lunes, 18 de enero de 2021

Como si existiera

 Fuera de compromisos, con las manos gastadas de piedras tomadas, el hambre ya insaciado, las manifestaciones verdaderas me dejaron un hoyo en la cabeza, un forado más o menos grande, en donde entraron los peores reflejos de la luz que nos cubría. Miraba tras de mi para ver si encontraba una respuesta un poco más clara a como ya estaba todo, pero ni aún así, solo me quemaba los dedos sabiendo que eso que sentía, ya nada de verdad tenía, se había esfumado; por errores; esa noción de ser yo, ese sentimiento que alguna vez sentí, esas palabras que ya no sabía como expresar, esos soliloquios que antes mis días atestiguaban, nada me quedaba, ni en las manos, ni en la piel, en la mente casi vacía, solo estaba la noción de eso que hubo, nada más parecido a eso, ni un atisbo que soplara por arriba de la cabeza, ni un punto delante que dejara considerablemente un trazo, aunque fuera indeleble, de lo que sacaría esta noción, todo ese sentir de vacío que.... de un día al otro sucumbió mis cimientos.
Cimientos que había comenzado a construir desde meses atrás, aunque en una seguidilla de caídas, todo se empezó a ir de a poco, como ladrillo tras ladrillo devorando el muro que ayudaría a forjar todo, se fue despedazando hasta queda casi obsoleto dentro de esta realidad, donde no encontraba nada, ni sentires, quizá  un par de risas, un par de conversaciones, pero nada más allá. Quizá por sobre todo haya que aceptar esto, cada cosa, como si fuera producto del karma constante que nos apacigua. 

Tengo una idea que no sé como expresar.

Hace cierto tiempo, y por arte casi de magia, una etiqueta verde en la parte superior de una foto en una red social muy utilizada, me causó un tanto de extrañeza, no porque fuera malo, sino el por qué, estaba ahí. Así que para que perder el tiempo si podía de alguna manera optar por ayudar a que esa simple etiqueta, fuera el golpe necesario para salir del "casi hoyo" en el que estaba metido, por cosas de soledad, por razones banales. Así que lo hice y las palabras salieron solas, como arte de los dedos elucubrados con el sentir del cerebro que quiere querer que todo salga de otra manera, lograr algo más allá, más allá que las solas palabras, que algo más se transmita, y así comenzó siendo. Me comentó de su viaje; para el cual por lo que recuerdo, queda poco; intercambiamos palabras, stickers, fotos, un par de audios y la voz distante de su ser en el parlante del celular, me hacía estar más seguro de la realidad que, que estaba soñando, porque solo eso fue, un iluso sueño. Pasó no más allá de un mes y cuanta palabra se había dicho y sentires se habían pronunciado, quedaron varados en una camilla detrás de todo, sin importancia, sin ramas, sin tronco, solo una raíz que se secaba más y más, en ese desierto, en mi desierto. Sentía un par de cosas que podían renacer pero desde antes de ese atisbo de "vida", fue que ya sentía ese hoyo en el alma que, no podía llenar ni con weed, ni con alcohol, ni con vanalidades materiales, porque compuesto de sentimientos, que ahora están desperdigados por el subsuelo, siento que no las puedo sacar a flote, que ya nada es, nada.
Siento en el corazón, esa sensación de ingravidez en donde, todo flota en una insípida y maltrecha forma, donde la nada predomina, en donde los sentimientos parece que tengan que seguir sumergidos en esa pasta, o algo así. 
Siento en el alma ese desapego que tuve que propiciarme una vez llegada la verdad, cuando trataba de encontrar cierta "razón" en todo aquello que sucedió. Que cada una de esa elucubraciones me pasaron la cuenta sabiendo que ya me habían revelado el parecer de la otra parte, una que no cumplía con esa, mi expectativa, pero que si, era la verdad que no quise asimilar, así me quedé peor que de brazos cruzados, sentado en la solera de la calle, pintada de amarillo por nosotros mismos, y miraba todo lo que faltaba, más dejaba de lado todo lo que ya habíamos logrado pintar, y fue ahí cuando ya faltando un par de "manos" por pasar, que me tentaba a comenzar otra vez cada una de las razones por las cuales, no continué, pero nada, solo quedaron los reflejos, las fotos en la copia de seguridad, un par de audios que repetí, un par de sueños que veía escrito de su voz en las conversaciones, y eso, nada quedaría después.

Las explicaciones pertinentes del caso y la frase tan típica y tan "banal-real"; no sé muy bien como expresarla. "Eres una buena persona", ¿para qué sirve serlo si ni eso se valora?, ¿para qué esa frase si más que algo bueno, solo daño genera?, si era tan bueno, ¿por qué todo no siguió como ya estaba?, que más vueltas le voy a dar, el tiempo ya se nos pasó y más por mi parte, con el vació radical que... solo deja mi alma al descubierto, sin armaduras ni trampas, con aprendizajes y nuevas enseñanzas, pero desprovisto de esa manifestación verdadera, ese querer que quiere salir y expresarse, aún así siento que no creo que eso pase, pero, no pierdo esa esperanza. 




"Y si acaso pudiera creer en algo, me gustaría creer, que al pie de la montaña, hay alguien que me espera, para enseñarme a ver, a través, para enseñarme a ver"

Eso espero... 
Me parece raro que haya escrito todo esto, porque pensé alguna vez nunca hacerlo, pero quedó plasmado. Ya no duele, ya no se siente, porque no hay sentimientos, pero se recuerda y eso corroe la realidad que en ese momento se esta llevando a cabo, y al parecer tiñe de pocas razones esos instantes, los deja desprovistos de vida y el ánimo, las raíces y el rostro, se bifurcan de manera poco provechosa, sacando de si, todo ese intertanto que quedó maltrecho.

viernes, 15 de enero de 2021

Primera interrupción

 Como una rebanada de infortunio que se fue comiendo de a poco, hasta devorar la fruta completa, cortada por buen cuchillo, para volverse frenéticamente real y con artilugios más allá de todo, con repercusiones desconocidas y un par de cabos sueltos que a más de uno han de quedarle, simplemente fue el punto de inflexión más grande, desde el nunca antes hasta el "presente", efímero presente, como regalo y como realidad, si así se pudiera llamar. Entonces como iba antes, la casi curvatura de la vida que iba en plano ascendente, decayó por parte de la realidad y fue más allá de todo, se bifurcó en otro plano, cercano al cuarto pero entrelazados una multidimensionalidad con los otros restantes. Cada 5 minutos sonaba la alarma que algún recordatorio tenía, o dientes, o crema, o el recuerdo de algo que olvidé y anoté para poder recordarlo, importante tuvo que ser para que pusiera un recordatorio o por si, le hablara al celular para que lo hiciera. ¿Entonces?, ¿está todo "solucionado?, ¿qué va a ser en 3 o 4 meses más?,

miércoles, 6 de enero de 2021

nada

 La nada, prodigia de la multitud de sistemas que la conforman, con altercados, vaivenes que surcan los letargos, miradas que sobrepasan el aire, maliterpretaciones que surgen de la nada, comienzos que no se creían, visitas inesperadas, climas cambiantes, nubes, relámpagos, comidas, vida, transcurso, números, una similitud con bastantes diferencias, sábanas blancas, ropas rojas, zapatos de cuero, misiones sin sentido, caminos de tierra, asfalto y hormigón, pinturas, un par de calamidades, manchas de vida, manchones sin muerte, blasfemias, antepasados, futuros sin futuro, pasados ya pasados, presentes que se regalan, un par de fotografías, artilugios, maní, pasas, y cualquiera de esos frutos secos, pero nada, nada de eso, ni nada de aquello, por un tubo se fue todo lo que se tuvo, ¿cómo desenmascarar esa realidad que ya se liberó?, fue premisa anterior y será una respuesta nada verdadera. Alternando la vida por el simple hecho de estar vivo, surcando el subsuelo, cayendo más allá. 



La verdad, que nada tiene sentido ya, por eso todo lo escrito no lo tiene, el punto de inflexión me pegó en el alma, o más dentro si se puede llegar más allá.