lunes, 23 de noviembre de 2020

Demarcación

 Fuera de los límites, la infraestructura era de casualidad, un par de bloques o concreto que estaban solo bien posicionados. Así entre la permeabilidad de las cosas, el tiempo fue dejando eso que quedaba, lo que lograba pasar entre las tan pequeñas rendijas de sus quehaceres. Entonces no era mucho lo que circundaba la zona en un tiempo más futuro, todo se fue desvaneciendo por el uso, el desgaste de la pintura era innegable y parecía solo provechoso, volver a pintar, invertir otra vez y ver que tal todo quedaba. Aunque no lo parecía, esta nueva pintura ya se estaba desgastando, salida de su lugar de nacimiento, sería carcomida por el óxido del ambiente o por los rayones que no tenían premeditación alguna. Así fue que color tras color, capa tras capa, la infinidad era una mentira que se veía entre cada día que pasaba, como alternado todo de una manera tan práctica, que ni cuenta nos dábamos. 

Nada era para siempre, ni lo bueno ni lo malo, pero esa parte que llamamos "malo" parece ser tan infinita, en cambio el otro motivo de seguir, se parecía tanto a eso tan efímero que nos presenta la vida, el dinero, el amor, lo momentos, la felicidad, esas cosas que valoramos pero que siempre extrañamos. Así eran los nuevos días, con el toque que los hacía ser poco en tanto que antes eran. Esperaba encontrar una respuesta detrás de las letras, pero las canciones solo me generaban más incongruencias, haciéndome pensar que sería y que pudo haber sido, que tampoco no fue y eso que siempre quise que fuera, pero no, los sueños nos pronuncian razones, solo nos dejan pensando en como es o sería todo, así fue que me miré otra vez delante del espejo y vi un par de átomos agrupados para formar células, que formaban esa parte de mi que se ve así mismo en el espejo mientras se pregunta como es que las mismas células, forman lo que  hace pensar, es un alocado círculo.


Nada

-Pareciera que fue, pareciera que nunca fue, porque no hubo razones para pensarlo mejor, solo esperaba entregar todo lo que el alma dispusiera, pero ¿qué es cuando nada fue?, la pregunta a la cautela esmerilada por los lados, de bordes finos y algo cortantes, dejaban entrever una herida provocada por los presagios que no pude entender, por creer que uno puede hacer cambios de otros contextos o solo elucubraciones de futuros para nada ciertos. Quizá eso fue, quizá quiso ser, y la espontaneidad solo decayó esa parte que no tenía que crecer, donde las palabras actuaban en si, donde un par de fotos, mostraban más de lo que de verdad había, donde los siniestros dichos actuaban como un pequeño contrapeso que al final, terminó por socavar el piso del tan efímero futuro. 
Tanto que había por demostrar y las ganas se quedaron en ese resquebrajado porvenir, hasta me preguntaba como fue que por sobre todo, si sabía el fin, ¿para qué actuar de más?, pero no, no soy así y si algo nace, lo cuido con la vida, aunque termine acuchillado por el mismo, desangrado por las razones y desprovisto de palabras que dejaban solo hoyos en el alma misma, llenarlos otra vez era tarea del tiempo que sigue y sigue pasando. 

lunes, 16 de noviembre de 2020

Sin sabor

Un tiempo después de los sin sabores y de las banalidades, fue que comenzaban a surcarse esos días que decían venideros. Así como surgiendo de entre el concreto las plantas, en crecimiento gradual y espontáneo, las efímeras manifestaciones conllevaban a entender, quizá, el por qué tanto y en otras de tan poco. No era notoria la realidad después de un resquebrajamiento del alma, las cosas corrían y las manos ya estaban alejadas de un simple futuro que nunca fue. Después de planes y de sueños, de memorias del futuro y palabras de apoyo, después de sinceridad y gestos para repetir en persona, es que la lejanía, se ve más clara, donde las propiedades de cada uno, han de ser implacables a las otras, donde cada uno seguía su camino y cada uno se convertía en otro. No era de esperarse cuando todo era tan "real", pero creo, esa frase dicha por una compañera hace tiempo atrás, mientras sentados a la espera de los demás ella dijo: "cuando todo es tan perfecto, es porque no es real", y así fue, como mérito de la realidad, fue que se conformó ese aspecto, que todo no era ni real en la realidad.

En un punto aparte de la situación, el estímulo que antes caminaba conmigo, ese que hace ver que hay cosas que no se ven, se fue, está más desvanecido que nunca, como un solo atisbo de el queda, ¿Cómo fue posible?, que entre tanta cosa que tuve en los sueños, ni eso lograron ser, por el anticipo a aventuras que quise conocer, por la aproximación a una nueva situación que nunca fue, donde otra vez quedé entrecerrado, lleno de agujeros, como baleado por balas que no cruzan el cuerpo, sino el alma, sino el ser interior que gobierna todo. Al parecer, esa viscosidad que antes estaba, solo volvió indeleble la materia de formación, poniendole topes en las patas, con abrazaderas en la manos y un torniquete en los pies, solo quedaba tratar de soltarse, puesto en las rejas, pegado al sol y sin más resalto que el de ser, ser lo que quiero ser, y no convertirme ni tergiversarme por elucubraciones, nada reales. 

sábado, 7 de noviembre de 2020

La viscosidad de la Vida

Atiborrado de las no-sensaciones, contemplaba la vida. Estaba sumido en una realidad aparente, donde las buenas nuevas estaban por venir. Caminaba cada día un nuevo paso a esa continuidad que se "mantenía" como aparente, sin sobresaltos ni pensares que hicieran bifurcar la realidad. Entonces después de un día de viaje y trabajo, la novedad caería antes del baño nocturno, donde una sorpresiva etiqueta verde llevaría al descubrimiento de algo que, no pensaba, la tan razonable variable de esta ecuación, comenzaba a hacerse presente en casi todos los días, con un amanecer de nuevos días y un anochecer de nuevos futuros. Así fue que cuando cada nuevo paso continuaba el camino, la viscosidad de la vida dilataba esa variedad de nuevas y tan complejas formas que se crearían con tanta naturalidad, la simpleza de un nuevo porvenir, que creía, esta vez no sería de mal término. Así cuando menos la esperaba ya habían lazos formados, por palabras, gestos y un par de artilugios que, cuando ves por primera vez esta parte, no te los imaginas reales, por eso y más, sorpresivo ha de ser ese par de momentos inesperados.

Aún cuando nada podía salir mal, todo se volvió peor de lo esperado.

Como variable principal de la ecuación, la temperatura, era la mismísima manifestación de esos hallazgos, derritiendo con su calor, la capa de escarcha en la piel, y propinando un golpe en seco a esos bancos de hielo que resquebrajados estaban. Como si fuera fácil, todo se fue tornando en un sin número prosas, un par de hallazgos y cuanta otra palabra, que realidades sacaban a flote. Un día una y otro día otra, las cosas iban en aumento, casi exponenciales, como gráficas ascendentes, pero, ¿qué pasa cuando esta variable, negativa se vuelve?, cuando la esperanza depositada se desafirma, y se vuelca sin razón aparente, cuando se da por sentado una realidad inentendible o cuando todo solo desaparece, nada es posible hacer. 

Por encima de estas palabras, el desaparecer, hizo estragos en la tan "prospera" realidad que se veía día tras día, como no menor, los días no eran de mejor manera en otros ámbitos, se contemplaban estruendos que ni antes vi venir, estuve de pronto en la honda realidad que alguna vez viví. Era como porsiacaso un aparente quiebre de mente, en donde las fantasías y las elucubraciones del por qué, contenían la nada de respuestas, solo declaraban "realidades" que nunca fueron así, que no se veían por donde renacer, por donde seguir, todo estaba, quizá, más maltrecho de lo que creí. Sucumbido por tanta caminata y pensamiento inútil, comenzaba a dejar las cosas en su lugar,  porque ya no era de primera instancia un acontecer así, requiriendo "releer" aprendizajes pasados, sería la tónica que haría no salirme del camino real.

Como nueva instancia, esa viscosidad sacada de su estado estacionario por la temperatura, fue producto de un sin número de artificios, en quien de tan pálida realidad, subieron aquella reposada variable a un límite que veía nuevos horizontes cada día, y que ahora, de uno para el otro, desaparecería. De manos cortadas y uña golpeada, continuarían estos días, los mismos de antes, pero de avances progresivos.