miércoles, 28 de octubre de 2020

Residencia

Como un disparo de sangre a la cabeza, lo nuevo se hizo presente al mismo tiempo que ese líquido rojizo llenaba las venas con su color, presión y esa ansia de vida. Juntos todos, en un ser macroscópico. Viviendo los segundos de distinta manera, es que la mínima porción de lo que se considera vida, puede ser afectado así como el ser que este conforma con las demás, en un unión de partes iguales, cada una en su trabajo, su tares específica, con vida y muerte, al igual que nosotros, porque nosotros somos ellas, células. Sin saberlos el tan despropicio virus que nos afecta, llegó más allá de las esferas de "confort", en trabajo y en amistad, entonces, el alarma a de despertarse como en las mañanas, por el retumbo de algo que se viene, que no se puede dormir ya, por el hecho de que este, más no me haría mucho daño a mi, se lo haría a mis seres más queridos, y ahí la cosa ha de cambiar.
Siguiendo con el tan "no-esperado" e indeseado acontecimiento, tuve que ir verme la necesidad de hacerme el tan afamado examen, acudiendo así al servicio de salud y solicitándolo. Cabe recalcar que no nombraré detalles ni personas, la cosa no trata de esos detalles.
Como sería que la duda y la amargura de un positivo resultado me llevaron a la necesidad; por el cuidado antes mencionado; de recurrir a una residencia donde el aislamiento fuera efectivo y el foco de "posible" infección más cercano, o sea yo, no estuviera en el lugar en donde menos se espera la llegada de ese minúsculo "ser"; porque vivo, no está*; mi casa. 

Así que emprendiendo un llamado, me contestó una amable enfermera, que dando cada indicación con toda la claridad posible, dispuso de mis datos y un tiempo de espera para devolverme el llamado, que fue en la mañana del siguiente día. Todo dentro de lo normal. Así que en la mañana siguiente, la ventana no apuntaba al norte ni hacía la multicancha o el techo del vecino, sino que esta vez era en sentido opuesto y unas cuantas palmeras, pasto y la piscina se veían del tercer piso de aquel hotel a una cuadra de la playa. ¡Que mejor dirán! y si, nada en contra de eso, la comida de lo mejor, buena atención, una pieza con baño incluido, y siempre enfermeros y personal que estaría a la disposición de alguna necesidad que se tuviese. 4 días fueron en total, donde viví desde el encierro el PRIMER PASO PARA UN NUEVO PAÍS, un par de capítulos de series, el amanecer, el atardecer desde la terraza, y un par de tiempos de siestas. 

Detalles por acá y otros por allá, que cuando bien van las cosas, el universo premia con los regalos más queridos. La nueva verdad que se dijo fue recibida de buena manera, tanto así que la reciprocidad de esta, está dejando entrever el sentido que tiene la vida, según esos versos de la canción número 15 del disco "Siempre es Hoy" de Gustavo Cerati. Así fue que el mismo día de mi salida de aquel lugar, esta verdad que describo fue resaltada entre la realidad y se convirtió en ese toque de vida que faltaba. Donde la emoción viene desde dentro, como un sentir palpitante que se quiere escapar cada vez que las palabras justas y el conjunto de células tan inmenso, que propiciado por esa hebra helicoidal que todo lo maneja y que hace la diferencia en cada uno de nosotros, aparece entrañablemente y calma todo, desentrañando esos sentires que, lo hacen a uno sentirse vivo. El paso primordial estaba dado, los antiguos conocimientos hicieron comprender tantos artefactos de como es que esto funciona, cómo que si, cómo es que no, así de la misma manera. Solo queda seguir y seguir, el tiempo no se detiene y hay tanto espacio por recorrer, y viviendo en el espacio-tiempo, todo al final se termina atrayendo por su gravedad, cayendo en ese baile cósmico de estrellas en torno a un centro en común, con la misma fuerza en si, con distintas composiciones pero de complementarios elementos. Así el futuro que se hace presente, volvió en si después de un letargo, casi infinito, lleno de olvidables momentos y cambios fructíferos en el ser, una nueva perspectiva y antiguos desechos, ya dejados de lado, solo visiones de presentes futuros en una nueva y hermosa realidad.

"Comprender que solo estar es más puro", eso dice la canción. 

Y sucedió que la razón le siguió al corazón. 

Esta es la canción 


* https://es.wikipedia.org/wiki/Virus