Le sonreía a la casualidad de saber, pero la verdad no sabía nada. El llamado de ayer me dejó más en la cuerda floja del no saber, porque aunque dijeran que "nada a medias y todo completo", la verdad sigo sintiendo que he sido de a poco desplazado, que he contribuido a eso, y que a pesar de que mi forma diga que los actuares últimos fundieran de manera provechosa la realidad, por la parte paralela, las formas han sido de manera variable, y quizá hasta equivocada, ¿cómo saberlo?, si cuando elegí este camino, solo apoyado en las palabras de aquella tarde, donde después un amigo me dijo: "estai igual que antes entonces, en nada", y para que variar de su raciocinio si la verdad fue pronunciada inequívocamente en ese instante, ¿entonces?, o ¿son solo desvaríos de esta realidad que no puedo contener?, si las cosas han de fluir, que fluyan pero el rio de mi tiempo ya no necesita esperas ni futuros que no se van a cumplir, porque sin que fuera verdad, nada de respuesta he obtenido, solo las palabras verdaderas, que al parecer, se han ido bifurcando en realidad, con la cumbre resquebrajada, y las astillas de las laderas, comenzaban a decaer por el propio peso de la gravedad innata. Sentía una felicidad que me ha costado mantener, porque dejaría todo lo demás de lado, sí la manifestación verdadera de este pedazo de carne que me compone, pudiera sobrellevar la espera que continúa y al parecer, no tiene un cause justo al que recorrer, porque la libertad ganaría si fuera posible no sacarla del camino. Se es libre de muchas maneras.
miércoles, 23 de diciembre de 2020
lunes, 21 de diciembre de 2020
"S"
No era de esperar, porque los días ya me habían puesto las respuestas sobre la mesa, y ¿qué hacerle?, nada tenía en la mente, solo la noción de que aunque fuera solo salir como antes, un antiguo pero nuevo recuerdo volvería a mi vida, era la presencia que siempre estuvo, pero que esquiva ha sido, como si fuera posible que todavía se mantuviese y así se conservara por tiempos, ya casi unos cuantos años, para que decir cuantos. Fue así que calmado por la necesidad y esa manifestación que no creía que volvería, caminé por el antiguo recuerdo, como una realidad ahora, como debió ser en ese instante pero que por el contexto que vivía, se notaba dificultado, eran otros tiempos que ya pasaron. Solo esto de lo que hablo, quedó y se fue ramificando por doquier, manteniendo en pos la realidad que esperaba el momento justo para salir a flote.
Y quizá ahora si es, cuando tus palabras se adelantaron a las mías y cuando el roce ya era tan corto, que hasta no podíamos sentir, pero que perturbados por el virus que circunda, todo se tuvo que posponer. Con el tiempo, "cuando se de", eso decías y queda solo esperar. A veces las ansias me me ganan y solo me queda controlarlas, dejarlas de lado y verlas pasar, solo quieren salir y expresarse en la realidad, en esta que nos junta de vez en cuando, en lugares y tiempos casi predestinados por nuestros caminos.
miércoles, 9 de diciembre de 2020
No había mucho resguardo de la realidad, solo se estaba presente en el presente que se nos presentaba, y así mirar y mirar, entre las casas blancas de aquel lugar, con sus para nada pares de diseño, el mar a unos 400 metros, los búhos que cuidaban a sus crías, el clima que cambiante era, sucedía que pensaba en lo que fue, y soñaba con palabras nuevas que entre la arena que nos rodeaba, alguna sumida frase volviera a encender esa llama que antes ardía en el alma, porque en los últimos tiempos, solo atisbos de luz e insurgencias habían sido impulsores de vida, llevando todo a otros planos, a otros lados en donde se podía divisar la vida de manera más "completa" pero que no podían manifestar esos sentires que, ya no estaban por ningún lado. Como si estar no bastara tanto, como que tuviera que haber un pequeño y nuevo diseño de vida, cosas que "cambian" o cosas que mejoran.
Por meros momentos, sentía algo que no sentía, como si fuera posible formarse la idea de que el sentir pudiera salir de manera repentina, pero no, era como cuando hueles un aroma en la calle, pero la mayor parte de las veces, pasa incidental y efímero entre todo lo demás, así mismo era, que sentir o imaginar, era una realidad tan equivocada, tan poco oportuna y que llegaba a ladear las manos para botar lo que se sostenía, como fuera posible, radicalizaba el momento y la escapatoria nunca está a la mano en tiempos así.
lunes, 23 de noviembre de 2020
Demarcación
Fuera de los límites, la infraestructura era de casualidad, un par de bloques o concreto que estaban solo bien posicionados. Así entre la permeabilidad de las cosas, el tiempo fue dejando eso que quedaba, lo que lograba pasar entre las tan pequeñas rendijas de sus quehaceres. Entonces no era mucho lo que circundaba la zona en un tiempo más futuro, todo se fue desvaneciendo por el uso, el desgaste de la pintura era innegable y parecía solo provechoso, volver a pintar, invertir otra vez y ver que tal todo quedaba. Aunque no lo parecía, esta nueva pintura ya se estaba desgastando, salida de su lugar de nacimiento, sería carcomida por el óxido del ambiente o por los rayones que no tenían premeditación alguna. Así fue que color tras color, capa tras capa, la infinidad era una mentira que se veía entre cada día que pasaba, como alternado todo de una manera tan práctica, que ni cuenta nos dábamos.
Nada era para siempre, ni lo bueno ni lo malo, pero esa parte que llamamos "malo" parece ser tan infinita, en cambio el otro motivo de seguir, se parecía tanto a eso tan efímero que nos presenta la vida, el dinero, el amor, lo momentos, la felicidad, esas cosas que valoramos pero que siempre extrañamos. Así eran los nuevos días, con el toque que los hacía ser poco en tanto que antes eran. Esperaba encontrar una respuesta detrás de las letras, pero las canciones solo me generaban más incongruencias, haciéndome pensar que sería y que pudo haber sido, que tampoco no fue y eso que siempre quise que fuera, pero no, los sueños nos pronuncian razones, solo nos dejan pensando en como es o sería todo, así fue que me miré otra vez delante del espejo y vi un par de átomos agrupados para formar células, que formaban esa parte de mi que se ve así mismo en el espejo mientras se pregunta como es que las mismas células, forman lo que hace pensar, es un alocado círculo.
Nada
-Pareciera que fue, pareciera que nunca fue, porque no hubo razones para pensarlo mejor, solo esperaba entregar todo lo que el alma dispusiera, pero ¿qué es cuando nada fue?, la pregunta a la cautela esmerilada por los lados, de bordes finos y algo cortantes, dejaban entrever una herida provocada por los presagios que no pude entender, por creer que uno puede hacer cambios de otros contextos o solo elucubraciones de futuros para nada ciertos. Quizá eso fue, quizá quiso ser, y la espontaneidad solo decayó esa parte que no tenía que crecer, donde las palabras actuaban en si, donde un par de fotos, mostraban más de lo que de verdad había, donde los siniestros dichos actuaban como un pequeño contrapeso que al final, terminó por socavar el piso del tan efímero futuro.
Tanto que había por demostrar y las ganas se quedaron en ese resquebrajado porvenir, hasta me preguntaba como fue que por sobre todo, si sabía el fin, ¿para qué actuar de más?, pero no, no soy así y si algo nace, lo cuido con la vida, aunque termine acuchillado por el mismo, desangrado por las razones y desprovisto de palabras que dejaban solo hoyos en el alma misma, llenarlos otra vez era tarea del tiempo que sigue y sigue pasando.
lunes, 16 de noviembre de 2020
Sin sabor
sábado, 7 de noviembre de 2020
La viscosidad de la Vida
Atiborrado de las no-sensaciones, contemplaba la vida. Estaba sumido en una realidad aparente, donde las buenas nuevas estaban por venir. Caminaba cada día un nuevo paso a esa continuidad que se "mantenía" como aparente, sin sobresaltos ni pensares que hicieran bifurcar la realidad. Entonces después de un día de viaje y trabajo, la novedad caería antes del baño nocturno, donde una sorpresiva etiqueta verde llevaría al descubrimiento de algo que, no pensaba, la tan razonable variable de esta ecuación, comenzaba a hacerse presente en casi todos los días, con un amanecer de nuevos días y un anochecer de nuevos futuros. Así fue que cuando cada nuevo paso continuaba el camino, la viscosidad de la vida dilataba esa variedad de nuevas y tan complejas formas que se crearían con tanta naturalidad, la simpleza de un nuevo porvenir, que creía, esta vez no sería de mal término. Así cuando menos la esperaba ya habían lazos formados, por palabras, gestos y un par de artilugios que, cuando ves por primera vez esta parte, no te los imaginas reales, por eso y más, sorpresivo ha de ser ese par de momentos inesperados.
Aún cuando nada podía salir mal, todo se volvió peor de lo esperado.
Como variable principal de la ecuación, la temperatura, era la mismísima manifestación de esos hallazgos, derritiendo con su calor, la capa de escarcha en la piel, y propinando un golpe en seco a esos bancos de hielo que resquebrajados estaban. Como si fuera fácil, todo se fue tornando en un sin número prosas, un par de hallazgos y cuanta otra palabra, que realidades sacaban a flote. Un día una y otro día otra, las cosas iban en aumento, casi exponenciales, como gráficas ascendentes, pero, ¿qué pasa cuando esta variable, negativa se vuelve?, cuando la esperanza depositada se desafirma, y se vuelca sin razón aparente, cuando se da por sentado una realidad inentendible o cuando todo solo desaparece, nada es posible hacer.
Por encima de estas palabras, el desaparecer, hizo estragos en la tan "prospera" realidad que se veía día tras día, como no menor, los días no eran de mejor manera en otros ámbitos, se contemplaban estruendos que ni antes vi venir, estuve de pronto en la honda realidad que alguna vez viví. Era como porsiacaso un aparente quiebre de mente, en donde las fantasías y las elucubraciones del por qué, contenían la nada de respuestas, solo declaraban "realidades" que nunca fueron así, que no se veían por donde renacer, por donde seguir, todo estaba, quizá, más maltrecho de lo que creí. Sucumbido por tanta caminata y pensamiento inútil, comenzaba a dejar las cosas en su lugar, porque ya no era de primera instancia un acontecer así, requiriendo "releer" aprendizajes pasados, sería la tónica que haría no salirme del camino real.
Como nueva instancia, esa viscosidad sacada de su estado estacionario por la temperatura, fue producto de un sin número de artificios, en quien de tan pálida realidad, subieron aquella reposada variable a un límite que veía nuevos horizontes cada día, y que ahora, de uno para el otro, desaparecería. De manos cortadas y uña golpeada, continuarían estos días, los mismos de antes, pero de avances progresivos.
miércoles, 28 de octubre de 2020
Residencia
Como un disparo de sangre a la cabeza, lo nuevo se hizo presente al mismo tiempo que ese líquido rojizo llenaba las venas con su color, presión y esa ansia de vida. Juntos todos, en un ser macroscópico. Viviendo los segundos de distinta manera, es que la mínima porción de lo que se considera vida, puede ser afectado así como el ser que este conforma con las demás, en un unión de partes iguales, cada una en su trabajo, su tares específica, con vida y muerte, al igual que nosotros, porque nosotros somos ellas, células. Sin saberlos el tan despropicio virus que nos afecta, llegó más allá de las esferas de "confort", en trabajo y en amistad, entonces, el alarma a de despertarse como en las mañanas, por el retumbo de algo que se viene, que no se puede dormir ya, por el hecho de que este, más no me haría mucho daño a mi, se lo haría a mis seres más queridos, y ahí la cosa ha de cambiar.
Siguiendo con el tan "no-esperado" e indeseado acontecimiento, tuve que ir verme la necesidad de hacerme el tan afamado examen, acudiendo así al servicio de salud y solicitándolo. Cabe recalcar que no nombraré detalles ni personas, la cosa no trata de esos detalles.
Como sería que la duda y la amargura de un positivo resultado me llevaron a la necesidad; por el cuidado antes mencionado; de recurrir a una residencia donde el aislamiento fuera efectivo y el foco de "posible" infección más cercano, o sea yo, no estuviera en el lugar en donde menos se espera la llegada de ese minúsculo "ser"; porque vivo, no está*; mi casa.
"Comprender que solo estar es más puro", eso dice la canción.
Y sucedió que la razón le siguió al corazón.
* https://es.wikipedia.org/wiki/Virus
sábado, 26 de septiembre de 2020
Escribiendo 1
Construir un nuevo porvenir llevaría más tiempo del esperado pero, haría que las cualidades salieran a flote antes, que se acrecentaran con aprendizajes de vida, con pérdidas de paradigmas, y nuevos cielos por recrear. Cuando el columpio de la razón estaba en su punto más bajo, su velocidad nula aseguraba por instantes, lo que no se veía en realidad, un pequeño pero nada amargo futuro de días concretos, completos, continuos y llenos de ese sentimiento que nos hace vibrar, sentirnos vivos, llenos de alma, con la seguridad de que los días a pesar de ser "malos", siempre se pueden mejorar, que todo va en nuestra mente y en ese corazón que nos late, día a día, noche a noche y segundo tras otro, con la solo razón de, estar vivos.
jueves, 10 de septiembre de 2020
Adverbio
La idea está implícita.
domingo, 23 de agosto de 2020
Una incisión en las nubes
"Que las hojas casi secas de las parras, que iban a continuar irremediablemente meciéndose en la nostalgia del olvido", eso decía la canción. Nueva no era, el disco había sido escuchado en vivo por la misma banda, unos cuantos años después de su lanzamiento, cuando fueron a presentarlo al cerro, del mismo nombre que su álbum. Quizá corrió por esos días el "como fue que la canción a pesar de ser la nada de escuchada entre toda la música, era conocida, y tenía un sentido", y creía saber cual era el motivo.
El resplandor salió de repente, estaba todo el contexto en un motivo casi al 100% familiar, la construcción de una casa más amplia para las mascotas, era el fin de tal reunión, si así se podía llamar, porque más que todo, era una participativa hazaña que tenía un fin bueno para quienes eran, nuestras queridas compañeras. Una, ya de edad, atigrada y con un morral en su cuello que cubre la enfermedad que no ha parado de crecer. La otra, un cachorro todavía, blanca como la luna, con un cráter atigrado en el ojo derecho. Las dos acompañaban de distinta manera, la; no sé si ellas sabían en por qué estábamos ahí y por qué destruimos su antigua casa para poder ocupar un par de esos palos y reciclar un par de clavos; construcción de su nuevo hogar.
No comenzamos tan temprano ni tan tarde, fuimos al patio y manos a la obra. En el transcurso de la mañana que se hacía tarde y de los minutos que ya se hacían un par de horas, el cielo plomo había colapsado el entorno y hasta un viento de "primavera" había comenzando a fluir. Nos había acompañado, como siempre, el damasco que está desde que llegamos a la casa, ha crecido como todos y cada año nos sorprende como es que, ya hace unas dos o tres semanas, flores han comenzado a erigir de sus ramas y un par de hojas han comenzado a llenar las pocas ramas de un punto en el extremo del árbol. Lo vimos crecer, la verdad no recuerdo cuando era pequeño pero si que estuvo antes de cada ampliación y de cada nuevo integrante, que pasó por varias etapas y hasta estuvo en puntos donde vio su muerte, por "x" motivo que no recuerdo. Entonces mientras miraba el proceso, un par de segundos, contemplé en la infinita realidad, el momento en donde el cielo se abrió, como un cuchillo gigante había transcendido más allá de las nubes y dejado al descubierto por pocos minutos, ese cielo azul que hoy no se vio. Simple y llano. La sensación de ver por minutos el cielo conmovió ese momento, y dejó de increparse con los sentidos que, entre tabla y martillo, había aparecido, que había pospuesto por instantes la realidad de la construcción, fue como el asalto de maravillas en época de hojas casi secas de las parras.
Entonces percatado de la inmediatez y de lo tan efímero que han sido estos momentos, mantuve la mirada y tomé esta foto del momento.
Miré a la familia y vi en la realidad ese momento de paz que tanto se espera, es efímero, pero puede sentirse real cuando todo es de una buena manera.
Entonces los olvidos, las recetas, las experiencias, las facultades, los errores, el porvenir, la "aleatoriedad" de esos números que saldrían, el ratón del computador, el rojo del calor y el azul del frío, todo toma forma en un instante tan perdurable, donde se quedaba el alma inscrita para ver el cielo de nuevo, cada vez que lo fuera preciso. Así todo era un poco de música, los clavos que se iban acabando, un par bromas y las perritas dando vuelta por ahí, una que juega con la otra que no la pesca, en personalidades de perros, son totalmente opuestas, pero parecen quererse mucho y odiarse poco, eso es por ahora, no sabemos que será del futuro.
También dos periquitos rellenaban los sonidos con su cantar, una pareja un poco dispareja, no digo por que no se lleven, sino por la historia de "amor de periquitos" que se tiñó detrás de esa jaula, que les construimos con mi padre para que pudieran volar y moverse, hasta una rama del antes mencionada damasco tiene en su interior. Ahí caminan y viven su vida. El trío, la pareja de colores llamativos y la tercera, blanca como la nieve, comía solitaria o acompañada de la verdesita, la hembra de la pareja. Así estuvieron un par de semanas, casi dos meses, en que de vez en cuando, el aislamiento me era preocupante, pero la naturaleza es así y no podemos cambiarla. Por los dichos de mi padre, el tiempo se acercaba y les construimos dentro, dos cajas de manera para que pusieran su nido y a ver si nuevos integrantes aparecían. Totalmente sorprendidos por el uso de esta, después de unos días, por la pareja que ahí se cobijaría, solo quedaba esperar. Ante toda la espera, un día de esos que no te imaginas, y sin saber por qué, la periquito verde, ya no estaba en nuestra compañía, la pareja ya se había disuelto, y nada podrías pasar. Muerte súbita, eso decía la información más veraz que pudimos encontrar, suele pasarles también decía, la naturaleza nuevamente hacía de las suyas. ¿qué pasará con la nueva pareja?, todavía estamos a la espera.
Ese fue el pensamiento de varios segundos en donde después, el nubarrón cubrió esa incisión en el cielo y solo volvió el viento pseudo-primaveral que habían descrito en un intercambio de palabras anterior. Así pasó el día, eso decía, cuando se hundía, entre tic tac de las consonantes.
lunes, 17 de agosto de 2020
High Hopes
Enseguida después de la seguidilla de artimañas, el inhóspito balance no cobraba razón. Estaban los días desperdigados por doquier, como si lanzados al aire solo recurrieran a ese fenómeno que algunos solo le llaman entropía, pero que manifestaciones más complejas tiene. En si mismo se fue desperdigando el contexto, cuando no habían días todo seguía de igual manera, cuando no había ánimos nada se detenía, ni cuando era prospero el tiempo, las cosas cambiaban para mejor manera, así ya era probable que nada se llegase a encontrar nuevamente, porque solo todo se fue, como la arena de las manos en la playa desierta del tiempo o como el dióxido de carbono que es ya el residuo de esos momentos en que, nada o todo pasa.
Y ayer alguien de manera familia preguntaba: "¿qué pasa?", y saben, la respuesta es más grata decirla que sentirla, "nada pasa, eso es lo que pasa".
De dos vueltas aún los recodos todavía seguían existiendo, carcomiendo el tiempo que no valía la misma porción que valió, así como se estuvo en el cielo, el infierno estaba presente ya de manera diaria como el estruendo del sol apareciendo detrás de las nubes en un día medio soleado, ¿o medio nublado?, como mires el cielo, las respuestas no caerán del infinito, nada aparece de repente, solo la intención de ser estuvo, pero, ¿qué sería después de ya no estar, o de ya no ser?, esa es la verdad, ya no sé ser, no sé que es ser ni que es sentir, ni que fue de esa persona llena de sentimientos que un día bifurcaba los caminos día tras días para poder ver la vida de otra manera, donde el objetivo final era el premio más hermoso de la vida, pero que ahora, se había esfumado de todos los rincones, se quemó por dentro, no cenizas quedaron, ni un corazón dentro, con el alma partida, con las manos inútiles, la mente destinada al fracaso, y donde los malhumorados días eran la representación de la nada que quedaba. Era preciso hacer algo, era preciso preguntarse y huir de las calamidades del propio contexto, pero el camino por la dirección que se tomase estaba cerrado, se caían a pedazos esos ladrillos del muro, donde todo era más verde, era más dulce, era más, siendo que ahora todo es el menos menos de cada menos que antes era, algo.
Caminaban los pies de un lado al otro en representación de los días, para ver si calmando el andar, todo sería visto de mejor manera, pero ni eso era prudente o reproducible en el contexto del ahora, todo se había perdido en las imágenes de antes. Daba para pensar, pero ¿qué más había que pensar? sí repasar los antiguos tiempos no daba ninguna razón, es más, solo sometido por lo que no fue, fue que, todo se fue más allá de lo que un día, quizá, fue.
He estado esperando el sol nuevo que vulnere cada artimaña de los nuevos días, que quite la razón a tanto pensar y se más actuar, he estado esperando la calamidad que saque de esta tan banal linealidad de los días, donde su continua fluctuación, cree ese campo que agitando las ondas.... la idea se fue.
El sol parece desaparecer del tiempo cuando los días ya no son nada de lo que fueron, pienso siempre en el pasado y, es la peor parte del nuevo futuro.
[sé que nadie lee todo esto, y menos las van a leer porque solo quedara acá, ni links por redes sociales, ni comentarios que me gustaría que hicieran, ni sentires dentro del corazón, solo un órgano que aprieta y distribuye la sangre, sin sentidos en las brújulas, sin nuevos quehaceres, solo un ser seco por dentro, esperando ser sacado del fondo del mar para conformar la parte que sostiene la vida]
miércoles, 12 de agosto de 2020
Órbita
La reverberación de los segundos ya no era la normalidad, ahora el tiempo era medido en unidades más grandes, para achicar las cifras, en representación de la misma cantidad. Pronunciar el número de segundos de una vuelta al sol, no sería la manera más factible. Así era como se iba el tiempo, la resequedad de los nuevos amaneceres, estaba desprovista de esa necesidad de libertad, en donde la ciudad y las personas, eran de manera habitual, un contexto a extrañar, como nunca nadie lo pensaría. Así se estipulaban estos nuevos días.
Aunque cambiados de parecer, la misma fecha, la misma posición de nuestro planeta, era presentada nuevamente en los días del calendario, como una repetición cíclica de las necesidades. Cumpleaños, celebraciones, cosas buenas y otras no, se hacían más presentes cuando el paso por este lugar de la ovalada órbita, se acercaba, y al llegar el día, las cosas cambiaban, la espera ardua solo era hasta que sucedía. Después de pasadas las horas, todo era ya pasado, y faltaba esperar otros 365,25 vueltas al sol para estar en la misma posición respecto a nuestro astro mayor. Es así que todo viene y se va. En este pequeño y, cada vez menos verde, planeta que comenzamos a tener la noción, como lo dijo Sagan, de que la materia cobró conciencia y comenzó a comprender como es que cada cosa del universo se ha formado, como ha evolucionado y a creado nuevos elementos, planetas, figuras, soles, formas, una conjunción de moléculas unidas por infinitesimales fuerzas, que con el tiempo se han descubierto a si mismas en razón de nuevos horizontes y grandes interrogantes. Un resumen de la variedad de formas en la que una palabra tan grande, se puede expresar.
Entonces en lo implícito de la cotidianidad, las razones de siempre cometían el macabro desvarío de someterse a fuerzas ya pasadas, como si el campo perturbase las limaduras de hierro y atado a un imán, sacudiera el eter invisible de algo que no existe. Una partícula que pasa por sobre todo y solo es albergada por receptores que en ínfima cantidad han de seguir existiendo. Así es como se comportan los sistemas, cada uno con sus propios receptores, su indescifrable entrada y la salida que, dependiendo del contexto, deja entre ver la realidad, esa que acontece a cada segundo, que da vida o mata, que sigue o se queda delante del vacío mirando el cielo negro sin estrellas, donde ni la lejanía de la luz entraría, donde quedaban papeles quemados con frases desechas, y maniobras evasivas que no tuvieron resultado, toda la tropa pereció delante de los ojos negros del día en donde el sol se tornaba otra vez a surcar el cielo, pero ese día, el calor no pegaba ni el hambre carcomía, solo la neutralidad de las barbaridades, era presente y, ni el saludar impetuoso de las amistades vulneraba el desperdicio que acontecería. Era un nuevo fin para el nuevo principio.
Cada columna que acompañaba, formaba un cuadrado con un círculo en su centro, este no tocaba su bordes. Estaba lleno de gente y la venta de zapatos parecía la novedad de ese día, ni el síndrome de parecer, aparecía en aquel instante. El círculo antes nombrado, sirvió de banca en los momentos donde todo palideció. El sol no paraba y los lentes, por lo menos, ocultaban en viceversa la realidad, del sol afuera de ellos y del sentir detrás de los mismos. Una infinita ciudad hubiera sido de verdad esa razón verdadera para perderse, que los días y las noches no fueron nada, que la mitad del tiempo de "relajo" que quedaba se fue convirtiendo en amaneceres nefastos y porvenires cegados.
El quiebre unilateral, que se venía preparando escondido desde hace ya años, fue lanzado un tiempo después, la multitud elevó su voluntad en lucha de las verdaderas razones, de la verdad que tanto se necesita.
La interacción de nuevas fuerzas, continuaban sin proceder, un estado neutro, como partícula elemental, como neutrino entre los días, cada segundo se fue alargando, cada nuevo anochecer visto desde la ventana, era nada más que el paso de la gravedad representada en luz, y en esa nada de vida que quedaba. Como un asteroide del espacio, dejando la estela de hielo tras el, fue que alejándose del sol todo se aclaró, se encontró en nuevos espacios y nuevas realidades, quizá era la primera vez que tenía el conocimiento de que esta "órbita" era la realidad que seguiría, porque al verse quemado por la radiación del astro mayor, no encontraba una salida de tal macabro escenario. Así el viaje continuaba y se alejaba, disminuyendo su temperatura pero endureciendo su interior, quizá que vendría después de ese fondo negro lleno de puntos lejanos que no veía ni la ínfima percepción de proximidad en ellos. La luz era su única compañía y su alzar interno comprendía tiempo tras tiempo que comenzar a añorar lo que no se ve, era de manera falsa, asumir que algo sucedería, la tela del espacio-tiempo se lo decía, no veía nada a su alrededor, solo esperaba ser sorprendido por viajeros espaciales o quizá una nueva galaxia que descubrir, solo su órbita se lo diría.
Y salimos de las sombras.
viernes, 31 de julio de 2020
Tangente
"La verdad se fue un poco la idea, podría seguir pero, siento que tiene un mensaje aparte, y para que."
lunes, 20 de julio de 2020
-ias
Huir de lo que no le dejaría nada, era la mejor forma que se veía, en la cual se renacería y como fénix se alzaría entre la tristeza y la alegría, como un nuevo ser cubriría toda esa falta de vida que ya no poseía.
Mirando ya con otro ojos lo que acontecería, fue que precipitado actuar cometería, las nuevas acciones solo liberaban ese ser que antes no conocía, que se refugiaba en sus interiores y no se mostraría hasta que la situación adecuada ocurriría. Se esfumarían esa ansias de vidas sin vivir y esos momentos de -ias en cada sueño que tenía. Era como así como se mostraría el futuro que desde siempre estuvo esperando, ya los sufijos cambiarían y dejarían las antiguas -ias por nuevos porvenires. Si bien en sus sueños nada era real, la realidad lo cubría cuando despertaría de ese letargo infinito tras el desapego que sufriría. A veces el texto es pasado, otras en futuro pero el presente, ¿qué sería?, ni el atisbo de esa vida, sabía.
miércoles, 15 de julio de 2020
Eso.
2.-Esto otro.
viernes, 3 de julio de 2020
Temor- Realidad - Desamor
1.- Temor
Detrás del espacio-tiempo, con una abrumadora entrada, el nuevo
predicamento dejó a su paso, verdad y calamidad. Al comienzo con un majestuoso
ímpetu de colores llenando el firmamento con nueva luz, pero simplemente, el
final estaba cada vez más cerca. Lleno de insospechadas consecuencias, con una
expansión llena de fulgor, no de esos que traen consigo buenas noticias, sino
con una fuerza descomunal, desgarrando la tierra, los pastos y en la lejanía,
el estruendo, ese que dejó boquiabiertos a los que tan gratamente desarrollaban
sus vidas, pero que ahora perplejos por el fragor del asteroide, se preguntaban
unos a otros sí sería su fin, viendo arder el cielo entre polvo y cenizas. (112)
2.- Realidad
¡Ay!, así suspirando, cuántas cosas ¿no? El martes 6 estarían todas las
noticias en la normalidad, donde el vaticinio ni parecería acontecer. Se
miraban las caras, lado a lado y la semana entrante como si nada en una vida
cotidiana, vieron que tal artefacto volador surcar sus cabezas, provocando una
calamidad entre la población, tanto que, una cuantiosa cantidad de ellos emigró
por la creencia de malos augurios. Entre tanto el clima cambiaría por unos días
y la velocidad de la normalidad se vería afectada por sin número de nuevos
personajes, conocidos de todos. Artimañas venían de los altos mandos, como
otras veces a los pocos días, de la nada, todo desaparecería. (112)
3.- Desamor
Me enamoré dos veces de un aspecto, que en pseudociencia somete a los destinos a una cruenta realidad, la que ha de comprenderse por astros que habitan las lejanías de nuestra galaxia, quimeras que aparecen por el cielo como puntos en reposo a la distancia inimaginable, y otros que en la cercanía han de aparcar cerca de nuestra realidad con estruendoso aterrizaje. Un artefacto del espacio comenzaba a arder delante de todos, en un cielo rojizo, como ese amor ya no correspondido, que se veía reflejado en la sinuosa cola del asteroide, cuando entrando desde el firmamento, revelaba la verdad que en el fondo sentía, era por los zodiacos distintos. (110)
No son sus nombres, quizá solo una de las interpretaciones.
Recknoker
sábado, 27 de junio de 2020
La Bóveda Esdrújula
martes, 23 de junio de 2020
Calle de la Desilusión
No estaba en mi ser, no sabía ser ni estar, era como un verbo sin vida, sin ansías, y corrompido por las significancias que me trajeron ahí.
Así avanzando, un día recuerdo caminar mucho desde un lugar entre la conurbación, en donde fui a dejar unos lentes, y caminar y caminar bajo el sol de agosto, me calmaba, pero se hacía chica la ciudad y no podía ser infinito ni el tiempo ni el espacio, eran cosas que no podía cambiar.
Recuerdo haber llegado a tal lugar ya muy concurrido tiempo atrás, y me senté en las escalinatas de la entrada, aferrado al sábado en donde partido de alma estaba, y nada fue como lo esperaba, una vez me dijeron una frase y así se cumplió, fue nada más quedando en menos, con las manos en el suelo y de cabeza gacha, espalda sin fuerza y sin alma, como una vez la mirada de una compañera de colegio me lo dijo: "te miro y pareces como que no tuvieras alma", es a veces que se va y otras que vuelve, es cuando es y cuando no, un tal vez que nadie maneja ni controla, porque resumiendo, el tiempo no da respuestas, quizá cura, quizá solventa, quizá cambia, a veces mejora, pero nada es contrario a la transición que pensamos, el tiempo fluye y el espacio queda quieto recordándonos los que era, lo que casi fue y nos delimita a hipótesis de un futuro anecdótico y sinuoso.
Recknoker
El Sueño
sábado, 20 de junio de 2020
-algia
Precipitadamente tratamos de explicar el por qué de cada una de estas interrogantes, pero, ¿qué son las respuestas que nos da?, ¿cómo interpretarlas?, analizar cada una de las posibles soluciones o el por qué de aquello o de eso otro, no me ha llevado a mucho, que quizá nada, como tendiendo a cero. Sí el denominador se agranda, la fracción se achica, y así al revés.
(Como para mucho, después de escribir algo, siento que no sé que título ponerle, que "quizá" hay tantos temas tocados, pero ninguno atribuible para ser nombramiento real, o solo no quiero dejar muy en claro cuál fue ese tema tan "profundo" del que hablé, entonces es ahí que busco entre nombres de canciones o en parte de sus letras, un atisbo de algo que sirva, que me convensa más que los demás, o que solo, se tome a variada interpretación, tanto así que en antigua eventualidad, un nombre formado en sílabas terminó siendo el título de una y malinterpretado, significó un cambio de concavidad, que nunca se recuperó.)
Y si, me pasé su rato tratando de agregarla, pero creo las buscaré en Youtube y pondé el widget, por ahí, si es que se puede, eso. Y todavía esto no tiene título.
sábado, 6 de junio de 2020
Estepa 1
Los pies helados y las nubes caídas, el cielo de color negro, y los pocos puntos a distancias inconmensurables que se veían claramente, solo suponían un nuevo aviso, que la luna saldría del lado derecho de la ventana, entre el marco lateral que salía de cuadrado dela ventana. Se alzaba sobre todo lo que nos era y no nos era prometido, siempre estuvo y siempre estará, por lo menos eso es lo que sé, que todavía no nos chocará o se alejará de nosotros. Impactado por la magnificencia de tal ser nocturno, sabría que desaparecería un día de a poco, y volvería a nacer de la misma luz que se le fue arrebatada, para aparecer en el trazo que circunda la bóveda celeste. De cuerpos celestes llenaba las noches, cuando miraba el pasar desdichado por la pérdida, añorando el futuro, pensando en su presente, viviendo entre lo que se le iba, en la muerte de sus células, en el renacer de otras, y en el crecimiento que volvía como el ciclo de los asteroides, los llevaba de aquí para allá, dejando su estela en acercamiento al sol, nuestra estrella, la que le daba el calor, le daba la sed y le proveía de colores rojizos todos los días por las tardes y de alarmantes amaneceres en la lejanía de la estepa en donde podía sostener sus manos al cielo y agradecerle cada segundo que se fue, cada minuto que llegó y cada nueva hora que vendrá, por los poros saldrían sus sales, por su nariz el dióxido de carbono que era llevado por la sangre hacía los pulmones y que fuera reemplazado por el oxígeno vital que los ya cada vez menos árboles daban. En su punto de vista,la totalidad del verdor de las estepas se había ido, el desconocía los verdes prados del otro lado de la linea que no terminaba jamás. Eran comienzos y futuros, se preguntaba cada mañana después de todo el día anterior, el nuevo paso que daba, estaría bien, sería mejor o un nuevo día sería la oportunidad de percibirlo de otra manera, será total así, sería posible volver tanto el atrás que cambiar el destino sería tal que nada de la nada, tuviera la misma forma, sin nada en que pensar, pensaba en las realidades que no conocía, veía los puntos nocturnos y el polvo estelar que cubría todo, la majestuosa imagen del nuevo cielo de cada nueva noche.
lunes, 25 de mayo de 2020
SinNombre1
El soliloquio solo condujo por la carretera y con ello, un nuevo paraje para recorrer, sin siquiera saberlo, el fin no sería encontrado, o todavía no se sabía de su existencia, solo se tenía la certeza de que aparecería, o sería primero el fin o su fin. Un poco de aquello no tenía nada del otro, solos, separados, con malas costumbres y nulas realidades...
lunes, 4 de mayo de 2020
Espacios no Euclidianos
Las maravillas de la ciudad y esas manifestaciones de los días, con el río sin fin, con las noches de maravillas, con el clamor de la vida que se creía completa, con los altibajos, las nuevas esperanzas, el diseño de las calamidades y las soluciones de las ecuaciones, tantas variables y todas se fueron a cero, igualadas en lugar de ser reemplazadas, con las anécdotas entre los dedos que se iban de camino a casa, al hogar al que se extrañaba llegar, de pronto fue que nada tenía sentido real, ¿todo se fue? vacío por dentro, seco de todo lo que alguna vez estuvo vivo, de ramas rotas y de raíces sin agua, de hojas que caducaron y este invierno que se acerca y pareciera ser infinito entre los números que todos los días cumplen su aparición entre las clases y los cuadernos, entre los códigos y las alucinaciones. Anoche un sueño culminó el pesar, dejando entre ver la poca respuesta que tendría esa gran pregunta, esa pregunta que se hizo, donde sin recordar nada más que el actuar ya nombrado, se esfumó todo recuerdo de el, solo quedaban pedazos en el espacio, la gravedad no se los llevaba ni los atraía, flotaban en la incertidumbre de querer ser algo, que ya nada eran, completamente dejados de lado, con un atisbo de algo que vendría pero que, fue peor de lo esperado, no había ni sentido ni magnitud, ese vector ya ni escalar era, ¿dónde quedaban esos días en que el sol brillaba detrás de todos nosotros?, ¿cuándo el tiempo se haría presente?, ¿cómo fue que las anticipaciones hicieron perder la vida sin siquiera saberlo?, de antemano ese "para siempre" fue una resolución ilusa de la verdad, sintiendo que las canciones y sus tantos dichos, dejaran una verdad expuesta, un sentido que no tenía sentido ya, como se dijo, ni escalar era, sería solo un número entre los demás, entre la infinidad de ellos, de lado a lado, mirando en las tres dimensiones, donde los límites no eran iguales, otros que tendían a vacíos y otros que cambiaban la concavidad, pero, ¿qué sería de las demás formas?, ¿qué sería de las manos expuestas sobre el lápiz que teñía de su negro color los cuadros blancos de quela papel?, cuando encontrar las raíces de tantas variables no era posible, sin fórmulas ni artimañas, ni con diferenciales, porque era imposible crear un nuevo modelo cuando ya todo estaba escrito, no habría otra representación de la realidad más allá de la vivida, era posible encontrar algún que otra solución particular pero solo en casos restrigidos, nada de generlidades ni expansiones, nada de cambios de variables ni de integraciones, era solo un soliloquio, un monomio que ni grado tenía.
Fue cuando, ¿cuándo fue?, en las llamas de los cerros, caminar descalzo comenzaba a ser poco recíproco, era uno pero no existía su inversa, no era "uno es a uno" ni sobreyectivo, ¿entonces? para que seguir con el ejercicio si ya se sabrían las respuestas de antemano, mirar detrás de la tapa para poder ver el real resultado, todos lo decían, era como no saber algo que sabía, algo que conocer sin haber conocido, un resultante del producto escalar, la perpendicularidad hacía todo cero, cuando no habría vectores que conocer ni puntos que investigar, ni con reglas ni con compases, nada de música, nada de geometría, nada de espacios, solo vacíos, ni puntos colineales ni lineas paralelas, nada de la geometría euclidiana, eran espacios sin forma.
Todavía quedaba una semilla detrás de las ropas, en el intenso frío que se formaba, el número que vacío era, siempre formaba un conjunto, el del mismo nombre, donde a pesar de ese vacío infinito, la continuidad no se interrumpía, era posible sacar algo de ahí, quizá con nuevas matemáticas, con nuevos conocimientos más allá de nuestros confines, porque de eso se trata todo, de sacar de donde no hay, de estudiar el plano que forma la dificultad, de las raíces que solo se dan en plano complejos donde la "i" era el nuevo complemento que caminaba por el sendero de esa respuesta que en otros planos no se encontraba, rompiendo las respuestas con un punto que antes no existía, era así que nacieron nuevo, ¿ha pasado?, nada ha pasado, eso es lo que pasaba, todavía nada estaba escrito, ni en cuadernos ni libros, menos en la tela del espacio-tiempo, cada destino formado de nuevo tomaba tiempo, miles de años quizá, así nacen las estrellas, del tumulto de gases que por la gravedad se convierten en un nuevo ser, dando vida y matando otras, todo se creaba o se transformaba, ahora queda la segunda parte de lo dicho, la nueva y refinada conversión a un nuevo andar, uno de los que antes no estaban, dejando por detrás las manos, de frente al universo y rodeado de cuerpos celestes, cada uno quería girar, cada uno quería la energía, cada uno quería el calor que provocara vida, o algo parecido que valiera la pena ver para poder existir tras la aparición de las nuevas luces en nuevos cielos.
Entre que fue y vino, nada quedaba, solo un par de copas vacías con pequeños atisbos de un líquido morado, era ese vino que se tomó las fauces y que convirtió en desdén el futuro que vendría, porque nunca sabes que hay hasta que se ha acabado, nunca se sabe de la realidad hasta que esta se ve en peligro, nada de lo que estaba por quedar quedó, solo dejó un rastro que no se seguía, sino que solo aparecía tras recorrer antiguos parajes, el clima era raro cuando el espacio y los trazados de antes en el piso se juntaban. formando un plano que ya no vivía, uno que solo se formó para ser ejercido y se esfumó, así continuaba la realidad, todo eso era parte de segundos, quizá todos hayan vivido el ejercicio de una realidad casi así, punto de vista, si es cóncavo hacia arriba o hacia abajo, puntos de vista nada más, así se completaban los días con esos vaivenes, como ondas, como fuego pero también como frío, aún así, el show debería continuar.
¿Sombras?
domingo, 3 de mayo de 2020
Cero sincero
viernes, 1 de mayo de 2020
Decolora la Verdad
Se permitían un par de veces los fracasos, con atisbos de resguardos, para parecerlos más afines, para hacerlos parecer menos malos o con menos verdad, pero ¿qué es esa verdad?
Cuando el sol pegaba nada de fuerte en esos meses del pasado, las antiguas calles y mientras el recuerdo de la nada fulminaba los cimientos, fue que desvelado entre los demás, la forma en la que serían los días, sería revelada, no tendría cabida seguir, llamar, acontecer la realidad que no llegaría. Siempre hablar de realidad perturba el alma, ¿qué me dices de eso que tanto querías pero que lo truncaste con actos?, ¿qué más hay que decir sabiendo que...? ojala hubieran sido más palabras las que se cobijaran, las que formaran lineas en el cielo, diversificando las nubes con sus formas, las estelas de luz con su palpitar, cada cosa tenía un camino que cambiar, como completar un dejo que nunca se dejó, las piezas ni siquiera estaban, el puzle venía inconcluso desde la fábrica, con restantes piezas y con más de alguna repetida, que se trataba de acomodar en cada una, en cada una de las que no eran su lugar, ¿por qué?
¿Cuánto tiempo caminando?
Pasaban los días, las noches, las marchas, las festividades, el calor, las clases, los términos, las notas, el frío, las tardes, el clima, la dominación de una cosa que no tenía en mente... decolorando la verdad.
¿Colores?
¿Desde cuando caminando por lo bordes de las parcelas, los colores se hacían presentes? Solo quería una pequeña parte del color, conjeturas de la realidad, con un tanto de la nada en las manos y tan poco del todo en la mente, el tiempo y las palabras no abrían pases entre el cielo y las estrellas, la luna salía cada día y sin porvenir anunciaba ese recóndito momento, en donde todo, se esfumó.
Ahora en la precariedad de los sistemas, las nubes negras se posan en el cielo raso de la habitación y los nombres que existían, eran ya nombres nada más, como palabras banales, como vasos vacíos, como libros sin hojas, como ventanas en donde los vidrios han de faltar, y ¿qué llena el espacio cuando el calor se va?, solo frío, estigmatizado y poco querido frío.
Finalmente se tumbaron las manos
Recorriendo el piso con su palmas
Inconscientemente encontraba destinos
O, ¿era solo una mentira más?
Y, en la linea invisible, inalterable e indescifrable, de donde comienzan otra vez, las sombras.
domingo, 19 de abril de 2020
Gravedad
Quien construía los futuros, fue quien destruyó la porción, quien mismo tuvo realidades dentro, fue quien colapsó el piso de los porvenires, nada parecía, no son tiempos venideros, ni una alteración de ellos, no son tiempos porque el espacio que los confinaba a ser quienes eran, ya no es, y en la conjunción espacio-tiempo, la verdad, uno afecta al otro como el otro afecta al uno, no somos seres unidimensionales, la bidimensionalidad de esta tan afectada realidad, poco tenía ya de ese condimento que completaba la vía láctea, en una ensalada de planetas, de estrellas, de mundos, de vida, creada y destruida, ¿cómo renacer de las cenizas sin ser fénix?
El polvo cósmico que se junto por acción de la gravedad, formando primeros seres, primeros astros, nubes de polvo y una multitudinaria colección de cuerpos celestes, algunos nunca descubiertos y otros que asesinaron con su perdida de materia y grandísima gravedad, la prosperidad, de la que ya nada quedaba. Así el cielo azul se convirtió en negro, se tornó desprovisto de astros, son luz más allá de la que se palidecía tras la pérdida del sol, que se esfumó.
Las grandes esperanzas de un nuevo y real acontecer, manifestaron en cuanto fue presente el nuevo recaudo, una desdicha de algo que no funcionó, la verdad, nada quería ser como quisiera que fuera.
Encumbered forever by desire and ambition
There's a hunger still unsatisfied
Our weary eyes still stray to the horizon
Though down this road we've been so many times
The grass was greener
The light was brighter
The taste was sweeter
The nights of wonder
With friends surrounded
The dawn mist glowing
The water flowing
The endless river
Forever and ever
High Hopes - Pink Floyd
El río que dejó de fluir, el pasto que se secó, los sabores que cambiaron, la luz que palideció, las noches que de cielo negro eran ya, no llegaron al río sin fin, cambiaron dirección, las malintencionadas situaciones, fueran artífice de malinterpretadas situaciones, y ¿dónde después?
El constante desapego, despega mi alma de la carne que se queda atrapada por la gravedad, por ese artefacto que, nada podría llegar a explicar.
viernes, 27 de marzo de 2020
¿Cuál es...Uh el trato?
Entre que ya solo quedaba la soledad, el ánimo empático siempre compañero se pone en el lado del otro, así que las cosas también afectan, caminar era la razón, solo se estuvo ahí por el hecho de reunirse, y quedaba ir a casa, las noticias que días después vendrían, por parte del acontecer mundial, dejarían impactados a todos, y la euforia ha de volverse natural. Los días han pasado, nublados de un cambio de mes radical, de tarde largas y llenas de sol, a amaneceres eternos de nubes que cubren la ciudad a toda costa, a veces el sol sale en el horizonte en la tarde, entregando una luz entre amarillenta y naranja, en ese intervalo donde pasa por el final, saliendo de entre las nubes lejanas y escondiéndose detrás la linea que cubre el último rayo del sol. Momentos hermoso, único y en esta época frio, pero a gusto de tan grato espectáculo. Se fue otra cosa más, el tiempo de esa tarde, se terminó por pensar que nada de esto era real, subiendo por la avenida principal, los árboles ya dan atisbos del la nueva estación, pensar y pensar, la música resonar,el sol se va y aún queda por llegar a destino, ojalá la ciudad fuera más grande para caminar y caminar, que nada pase pero solo caminar, que la eternidad de un recuerdo de la capital, se hiciera realidad, una eterna ciudad, aún así la realidad es más placentera y se refugia en lo que es, una gran ciudad.
2.-Ni siquiera número tendría que haber, ni tendría por qué hablar de esto. La verdad es que el sentido nunca está tan pronto para ser visto, que aunque se reme en la marea más alta, esta conduce por donde debió ser, no hay a veces porque luchar sí el gradiente solo lleva a ese momento donde, una "verdad" que era "verdad" antes de una particular "mentira" piadosa que nunca hizo real acontecimiento, como ser el principal en una obra pero ser más incidental que todos, por no haberse revelado el sentido real de la obra, donde se escondían los porvenires, que en tantas canciones ya estaría escrito ese final. ¿Final?, nunca comenzó, ¿cómo tendría un final? Particularmente todo esto parecía tener un futuro, pero no, no fue así.
El desinterés es algo que no funciona. Partir tan pronto tampoco, partir después menos, ¿cuándo es el tiempo?
Tenía más de esta idea por expresar, solo no quiero ser tan explícito, no sirve para que el serlo.
lunes, 2 de marzo de 2020
martes, 21 de enero de 2020
Iba a escribir algo más pero esto salió, habían canciones a las que les tenía temas, pero salió esto, fue y acá está.
lunes, 20 de enero de 2020
Bajada y Laguna (1)
Así una parte se cortaba y llegabamos a otra, casi no miraba las estrellas, nuestras linternas encandilaban el hermoso cielo.
Laguna El Cepo, primera parte.
Seguí en la travesía, bajé un poco, por la parte de atrás,llegué al otro lado del cerro, el que daba la ladera hacía el río Cochiguaz, y para sorpresa, quizá deben haber sido unos 500 m de ladera si un poco más adelante me hacía, una caída libre que, era mejor evitar, escuchaba el viento fuerte soplar y me apoyaba en las rocas para no caer, otro rato me quedé ahí y seguí, me devolví al riachuelo y seguí por ahí, entre las rocas de delante, pasé, le grité a un amigo que justo salía de la carpa, para quizá qué, que me viera, y con incertidumbre me dijo: "¿que hací ahí weón?,", recorro le dije, y seguí mi camino.