sábado, 29 de noviembre de 2014

10 minutos

Entonces calmó. La tempestad se había derretido en el humo, fundido de horizontes, fundido de malestares sin intención de perjudicar. Calmó. Pensaba decirlos, cuando continuara viviendo, pero se le pasaba la vida. El humo hacía las cosas mas lentas. Poseido por el tercer tipo, tomaba sus manos, salía de la mirada, ampliaba el espectro, pudo ver mas allá de sus cabezas. Baños en el parque. Un asunto de pereza, notables eran las formas que se volvían tan reales en el viento, como esa caminata entre los cerros sin nombre, el solo respiraba aire puro y se perfumaba de placeres. Motivado por el seguir andando, caminó, tomó el desvio y llevó a los demás por su trecho, donde antes de terminar, ya se había acabado el ser. Solo existia la existencia. El no estaba completo, solo el dejó su mitad y la otra voló por el aire, se calmó metros mas arriba, donde veía el caminar de la existencia y regresó, se posó a su lado, le habló al oido a vista y paciencia de sus acompañantes, los miraba de reojo, sin interrupción ellos los miraban, como si ya conocieran los dichos o el espectaculo fuera un eje recurrente de las dimensiones. Un eje metalizado acompañaba en su manosla travesia. Nada mas que eso se acostumbraba. El camino se hizo largo pero el porvenir no esperaba un final en su vidas.
Cima.
¿Cuando terminamos de subir?
¿Cuando está el tiempo tan disperso que los demás no lo ven?


Paradero
"Se nos van años en el paradero" dijo con prudencía. La micro no habría de arrancar todavia, y los 3 en el paradero solo miraban los autos pasar. Se fundió todo y solo eso. Nada mas importaba. Faltó una foto.

Recknoker
Y Salimos de las Sombras


jueves, 27 de noviembre de 2014

Él (2) "El sonámbulo"

Y mientras sigma era la bondad en la integral de la trayectoria que viviamos, él sentía cada vez mas mediocre. El tiempo y las cosas-personas le habian infringido esa ley. Eso era él. Y se notaba en sus huesos que la misera parte de su ser, no era eso, sino un ser provisto de dicha que enraizada a la tempestad, solo se había ido entre las nubes negras del olvido, donde las cosas solo suponian verse en contextos alternos, donde él de verdad era quien era. No podría ser algo mas que nada si no lo era todo, si no era todo él, sino era todo el ser que estaba ahí detrás de las persianas.

Lloro. Lloro por la angustia de no saber que hacer de no saber si soy el culpable de todo, de no saber si es el tiempo lo que quiere que me pase esto. Nunca había estado tan mal solo estoy, sin alma como en los tiempos de colegio donde no era nada mas que un estudiante mediocre, del montón, el que no resalta ni da a conocer un parecer, el incomprendido que no puede vivir de serlo, como aquella canción de Kevin Johansen (El incomprendido). No saber si eres culpable, o si eres la victima de todo, no saber nada, hablar tanto sin recíproca respuesta, sin una misera seña de luz entre todo, por que por amor, he hecho cosas, por que por amor he tratado de ser mejor, pero no se si por amor recíproco se cumplan dichos, "favores" mínimos que cumplirían a cabalidad con el hecho de ser un momento tan esperado, tan lleno de gracia por cosas tan simples.

Él (1) "Desperdíciame"

Tenía el alma mutilada de razones sin sones, de calamidades soportadas, de tanta espera y de un desperdicio de tiempo que cada día lamenteba mas. Era imposible volver en el tiempo y mnifestarse de otra forma que no fuera la que ahora el daba a conocer.
Había dado oportunidades por doquier, mirando mas allá de ellas, solo las daba para ser pariticipe del siguiente capítulo que solo era una fracción de vida, algo inamovible. Él ya no quería luchar mas, no quería mas alegatos de frases nunca dichas ni de alcances sin réplica. Era sensato pero le era nefasto el desgaste que les poseia. Nada habitaba en él. Solo era el ser qua dio oportunidades por doquier, sin pensar en métiros  ni en medallas de momentos vividos, solo lo hacía por el sentir, era programable en cuestiones del amor. Solo lo hacía por amor.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Ráptarme

A veces él le preguntaba al tiempo, por qué era tan inaceptado, pretendiendo ser alguien mas, sabiendo que los demás no valorarían algunos "pequeños" esfuerzos por hacer la vida de los que a su lado parecian vivir, un poco mas simple, o con actos de "verdadero" querer, en un contexto que cada uno crea. Pero mas aparecia la forma invariable en su mente, esa que le decía como serían las cosas, a pesar de que él esforzara las fuerzas y fuera ya casi inconsiente ese actuar; por porque así fue criado, y así mismo fue como el destino había moldeado su actitud. Quizá no era la cosa mas estruendosa en su mente algo divagadora, pero era uno de los articulos de un diario que escribia en su cabeza tan llena de cosas malas, cosas buenas y de esas cosas neutrales que son casi totales en la población. Él pretendía ser algo mas, para poder verse mejor y así, seguir siendo "algo", que cuando él mirase las estrellas en el cielo, no solo viera puntos blancos en un cielo negro, sino que se viera reflejado en una de ellas, para que cuando algún corazón aligerado de temor, lo sacara del estruendo y le dejara expresar lo que llevaba dentro. Porque quizá el ya se estaba hartando de lo que le sucedía, él dejaba lo mas y nada recibia; no pedía riquezas ni regalos de batallas ganadas, sino un gesto amable, innerte en el tiempo, que perduría mas que el tiempo, que nunca sería olvidado, como ese sueño tan utópico que a veces alegra la mente, estrellando la razón contra la pared mas lejana, para dejar libre la imaginación tan activa que sigue y sigue sin cesar un día de soñar entre las nubes.

Entonces nada podría parecer verdad, el gesto de resignación se hacía mas presente a veces que la utopía que tanto añoraba, esa que pudo o podría ser tan real con el simple gesto de la persona que vio su estrella en el cielo y la reflejó sobre el papel, que la dejó caer en su hoja de vida, para plasmar años, para dejar las impurezas y solo deslumbrar la sombra con el palpitó de un sol que volvía a renacer.

Él conocía con razones, la vida mas allá y era participe a pesar de la tantas aflicciones que esto le traería, pero aún así, dejaba todo de lado y era mas para ella que para él, en su propia totalidad él solo era para ella.

No suponía adversidad pero las conocería.
Cuando la otra parte se diera cuenta, del perder que un día, podría o no manifestarse, las cosas del cielo, estrellas de la noche, apagarían aquel punto blanco y se esfumaría liberando con desaires, la tormenta de ímpetus que tanto tiempo guardaba en la mano, mano que no abría, mano que sellada por las palabras y por muy debajo del verdadero querer, no daba oportunidad de liberar, solo hasta el momento en que, la nada quemara ese punto blanco y solo, desapareciera.

Recknoker

Y salimos de las Sombras

martes, 11 de noviembre de 2014

Desnudos



Desnuda ante mí. Nuestros ojos se miraron con la misma complicidad tan incondicional, como la primera vez. Ella se cubría, tapaba sus senos con sus manos, decidiendo si quería entregar su cuerpo al deseo, pero en su mente, el miedo de algo prohibido la hacía vulnerable y algo precavida. Todo se quedó así, no había más. Estábamos ya en ese momento, no habían cosas que contrarias dejaran de lado lo que ya habíamos empezado. Me desnuda, como antes yo lo había hecho, mirando su cuerpo tan único, tan suave entre las sábanas de nuestro lugar íntimo. La ropa sobra en momentos así, es solo el impedimento a la intimidad de nuestro encuentro. Ya estábamos en contacto total. Inmunes a lo demás, como un ser entre las nubes del cielo, recostados en la cama del mundo, solo ella y yo, mirándonos. Ya nos conocíamos de encuentro anteriores, pero eras casi una persona nueva que con encanto recorrería tu cuerpo una y otra vez, besando cada parte de tu ser, cada parte del ti.
Inmersos ya en nuestro cuerpos, entre caricias, besos y gemidos suaves, el aire empezaba a quedarse quieto, algo denso entre el palpitar de nuestros cuerpos, moviéndonos al son de la razón que nos hace seguir. Danzantes, motivados por el fin de sentirnos, con el fin de ser más que todo, con el fin de amarnos como la vida nos ha regalado la posibilidad de encontrarnos otra vez en la intimidad.
Seguíamos juntos, hasta el término, mientras miraba tu rostro y sentía tu placer, sentía tu cuerpo moverse, sentía algo que nos encanta sentir, sentía tu ser y sentía amor por ti. Sentir cada parte de ti y ser tuyo en cada parte de mí.
Quedaba tiempo, y el clímax ya se acercaba, teníamos los cuerpos extasiados, desnudos, sudados, con tu cuerpo en el mío. Con tu hermosa y tan suave piel, tus manos, tu rostro, tus muslos al danzar de los movimientos, entre gemidos, besos y caricias, tocándonos más allá y dejando todo en la vida por ser sólo lo que somos en ese momento, uno solo.
Ya te había sentido tanto que nunca quería dejarte ir, solo quería seguir en esto y hacer cada vez más feliz.
Escuchaba cada vez más fuerte tú gemir, sentía cada vez más fuerte el movimiento de tu cuerpo, ya casi llegaba el momento de tu clímax, ya nada podía ser más importante que eso. Y pasó. Dejaste sentir un gemido de placer, sonreíste y volviste a la vida. Te miré y besé tus labios con tanto amor, con un gesto de sinceridad y entre tu respiración tan agitada y tu corazón a mil por hora, cambiamos de lugar, para dejarte descansar y hacerte volver a sentir esas cosas, que locas son el placer más grande de la vida misma. Te amo y en cada vez que expresamos así nuestro amor, la vida nos da otra oportunidad de poder tenerte entre mis brazos al terminar y poder verte hermosa con tu ser tan lleno de amor y tu cuerpo tan pleno de vida, mi amor.

Recknoker.....

Y Salimos de Las Sombras