lunes, 26 de marzo de 2018

Hay solo un limón, a ¿dónde va?

No me dejaba entre ver, las espinas de un ramo de rosas marchito, ya estaban decaídas, con sus tallos doblados por la poca fuera que ta les quedaba. El marco de las cosas se hacía más amplio mientras quería mirar tras el racimo, tras la vida que había vulnerado, y tal ese pasado que, por casi una casualidad, habría resultado de mala forma.
Así era que me prevenía de las cosas, evitando los altercados, las salidas de antes, los momentos de incomunicación, desechando ese placer de alejarme de todo, por tener un poco más de control. Mi vida nunca fue un total descontrol, pero siento que teniendo el control, todo se descontrola más fácilmente, que los días se puede cambiar de parecer tan rápido que aunque pudiera, no me daría cuenta, quizá solo lo trato de ignorar para poder seguir con ese momento de control que con el tiempo ha tomado posesión de mi.

Era, ya era.

No sé, pero parte de lo que era, ya se ha ido, las responsabilidades, las nuevas metas y algún otro compromiso con la vida, nos aleja de tanto que pudiéramos tener, pero ¿qué es del alma libre que antes podía vivir la vida de otra manera?, ¿dónde están las noches?, ¿dónde están los desvelos y esos recuerdos imborrables de antaño?, quieres todo, cuando más apretado estás con la vida, cuando más difícil es, cuando más ilegal es, más lo quieres, pero, ¿dónde queda ese atisbo de insurgencía del alma?, ese que me hacía latir el corazón cuando miraba el verde color del destino, ese que aparecía de repente entre los pasillos, ese que esperaba horas completas con el solo propósito de sentirme un poco más lleno, con el alma libre, con el ser disperso, con el habla media desentonada, con los primeros recuerdos algo borrosos, con todo eso que antes ocurría de una manera más próxima a las siguientes, pero que hace un par de tiempos, he abandonado por completo. ¿A dónde van?, ¿a dónde fueron?

Perdí algunas oportunidades, en si era de eso lo que quería hablar, no sé ya como decirlo, si, ya las perdí, y saben, no van a volver, de ninguna manera, de ninguna forma, de nada.


Nunca voy a salir de las sombras, nunca, de esa sombra, de las diversas sombras que me cubren.

Rubén




Ya que primeramente, quería tanto, anhelaba tanto, ahora que con el pasar de la vida, he desaprendido el verdadero valor de la vida, o solo es que me cuestiono la realidad, que quisiera no convertirme en mejor, solo serlo de la nada, que el tiempo toma tiempo y tiempo, a veces, es lo que menos tengo, solo espero que no pase nunca, que nunca llegue, que nunca se vaya, que cosas que nunca fueron pasen, y que las oportunidades, en partes, volviesen, como otro artilugio, solo con saber de su llegada, daría la vida para volver a repetirlas y no desaprovecharlas.