domingo, 21 de marzo de 2021

Sueño 7 de junio 2014

Estábamos en la casa de un amigo en un carrete dónde no sé por qué había mucha gente de mi u, era en la playa, pero en la misma casa que tiene pero con más grande. Había mucha gente. Paso el rato y cosas raras empezaron a pasar, una mina estaba como mal, algo poseída, mientras que yo buscaba por ahí que poder hacer para ayudarla, me devolví al centro de la casa en donde estaban todos, y ya habían encontrado una cosa como ayudar, ella tenía que cantar algo, sonó una canción muy conocida, algo antigua, recuerdo que la canté. Después ella tenía que comer del pastel pero solo con la boca. Lo hizo, era un pastel de frutilla. Lo hizo, se paró y se fue. Ahora habían choripanes en la casa, me ofrecieron uno y me dijeron que buscará a mi amigo y le diera otro. El estaba en un pieza dónde habían algunos animales, no tenía calcetines. Le pregunté si quería y me dijo que el no comía de esas cosas.
Así que me fui.

Creo que ahora venía la parte de donde teníamos que ver donde dormir, y yo me aseguré con una cama de arriba, le dijo a los demás dónde dormirían, pero yo solo quería saber mi lugar.
Fui y estaba mi polola.
Recuerdo que estábamos acostados, empezó a pasar algo. Mientras estábamos ahí, sentí que la puerta se abrió un poco. Le dije que si podía ir a cerrarla, no fue. Entonces se terminó de abrir. Y en una parte del piso, había una de esas pisos para sentarse. Era blanco.
Entonces miramos hacia la puerta, y algo había al lado de ella. La cerro casi de golpe, y nos dijimos, lo viste.
Y desperté.

Lo arreglé un poco, creo haberlo escrito muy rápido para no olvidarlo, así que tenía unas cosas que no se entendían. 

jueves, 18 de marzo de 2021

 Hoy hace unos minutos, mientras tomábamos once, junto con una persona muy especial de mi familia, entre las palabras que salían de la nada, y los panes y el té, me pregunta: "mati, ¿qué te pasa?, andas como enojado, un poco pesado", la verdad no era ni lo uno ni lo otro, en ese instante casi lloro, la garganta se me apretó y una lágrima que quería salir, se quedó ahí en el lagrimal, y una sonrisa falsa apareció, apretando el cuello, para que ese síntoma que tengo, pareciera disimularse entre la tan corta cercanía de la mesa. Quería decir tanto, pero no podía, no sabía, quizá que me diría, si tampoco vale mucho la pena preocuparse por algo así, por algo que me pudiera pasar, ya va a pasar, como todo. Era que dijera un par de frases para no poder contener las lágrimas, porque siento que el alma se me pudre un poco más cada día, llena de desdicha, desolado paraje de la realidad, donde el polvo es un artefacto que completa la vista de mis días, donde trato de disfrutar esos momentos que tengo, en donde el ánimo cambia, se modifica para producir un par de sentimientos, los mismos que se desvanecen entre las manos, como el agua que se va, solo dejando el frío en ellas. 
Refrescante sería la brisa de... me quedé pensando que sería, eso, pero no obtuve respuesta.

lunes, 15 de marzo de 2021

365 (LPMHDD)

Vista para el recuerdo del pronto, como para vivirla una y otra vez, como de las que se ven pocas veces. No sé si sucederá en otras ciudades del mundo o si será de la misma manera, pero para mi, por descripción propia, es conocida como: "La parte más hermosa del día", todo esto referido al tan variado clima de la ciudad, tan cambiante, tan improvisado e imprevisto en cada estación del año, con cambios desde el calor, la lluvia y el frio en distintas horas del mismo día, la vida nos dio la bella oportunidad de vivir acá, en este espacio del universo. 

Toda esa parte ya dicha, conlleva el día nublado casi en tu totalidad, con esas nubes que no llegan al horizonte y que cubren de manera completa la conurbación, pero dejando en la vista desde las alturas de la ciudad o desde la playa, el borde, lo último que vemos. Entonces todo el día hasta ese punto en donde el sol renace otra vez, pero esta, desde arriba hacía abajo, como que amaneciera desde el cielo, escondiéndose detrás del inicio natural. Este paso dura un par de minutos, pero es hermosa la vista, todo queda iluminado con esa luz casi roja, con tonos naranjas y manchones amarillentos, para así llenar la ciudad con nuevos colores, después del día gris. Se ven los cerros encendidos, los edificios teñidos, las calles que no ven en ese momento, quedan un poco más oscuras, pero las que van en la dirección de los rayos, quedan provistas de una luz tan efímera, pero tan reluciente, que da vida, apareciendo de la nada detrás de cabezas y delante de los ojos de los transeúntes. Se ven los detalles con mayor nitidez. Sé que muchos no valoran estos momentos que describo, pero la verdad, a mi me llenan de luz en el que sería, el fin del día.


Quizá no se note al detalle, pero esa foto refleja ese escenario. Usted que lee esto, si aprecia un día de la vida, este espectáculo, y más en una buena ubicación, disfrútelo.
El cielo se termina y comienza otra vez el reinado del sol, en el finito espacio separa las nubes del horizonte, en la perspectiva que tenemos desde nuestra lejana cercanía a la costa.

¿Lo que queda de lo que queda?

 Estepas, llanuras, pisos planos, de horizontes lejanos, mirando como el cielo se junta con la tierra fue que apareció la mirada de los días anteriores, ese desvanecido recuadro de un tiempo que aconteció. Fueron las nubes que se veían concentrarse en el punto de fuga o las olas golpear resonantes, casi con la misma frecuencia, aunque de vez en cuando una perturbación acumulada, hacía presente una ola más grande o una que se devolvía en contra de las demás, como una rebeldía que es intrínseca hasta en esas posesiones de la naturaleza. Un acumulado recoveco que estaba ahí, siempre estallable por la acumulación. Entonces calmadas las olas del mar, los autos estaban detrás y la gente al pasar, era mejor toda esa escena en los tiempos de otoño-invierno, menos personas, menos ruido, la playa tiene esa quietud, ese frío; aunque admito que amo el verano; toda esa tranquilidad que está, cuando nadie está. 
Nada dura para siempre, el tweet de hoy. El clima se hace más otoñal cada día, el árbol ya tiene  muchas menos hojas, los días de a poquito se hacen más cortos, que mal, no me gusta ese "detalle" del invierno, el sol se va, no abriga, pero; esperamos todos; venga la lluvia, un poco de agua que quite la sed de este valle. Así el recuerdo perturba la quietud y bifurca cada pensamiento, por ese caudal en donde la intranquilidad y el sin-sentido, tienen cabida, una dimensión propia del recuadro, o del corto clip del tiempo, que se apropia de la razón y la realidad, por instantes, dejando la polvareda detrás, en los planos, o lugares aleatorios donde estos han de aparecer o aparecido. 
En calma cada momento, con la realidad por delante, como plasmada en la retina, las perturbaciones ya son granos de arena en las manos, ni un manojo de peso, ni una puñada de tamaño, un insípido arenal, que se caía con lo pasado del tiempo. El contemplar la nueva realidad, era una salida del presupuesto, donde la calma, se convertiría en quizá que nueva cosa. Este sistema sigue y sigue, que pasaría si nada de lo que fue después hubiera sucedido.... (en este punto se perdió la ideas) Estos tiempos, ¿estos tiempos?, si estos tiempos, son nuevos y buenos tiempos.

-Esta será la publicación 364 del este blog, significa que mañana es "fin de año" y la siguiente será "año nuevo", quizá que se nos vendrá, los mejores deseos, siempre

Dormir tranquilo, despertar en las noches, sentir sed, tomar agua y repetir, cada noche, hace varias noches, a veces menos, a veces más, un intranquilo pero nada recordado recuerdo al nuevo día. Una vez me pasó unas 4 veces. Ne veo hora, solo lo hago y vuelvo, me acuesto y me duermo. Son las 23:25 y mañana lunes comienzan las clases. Hacer yoga me ha hecho muy bien.

Espero buenas y nuevas cosas de este, otro año académico.