, para apreciar cada detalle, sonaba Echoes, después Breathe, o alguna del concierto en Pompeya, el éxtasis de la altura y de conocer, conocer y ver cuanto más había, que ese aunque fuera tanto, era el comienzo de otra caminata que más larga y difícil sería, pero todo valía la pena, el cansancio, el sudor, el calor, la comida, la poca agua, todo, era el momento de libertad más majestuoso, el viento, la vista, los cerros, el nacimiento de todo este río,la vida que vivía por ahí, las rocas, el pasto, el agua que daba vida a los cerros, era un grandioso momento, de esos que pocas veces se sienten, ahí estuve, solitario en la cima del cerro que estaba en la laguna los 2900 msnm que ya habíamos subido desde las 8 horas que nos demoramos en llegar, pero llegamos, y fue una recompensa espiritual, la verdad de las cosas no se aclaró pero inspiraba el aire de nuevos tiempos, desde ver en la noche la luna recorrer de un lado para el otro de los cerros y desaparecer en la noche, hasta ver las estrellas salir, siempre estuvieron ahí, solo escondidas por el sol de cada día.
Seguí en la travesía, bajé un poco, por la parte de atrás,llegué al otro lado del cerro, el que daba la ladera hacía el río Cochiguaz, y para sorpresa, quizá deben haber sido unos 500 m de ladera si un poco más adelante me hacía, una caída libre que, era mejor evitar, escuchaba el viento fuerte soplar y me apoyaba en las rocas para no caer, otro rato me quedé ahí y seguí, me devolví al riachuelo y seguí por ahí, entre las rocas de delante, pasé, le grité a un amigo que justo salía de la carpa, para quizá qué, que me viera, y con incertidumbre me dijo: "¿que hací ahí weón?,", recorro le dije, y seguí mi camino.
Continuará.