viernes, 30 de junio de 2023

Ortsor Nis

 Y no está, más de lo que quisiera encontrar
Ramificado en este malestar
Contemplando cómo en el andar
Mirando de lado cada sobrepasar
Bifurcando el simple recordar
De la manera tan sin cesar
Alimentando cada contemplar
En el camino tan poco especial

Consideraría cada resplandor
Como un simple, refugio al ardor
Mientras el clima, sube su calor
Hasta el camino de inundado fervor

Entonces, el clima se forjó
En cada detalle el cielo explotó
Como en un arcoíris el tiempo se convirtió
Partiendo en dos, cada uno de los dos

Sintiendo encima del rubor
Como es que las cimas sin sabor
Mantenián el racimo a descolor
El día se iba sin razón


(Mientras escribía esto, lo cantaba, creo que algo rima, en un ritmo de una guitarra de bolero)

lunes, 26 de junio de 2023

 En un día intangible de permanencias, el no tan anecdótico repercutir de las vibraciones, se señía llegando a ese punto en donde el rojo, era el nuevo color que las ondas de sus sonidos y fotones, iban convirtiéndose. El andar sin proporciones, se contenía en las manos, como la arena en una playa solitaria en donde el viento y su acompañante llovizna, cauterizaban los sesgos que entre los dichos quedaban. Era el aliciente a un nuevo repercutir, se preguntaban los venideros momentos que sucumbían a los anteriores, entre las fauces de esa palabra tan usada, el inexorable paso del tiempo. Chispas de antes, luces radicales, estrepitosas consideraciones, anticipaciones, visiones, ¿cómo era que todo había pasado?, no era común sentir algo había antes de todo, el presente no era instantáneo, el tiempo de demora entre la percepción y la realidad, nos convertían en seres anteriores, no éramos presentes, éramos. Y, ¿qué vendría después de las banalidades?, incertidumbre dirían algunos, otros que nada, otros que más de lo mismo, pero nadie sabía la respuesta clara, quizá el tiempo conmemoraría los anticipados números, con un escrutinio en sus andanzas, uno que nos daría otra sorpresa, un punto álgido o un punto medio, quizá uno bajo, como perderlo todo, como no ganar, sino, aprender de lo que un día fue, lo que un momento se cumplió, el tiempo diría en sus manos que el anticipado, nunca fue seguro. 
Una idea sin ideas, o quizá muchas ideas, ni él mismo lo sabe, como traspasar la cuarta pared, así preguntarse a si mismo, si entre los tiempos, entre los comienzos, entre los procesos o los desenlaces, el sosiego llegaría, el estupor supondría el nuevo comienzo o solo habría un tiempo nuevo, de nuevos nuevos. 


 

lunes, 5 de junio de 2023

Tortuga y Serpiente

 Entregados en su inherente personalidad, convencidos de los actuares, pero en la dudosa comparecencia de los vaivenes, el semiciclo de alteraciones, los convirtió en seres de un mismo filum, pero de distinta clase, así fue que evolucionaron, para un día encontrarse en el reino de la realidad, donde cada uno con sus complejidades, sus diversas manifestaciones y esos puntos que las hacen ser diferentes, trataron de hallar entre las canciones y los presagios de nuevos futuros, el cuantioso futuro que un día se dijeron entre las vociferaciones de noches estrelladas, donde solo se quedaban perplejos ante el cielo, ante la inmensidad de su pequeñez y la comparación de eso que no conocían pero querían vivir, siendo fuertes el uno con el otro, con sus armas en la lucha, con sus cualidades, las prosas de sus palabras, los movimientos de sus cuerpos, el refugio del calor en el cual cada una, sumergida en la arena, podían ver venir el clima, aunque fuerte y duro fuera, no se iba, aún así, no vulneraban el hecho de que ese sentir tan recíproco, no sería eterno, pensando en el por qué aquellos astros en la negrura del espacio, si lo eran, solo que no sabían que en la instantaniedad de sus vidas efímeras, no era comparable con la nada creible vida de las estrellas con las cuales alucinaban en el las sábanas del espacio. Eternidad era solo un concepto de visión, de percepción, nada era eterno, ni su compañía, ni las estrellas, ni el eterno manto en el cual se cobijaron, ni aún así, el infinito universo en donde estas mismas dos especies han de aparecer. Que triste suena todo eso, que imposible suena el encontrarse entre los planos de la vida, pero así fue como les sucedió, acontecieron las cardinalidades en el sentido de una noche, en donde el trago más gustoso de sus mieles, se convirtió en el jugo de vida que los arrimó a magnificar las intesidades, en tiempos donde la linealidad de los consideraciones, era un propósito que se autodenominó real, pero fue quebrantado por el arrebatado hecho de considerarse vivos desde aquella noche. Así las magnitudes de los gestos, fue conviviendo en el recodo más vivaz de sus vidas, donde la salida de la realidad son consideraba un punto áljido, eran tiempos de vida, de calamidades que no importaban, de vivir la intesidad en donde solo querían ser, ser más, sentir más, ser el uno con el otro. Así fue, así se vivió, así de claro, así como si fuera casi incosevible el hecho, de que esa era la realidad que estaban viviendo, no se creía, pero era más real que cada pensamiento que tuvieron, combinado con los sentimientos y la maraña de noches, en donde, los risueños calores, hacían vibrar la vida que tanto querían vivir.

Podría seguir, y no parar, quizá aparezca otra de estas publicaciones. 

¿con quén habrá sido esa conversación?