martes, 19 de abril de 2016

Dormir

En las noches no tengo sueño, más bien, un despertar de mi mente, como si fuera la hora perfecta para hacer tantas cosas, como si el día hubiera sido descanso o algo parecido, como si el día hubiera sido algo menos, pero en la noche, despierto y sin ganas de dormir, lidio cada noche con esto, atormentando mi mente, como un ser, un ente qué aparece en estos momentos. Y cuando miro alrededor, el día ya se ha ido, la noche dará el inicio a un nuevo día, el cual pocas ganas tengo de vivirlo, volver a las rutinas, a viajar a los mismo lugares, preferiría dejar las noches así tal cual, inmortales en cada segundo, ver las estrellas desde mi ventana, de la cual no logró ver el cielo, solo se ve la oscuridad nocturna, solo eso. Quisiera ver noches eternas, terminando los días con ansias de que nunca se acaben, porque dormir quita tanto del pensamiento que se tiene cada noche, dejando de lado tanto y volviendo a renacer al día siguiente después de un par de horas; a veces pocas, a veces muchas; de dormir, pegado la cabeza en la almohada, con forma de lo que quieras, quizá de sueños, quizá de un brazo, quizá con su forma habitual o con alguna irregularidad, esa de los días que no sabes cómo fue que terminaron así.
Eso siento cada noche, y dormir me quita las ganas de dormir, y dormir me sigue quitando el atractivo, pensando que sería mejor hacerlo a otra hora, dejar todo eso para después y en esta noche vivir otra vez, sin dormir.

Recknoker
Y salimos de las sombras


No hay comentarios:

Publicar un comentario