martes, 21 de enero de 2020

Las etapas que se vivían en la aparente realidad de los días pasados, del desapegos y de tantas manifestaciones que, sin equivocarse algún día iban a llegar. Llegaron, nunca lo creí así, ni cuenta me di pero como todo pasa, y nada nada dura para siempre, el desdén de los nuevos tiempos ya era infructífero, de mi parte para nada, pero el otro porcentaje de preparación, estaba desligado ya, poco se manifestaba y poco tenía en la mente, pasé a otro plano, no era la primera vez que algo así me pasaba pero, esta vez lo era de otra manera. así y sin más todo se volvió negro, el alma, los días del invierno que ya terminaba, los dichos por acá y por allá, los momentos, los recuerdos, el tiempo, las formas, el rostro, los ojos y cada artículo que una vez, o más de alguna vez fue de presumida razón, un punto de encuentro o de recordado valor, ya nada tenía un sentido, no estaba ni estuve, los días eran banales, se sentía el frío pero nada se sentía, estaba roto y desprovisto, caparazón al descubierto, roto por un mazo, ese que se ocupara destrozar los cangrejos al ser hervidos y comidos, pero en este caso, la situación no me había echo morir ni ser hervido, pero sin recaudo, fue que pasó, y pasó y así es la vida, que pasa y pasa. Suena el cliché de algunas cosas que no están, que las miradas tiempo después ya no eran lo mismo, que la rotura de los tiempos hacía no sentir nada, no padecer de dolores más allá del vacío, se sentía tan intranquila la realidad, con un toque de marchas y canciones que nunca olvidé, solo la dejé de lado para otros tiempos, tiempos como esos, tiempos de padecimientos y de casos sin explicación. Las ruinas y las manifestaciones hacían que todo estuviera en sobre cimientos que se hacían añicos cada día más, con cosas por ahí, con lágrimas, con recordados lugares y tiempos, que ya, no, iban a volver. Y así se sigue, el tiempo no para aunque quieras detener los mejores o peores momentos de la vida, la tela del espacio-tiempo me convirtió en algo que nunca imaginé, en otra persona, con los meses y la tan desagradable sensación de de querer algo mejor, fue que protagonicé variados capítulos de cosas que no pasarían y, si, acá se sigue, no sé como detener todo, sabiendo que nada se detiene.


Iba a escribir algo más pero esto salió, habían canciones a las que les tenía temas, pero salió esto, fue y acá está.


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