domingo, 6 de noviembre de 2022

El Enigma

 Desde la mente subconciente, los sueños aparecieron por la cobertura de la negra noche, como un tumulto de algún tipo de realidad que no quería aceptar. Eran prosas en forma de videos, los cuales a veces, entre los puntos que no dejaban de verse tan reales, eran controlables por el conciente que, inconsiente, estaba presente entre el sueño y la para nada real, representación de lo que es esto. Entremedio de las calumnias, de los presagios, de los parajes, de los contextos, un propenso pero sincero personaje contribuía a la realización de aquel producto, el que dejaba pensando por las mañanas, el por qué de tal aliciente, de tal promulgación, de tal "real" querer que se tenía en las manos, en donde el rechazo a la invitación, en donde el preponderante sentimiento, dejaba ver la verdad, la síntesis de lo que tanto se quería. como una manifestación intrínseca de lo que tanto, pero en verdad poco, se tenía. Como pedazos de espera, como un futuro que, quizá cuando llegue.
Un día decía que no volvería a ser así, pero como el clima de las estaciones, repite factores, el punto de añadidura, se convertía en algo que se volvía en nuevamente realidad, donde las canciones, los andares, los tiempos, eso que se fabrican de lo que se tiene, contribuyen a reformar el clima tan, tan, tan, solo eso. 
Mientras ya son las 1:28, el clima de afuera resopla en la ventana, con una brisa que desde el principio de este cuarto, entra por la rendija que no se ha encontrado. Sinceramente, sinceramente, no tengo muchas palabras ahora. Ese es el enigma.

miércoles, 14 de septiembre de 2022

DPC 4

 En el clima de los días, primaba tu silueta en el rango de la luz en el cual mis ojos eran deslumbrados por la tuya, diciéndome que era verdad que la vida, al igual que tus labios, un día volvería a sonreírme, sabiendo que la necesidad del alma tuya en la mía, era el propósito más hermoso en la vida que jamás imaginé, contigo como la doncella que abría las puertas del cielo entre tus preciosos ojos, donde fulminando los malos momentos, reviviendo el amor y haciéndome soñar la vida a tu lado, las cosas hermosas de estas, las deseo vivir cada vez más, siempre y que solo sean contigo. Y como sí hubiera sido imposible, desde las estrellas del cielo, cayó una que convirtió en vida, el desolado paraje de mi planeta llano y sin pobladores en el corazón. Así se manifestaron los peldaños que en esta escalera de vida, han de ser caminados hasta el sin fin, donde la cima no se ve, solo se siente una vida plena, llena y confirmada por el amor, el actuar, los objetivos y las metas que de a poco vamos cumpliendo.

[Comenzarán a salir nuevos párrafos, todos por "DPC"]

martes, 13 de septiembre de 2022

El desvelo

Sin el velo que cubría la realidad que desde el subconsciente atacaba, comenzaban a caerse los peldaños de una escalera que no iba directamente al cielo, por decirlo así. Pretender, es el cognado falso de "fingir" y ahí estaba el dicho primero de los nuevos días. Esperando la respuesta, se obtuvo más que eso, síntesis de fórmulas que configuraban los primeros pasos a la que quizá era la peor catástrofe de los últimos tiempos. Un toque de soledad que no era regular sentir, el dicho del no en una situación que nunca era así, por revelar el contenido del inconsciente en la conciencia de otro ser, quitando la noble verdad que en la mente había, se proyectaban los tiempos a un fin que, al parecer próximo se veía. Siendo las 06:30 horas de un día que no fue el mejor, el ser desplazado, el tener la poca razón pero siempre la mejor intención, llegó a contribuir que ante la poca dicha del quehacer, todo se hay convertido en un desdén.

El ser difuso con cualidades perdidas, fue carente de sentido cuando al parecer, el sentimiento ya no estaba. Algunos han de funcionar con cantidades insignificantes de regocijo, otros con planos aleatorios en donde no hay necesidad de filtros o dichos coherentes, pero en el recodo de la sociedad, existen los que todavía han de besar labios con el síntoma del amor como el principal alivio a la realidad, y aunque el inconsciente actuara, es que tengo cabida más allá, más allá de los dichos por un final que han de querer vivir, porque siempre quedaría el recaudo de la reciprocidad y no una palabra que no llegara a saciar la sed del, amor tan querido. ¿Qué ser?, Al parecer desde el punto de vista, otro particular en el fondo del camino, con la poca aliciente de ser un final feliz. Pensar en contribuir para luego destruir inconcientemente, se había convertido en un reflejo próximo a los días. Mirando los puntos, todo parecía revolverse, y el sentir hace años no se sentía, llegaba de la peor manera, como un síntoma de la enfermedad que un día se manifestó. Fue presagio quizá de lo que vendría, no tenía por qué haber entendimiento por parte del par a bordo, ya que las palabras dichas claramente en tiempo pasado, convirtieron en artífice de la desgracia a aquellos pilares fundamentales en la noción del tipo de relación. Ya no se sumaba, no se restaba tampoco, solo una variable neutra en los días, como plagio de los pensamientos, como un profundo sentido que no tenía sentido, era así y quizá no sería de otra manera. 

El sentimiento ha salido a flote y quizá tome vuelo luego del amarizaje, donde las alas seguían con la inercia de la gravedad, sintiendo que nada era real, todo un simple y banal aliciente del despoblado que había en los días. Cómo una lagrima que recorre la mejilla, llega a un punto entre las telas de la ropa y sola de difunde, quedando entre cortada por su profundidad, quitando su ser en la absorción de la prenda, entrecerrándose entre las fibras, para así no existir más, como caminar hacía la multitud sin sentir el calor de los presente, solo palabras entre todo el tiempo, nada más que ser, sin ser quien se creía ser.

martes, 23 de agosto de 2022

Dos Días

22/08/2022

 -Aledaño a las facciones del ser, las asociaciones eran una parte importante de la verdad, es que vivíamos todos los días desde una nueva perspectiva cada día. Esperando llevar a cabo las metas y los objetivos, es que los días pasan, los aprendizajes llegan, las nociones se aclaran y espero, los caminos se abran.

-Era un nuevo día, cobijado por el calor de la mañana, el sol despertaba detrás de la luz que la cortina dejaba entrever, un sin número de fotones llegando a los ojos, convertidos en rayos, producían la necesidad de comenzar un nuevo día. Antes de todo, el soplido de los pájaros dejaba ver que ya ellos llevaban unas horas viviendo este nuevo amanecer, presentes en un despertar diferente, en donde la necesidad de encontrar comida para sus polluelos, era el pensamiento que los hacía renacer. El letargo se acababa y el primer paso era salir del calor de las sábanas, en donde reposó la noche anterior. Abrir las cortinas y mirar por la ventana, son el aliciente a recobrar las nuevas energías. 

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23/08/2022

El sueño de la noche

La noción en los sueños, es algo indescriptible, solo atribuible a la persepción misma que es intrasmitible por las sensaciones, solo descrita por las palabras, a veces se quedan cortas, otras contribuyen al olvido de la experiencia y en otras, son el diagnóstico de un recuerdo que antes, no se tenía, el que aparece por recordar otras partes, por el alumbrar de los pasos que en ese punto tan personal se dio. 
La cosa comenzaba en una casa, de la cual no conocía procedencia, de la cual tampoco conocía su exterior, ni menos el por qué todo empezó en ese momento. Solo recuerdo paredes color crema, con unos toque en rojo por los lados, las ventanas estaban cerradas y con sus cortinas en ellas, las cuales de una tonalidad parecida al crema, contribuían a darle un ambiente grato a aquel lugar. Aparte de mi presencia, dos personajes que entre ellos no se conocen, eran los asistentes a las recámaras aledañas, todos conectados por una puerta a cada lado de la pieza, que daba a un pasillo en donde se podía llegar a dicho lugar. Cada una de estas habitaciones, contaba con un baño propio, y en sus colores, los mismos ya descritos. Por el lado izquierdo del cuarto, el pasillo daba a la recámara de el que es, mi mejor amigo, sabía que su presencia estaba en ese lado, apareció un par de veces por ahí, y alguna que otra palabra intercambiamos. Por el lado derecho, un compañero de estudios, el cual apareció en menos cantidad pero se hacía presente. Ellos dos no recuerdo si mantuvieron algún tipo de conversación, pero es un detalle aparte. En mi misma habitación, estaba mi novia. Veía su voz y sentía su latido, porque su mirada destellante estaba entre todos los artefactos que cotidianamente se encuentran en las piezas donde se descansa. Contiguo a esta, la mitad pero en la parte de atrás, el baño aparecía, era grande, de cerámica blanca brillante y con un toque de colores llamativos en los utensilios que hay en el. Era ya una hora de acostarse, en lo cual le digo a ella: "¿vamos al jacuzi?", a lo cual, ella responde: "quiero que me enseñes a practicar yoga". Mi mente dio un salto en pensar que postergaría ese hecho, pero siempre es bueno hacer un poco de ejercicio, relajante y desestresante, acepté su invitación, una que hace tiempo estaba entre las "Cosas por hacer". En se momento desperté, con la noción de su ser cerca de mi, con el aroma de sus besos que tan plácidamente, quitan el letargo de la vida, dándole, vida a mi vida. 


viernes, 19 de agosto de 2022

Caminar de noche

 Frio desde el lugar en donde escribo esto, es que las cosas aparecen. Miro las noches nuevamente en la ciudad en la que he vivido toda mi vida. Con recelo camino, a paso acelerado, por la avenida principal de esta. Las nociones de personajes que aparecen de vez en cuando, y cada vez más por la noche de este lugar, son el ánimo que hace apresurar mis pasos, como un estallido en ellos, donde las manifestaciones que en sus mentes crean, no he de querer hacerlas realidad en la mía. Solo yendo por la calle, es que he visualizado fríos motivos para poder superar cada uno de los pasos que doy, porque desde hace años, que las "huinchas" en las que me he quedado, han conseguido estropear el futuro que ya he de haber tenido entre mis manos. Así continuo cada noche por las mismas calles. A veces aparecen personajes entre la poca luminaria, algunos duermen, otros dejan a la luz un humo o un licor entre las manos, cualquiera sea la razón que tienen, para poder solventar los tiempos que esa noche les da, les quita o solo les deja estar, porque veo que cada nueva luna en el cielo, es una lucha para sus vidas. Sigue el camino y a veces, las calles nada de vacía está, algún que otro ser con ropa algo ultrajada aparece de pronto entre los autos, el pasto mojado por la fría noche o tras un punto que no pude ver a la distancia. Así es que solo paso prevenido entre ellos, como un fantasma que no quiere molestar ni tener un contacto presente con el animado ser que quisiera alterar el tiempo, ya sea de una manera prudente, o por un cambio en su personalidad, haciendo salir ese pedazo de persona que para nada he de querido encontrarme, porque cuanto más me acerco, más rápido camino, y a su vez cuando me alejo, mirando de reojo la profundidad de la calle en donde de vez en cuando, solo soy yo y el importunado ser que quiere un poco de aquello que no quiero darle, tratando de arrebatar, el artilugio que en mis bolsillos pudiera llevar. 
He visto miradas entre las sombras, personajes en las esquinas, esperando un auto indeciso que aparque cerca y continuar con el tiempo de vida que sus noches le dan. He visto fogatas en lugares donde no debería haber, algunas para poder apalear el frio y otras, desprovistas de cuidado, frente a la iglesia de lugar en donde en mi adolescencia estudié. He visto como lugares lúgubres se convirtieron en un asidero de contrabando o quizá que otro tipo de ilícito. Así también el lavado de las calles, ese que pocos en la ciudad han presenciado, donde el agua corre cuesta abajo por el paseo peatonal en el cual, por las horas del día se llena de transeúntes, perros ladrando, esperas en donde la eternidad solo se ve a través de las pocas estrellas que esta ciudad deja de ver. Autos acelerando, frenos entre las calles, vehículos sospechosos, ofrecimientos engañosos y un par que otro personaje que va en la misma que yo, algunos con menos cautela, otros acelerados por llegar a su destino prontamente. Pero las noches no han de terminar, porque todavía quedan clases por realizar, comentarios por crear y un último tiempo en donde todo debería salir bien. 

Entonces, caminar de noche se ha convertido en un punto de cada día, manos en los bolsillos, audaces pasos, mirada centrada en el horizonte invisible, y solo andar, donde el hambre y el querer llegar a casa, son las razones más grandes por las cuales seguir, ya que con cada nuevo recorrido un paso se acerca al objetivo, uno que, espero termine este año.  

En estas caminatas, lo mejor, es salir de las sombras.

lunes, 15 de agosto de 2022

El lado de la cama

Estrepitosas palabras en el espacio que nos rodea, vinieron en frases ya dichas, revelando verdades, manifestando cantidades y dejando ver la realidad que, ya tendría que hacerse realidad. Así terminó la semana, con un soplo de refugios, con un recorrido por los nuevos futuros y más que nada por los ciclos que han de romperse, con las muescas que han de resquebrajarse, dando paso a las cualidades y a esos artilugios que decian en sus inscripciones: "Hay que sacrificar algunas cosas, para obtener otras". Es un nuevo presente, como un regalo en el momento, que se materializa en otros hechos, en otros reflejos, en otros nuevos y buenos tiempos venideros. Un día todo valdrá la pena, donde las manifestaciones de estos días, conllevarán a sustituir realidades perdidas.

El tiempo, la sociedad, las analogías, las congruencias, las ropas y el lado de la cama. Ese último término, como un lugar apropiado en donde verte, en donde sentirte, en donde poseernos entre las sábanas de polar, abrigados por nuestros calores y resquebrajando el silencio de la noche con la antesala de cada uno de los ya vociferados recobecos de nuestro placer. Entre tantas palabras y tantos alaridos, convertidos en un sustituto al presente, convertidos en animales, así como dice la canción, es que determinados por el complejos algoritmo que nos llevó a esa unión de nuestros seres, es que se calibran los nuevos días, dejando los antepasados tiempos y esos contextos que antes vivía, para dar paso a nuevas manifestaciones, a nuevas formas, a nuevos tiempos, donde ya hay un efecto, uno que transgrede la antigua realidad, porque, como ya se dijo: "Hay que sacrificar cosas, para dar obtener otras", como un intercambio, nada equivalente, o dependiente del punto de vista, porque mi realidad a la de otros, conlleva un choque inentendible, inintelegible, solo las vivencias de cada uno, dejan saber, cuales son las razones, cuales son esas partes, que antes de todo, se convierten en el presente-futuro, que cada uno desea forjar. Un día todo se entenderá de mejor manera, porque cada paso, es un metro más, en el camino kilométrico de la vida y a su vez, de las metas a lograr, de los destinos a vivir, de los lugares a recorrer y, paralelamente a todo, el ser a quien, amar. 

Pareciera parecer que el primer y segundo párrafo no tienen conexión alguna, pero en el fondo, son parte de un todo, un antiguo y uno nuevo, un cambio, un avance, un paso, un, uno, dos.

Y estamos saliendo de las sombras...

jueves, 14 de julio de 2022

Una idea, quizá dos, pero al parecer, no era ninguna

 Por encima del horizonte, donde las estrellas comienzan su letargo infinito, los vaivanes de la razón no encontraban la respuesta. De un momento al otro, las manifestaciones se volvían ténues, no era algo que de verdad quería, no es algo que de verdad sentía, pero el anticipo de las palabras y las cosas que un día nos dijimos, llenas de presentes, de realidades eran un parecer nada desgraciado de los nuevos días. Preparado no estaba para todo esto, solo sentía en la cabeza un dejo de todo, como sí haber vivido parte de la vida, hacía poco razonable el hecho de querer seguir así. Mirando las nubes pasar y el agua caer desde la ventana, las notorias gotas en ella y el frio que se hacía redundante en este nuevo clima, como de un invierno que se aproximaba, ya no desde la estación que nos cubría, sino desde el sentir interno que las manos, los besos y la ausencia de cada uno de estos artefactos de vida, producian en el alma. ¿Era todo esto un sentir verdadero?, en palabras de la verdad, no, solo un sentir después de los sueños, después de mirar con poca reciprocidad las variantes del camino. Era necesario dejar de sentir, pero el sentir también es necesario, como una superposición de estados, en la materia no bariónica. Donde esta juntura de puntos estaban en el mismo lugar pero de distintos estados.
A menudo comenzaba a calmar las ansias con letargos de prosas que se convertían en humo tras el paso del fuego, dejando un estupor en el alma, en la cabeza, haciendo pensar de otra manera las cosas, pero con el pasar del tiempo, el dejo, y el ya vivido de tantos tiempos en estados de trance casi cósmico, fueron un pedazo de vida que se comenzó a dejar de lado, como cambiar o mejorar, como dejar y no reponer, como un día o otro, así se pasaba la vida, como el helicóptero que surca el cielo gris en este momento, y así mismo el efecto de sus ondas, en ese tan llamado Doppler, donde el agudo se vuelve grave o en su correspondiente de luz, el azul se torna rojo. Rojo de pasión, rojo de vida, rojo de sangre y rojo de furia, quizá, y si cae en eso, son solo malas interpretaciones de una realidad que, fue dicha en palabras reales, pero que cada día decantan más y más, dejando las ideas más claras, y a su vez, las prosas más abiertas. 

Sombras decían, salir de las sombras, seguir en ellas, salir otra vez y volver a entrar, un limbo quizá intrínseco, en los versos y en lo besos de la vida.
Como, un beso por siempre. 

miércoles, 6 de julio de 2022

Des-

 Destinado a lo que ya estaba sucediendo, las nuevas prosas de las palabras se perdieron por el deseo, por ese gusto insaciado. No era mi caso, no era el hecho, solo era la parte aledaña a esta, la que manifestaba las palabras. Pensando en las nuevas desiluciones, consumido por el recaudo que traían las nuevas noches, el intertanto entre cada segundo. se me hacía infinito. vulnerando cada una de las cosas que, creí eran de mi pertenencia. Nada era así. nada era como se creía, el sueño de los puntos que habían nombrado, quedaron  solo en palabras impresas en los recuerdos, en las notas o en el simple manifiesto que, en la misma nada fue descubierto. 
Desangrado entre las sábanas de la arena, convertido en un atisbo de lo que era, comtemplé las murallas que se creaban, donde desintegrado estaba el corazón, donde destruido estaba esa alma que  al parecer era contenida en mi ser, completando las nuevas articulaciones, con un factor inverso, uno que quita, que no deja, avanza pero con una negativa por delante. Ensimismado volvería a los recuerdos como el refugio antes tan anhelado, pero que ahora, refugio imaginario era, un ápice de mi ser tocaba la verdad, que se convirtió en una ola gigante, sin poder detenerla, los habitantes de aquel ser, condujeron a la práctica de un, de no sé qué, el hilo se me perdió, la aguja se clavó y al síntoma de la partida, se consolidó en, quizá un tiempo, donde todo parecía, parecía no ser parecido, parecía, ¿qué parecía?, se parecía a aquella canción de los Stones, "No Expectations", ese era el reflejo que tenía en la cara, un devanado de colores, condecendiente a las calamidades que, en aquella tonada, aparecian. El tiempo se manifestó como un refugio que avanza sin detenerse.
Nunca fuí bueno para los finales. 
¿Tendrá todo esto un fin?, o ¿es ese punto de inflexión en donde las congruencias se vuelven incongruentes?, ¿donde las series divergen?, ¿donde las raices no tiene solución en el conjunto?, ¿donde las nociones negativas son las desperdiciadas?, ¿cuál de todas estas? o ¿todas a la vez?, o ¿ninguna?

Las sombras han de comenzar nuevamente a aparecer, después del afelio, después del dejo, después de todo lo ya... terminado. 

miércoles, 22 de junio de 2022

¿Superposición?

¡Ay mi bien!
Cuando apelar a las razones no es la realidad tangible, el estrecho que había entre las fauces, solo parecía inmensidad, parecía volver a tener ese desapego de todo, como antes del principio, como antes de cada una de las formas en las que se cobijaron las noches. Desde la primera vez, el atisbo de verdad se convirtió en un punto creciente, donde las razones estaban, donde las palabras no eran solo eso, convertidas en hechos de realidad misma, a veces buena, a veces mala, otras dolorosas y otras llenas de regocijo, con la poca prudencia que tienen las palabras, la mejor forma de decirlas era permitiendo que el dolor solo fuera un reflejo de todo lo que se quería expresar, sabiendo que, nada más real que la verdad, era lo esperado desde el primer momento. Entonces se colmaron los días de refugios, de momentos, de significado, de una alegría que se convertía con cada palabra en un sueño, uno que luchando por el futuro, se haría más realidad día tras día, mirando esos recuerdos del futuro, en donde las cosas, evolucionando tal cual dinosaurios, se convirtieron en máquinas de matar, no se asesinar, sino que de matar los malos tiempos y contemplando lo mejor de esta vida, dejaban solo el pedazo de buenas formas, desechando lo innesesario, para dar paso a nuevos conceptos, nuevos paradigmas, nuevos pedazos de vida y partes de ella, donde el tiempo sin fin, continuaría detrás de todo, y a su vez, más allá, más allá de cada uno. 

Superposición

 En el estado que dejó el anochecer y la mañana misma, donde la calma ya no estaba presente y los alegatos eran poco remediables, un punto nada del aljido fue el que terminó por dejar entrever, la realidad misma que entre los días se había comenzado a crear. El tiempo era una de las variables, al igual que el espacio. Principales componentes de aquella ecuación, con un valor alto de cada una, pero de momento, su apego a esta ceñida prosa matemática, era poca en contribución. Antes de continuar, decir que cada instante que fuera de verdad, era esperado por la vida, por el alma, porque los días seguían y se cambiaban, se convertían en un fragmentos por recorrer, hasta la llegada misma del tan hermoso y esperado encuentro. Entonces continuando, pasaban los días, ahora en un estado superpuesto, más allá de la materia bariónica que nos compone, más allá del pensamiento en el cual sus días se han convertido. Entonces, ¿entonces?, ¿qué seguiría?, los puntos de realidad misma, estaban ya expuestos, como frases en el frontal de la mirada, por los dichos de sus labios y las miradas de sus ojos. El clima nada inerte afuera, hacía resoplar el viento de manera inconmesurable después de la lluvia de la noche, después de la cálida noche entre las sábanas de polar. 
Miré por la ventana y el ver cómo las hojas se caían, era el presente motivo que menos dejaba entre ver, ¿todo se lo va a llevar este mismo viento?, no lo creo, el ancla, el motivo esencial estará presente más allá de lo que estaba, un escondite entre la lúgubre noche, era ese artefacto que tenía en mente, donde esconderse de la lluvia y del frio, era el primer punto en donde quería estar, salir del ojo mirador y llegar a los labios cálidos del sin fin mismo. 

martes, 19 de abril de 2022

DPC 3

 Así como si todo ya estuviera estípulado, las formas les convergieron en nuevos días. Se tornaron de besos a escondidas, de miedos en las entrada recurrentes a aquel lugar, de los asistentes, trabajadores les llaman. Ellos dos, ocultos entre las variables que atendían los nuevos días, fueron desarrollando ese gusto por el conocer completo del otro, por una piel oculta trás la ropa, por un mensaje entre los resoplidos de la rápida respiración, como si fuera el aire mismo, el contexto que separaba los labios en esos momentos tan agitados, donde las formas les brindaban el placer tan ansiado, el querer que tenían en la mente, ese gustito del por el otro, ese que no se saciaba, porque despúes del primer encuentro, las ánsias por el ser mismo, unido por la sexualidad de sus seres, era el querer más anhelado. Así mismo entre las sábanas, los colores ténues, el temor a esa realidad que tenían antes prevista, la singularidad de la que ya no podían escapar, fue como la gravedad, los hacía tender a acercarse, a mirarse, a no dejarse, a quererse más y más, eran tiempos de buenos tiempos, de buenos momentos, de sus manos en el cuello de ella, en conjunto de los labios unidos por el gusto de sus besos, las manos entrelazadas y esos gestos tan únicos, que admirados por las sombras que sus cuerpos producian al danzar, fabricaron el amor entre los constantes golpes de sus cuerpos, en donde los gemidos y las variaciones de velocidad, contemplaban el placer que deseaban entregar al otro. Eran días de ti, le decía él, eran tiempos de nosotros, le decía ella. como si unidos por el espacio-tiempo, sus vidas estuvieran destinadas a encontrarse, mirándose entre los átomos de sus cuerpos, entre el vacio estelar, entre el calor disipado, pero ellos dos, que frotando su amor contra el otro, producían el querer anhelado, creando esa temperatura que les subía los humos, que los hacía volar, que los hizo revivir, desde la muerte tan implacable y para nada gustosa, de sus antiguos contextos, transformándose en principal actor, el amor, ese que le cambió la verdad, los placeres, las nuevas vivencias y los nuevos días. Desde su pasado punto final, hasta el hasta el presente tan real, las formas se han ido, se han venido, lágrimas han aparecido, verdades y esa sinceridad que desde un principio los caracterisó. Así cuando estaban las cosas en diferentes planos, nada les cambiaba el parecer de sus corazones. Estaban preplejos antes el retumbar de sus corazones, los miraban, poseidos por el amor, por la franqueza y la enseñanza de sus palabras. Estaba todo tan predispuesto, que sus intenciones eran las mismas, que sus realidades a pesar de su distinguible diferencia, estaban siempre próximas a encontrarse, mirarse, amarse, quererse y por sobre el día a día y las personas adyacentes, que solo eso eran, se deseaban y se respetaban. Valores tan intrínsecos, que encontrarlos, tiene el mayor valor de la vida, una realidad que fuera el tiempo mismo, que fuera tiempo y fuera espacio, que fuera ella con él y él con ella. Los dos, juntos entre los recobecos de la ciudad, ocultos de las miradas pero llenos de ganas de mirarse, desnudos en la lejanía de la sociedad, adorando su dulzura y sus latidos, donde sus corazones, formaron solo uno, un corazón de amor.

[Sigue quedando mucho]

viernes, 15 de abril de 2022

DPC 2

Los detalles marcaron la diferencia. Porque cuando la vida se llenaba de darte la noción de una "felicidad" no verdadera, el tiempo en conjunto con el espacio, en este tejido de luces y neutrinos, coincidió para que la recombinación de sus átomos, llegaran desde el universo más lejano, para chocar en este punto de nuestra galaxia, en el cual, el clima de la incandesencia, donde las luces altas de una bodega y los asistentes a aquel lugar, llegaron a unirse, contemplándose a si mismo, el universo y sus coincidencias coplanares. En la inmensidad de este, el 3er planeta de este sistema, regido por una estrella de media edad, alumbró esa tarde en donde la frase, que ella le dijo, recombinó cada una de las nociones de la realidad que se tenían, en un intertanto de miradas, más allá, de un sentimiento creciente, vislumbrando, atónito el comenzar de un "proceso", al cual, nada de final se le veía. Por acciones de sus presentes, los tiempos primeros fueron alocados. El cambio de fase, algo así como de un gas que se esfuma a un sólido que con su masa, hace las maravillas más hermosas, las que terminaron por expeler el nocivo pasado, para recrearte, volver a nacer, como una mujer que no sabía que podía llegar a ser, como aquella que un día liberó las cadenas con sus manos, tomó las armas, que fue desafiada, pero tomando entre sus hermosas manos, el riel de aquel tren, terminó por sacar más prácticos beneficios de ese, tan estrepitoso y hasta en parte doloroso tiempo. Si bien, antes de seguir, decir que un cambio constante en las personas, de 1er a 3era o al revés, quizá, solo quizá, revele el rollo de unas fotos tomadas, convertidas en recuerdos.
Entonces el estrépito se fue. 

Resaltando eso "últimos" días de bodega, por lo menos para él, fue que tornándose un tiempo que se les iba, un par de nuevas palabras aparecieron, un par de latidos llenaban el día a día, era todo más grato. Era siempre un día más, un nuevo día más. 

[queda mucho todavía]

DPC 1

 El clima de los días, a pesar del sol en las alturas, de los nuevos comienzos, de las metas y de todo lo demás, se iba desvaneciendo entre las manos que no tenían el dejo de sentir tu piel. Era poco preciso hablarse a si mismo, como si no hubiera más.

Ensimismado por los meses anteriores,  los errores y las calamidades, ya no había mucho que esperar. El tiempo había dejado entrever lo que era de realidad, y Raúl, el consecuente personaje de este privilegio, no se daría cuenta de la verdad que vendría más adelante. Así es que rechanzando un trabajo en un lugar aburrido y sin el futuro que esperó, fue que escapó, un día duró todo aquel trámite. Eran los privilegios de tener nuevas elecciones, como no había mucho en donde estaba, mejor salir de ahí y abrise paso a nuevos horizontes, era el pensamiento que lo dejaba perplejo, no deber estar ahí, fue el alivio de siguiente día, por qué, quizá, si ese paso afrontado no hubiera sido pisado, el preponderante futuro que vendría, no tenía por qué haberse cumplido. Quizá siempre estuvo destinado a esto, quizá formó su camino, quizá ninguna de las dos, era el plano más verdadero cuando solo quedaban los ojos en la calle, cuando el clima se hacía real y las mañanas, aunque frías, se tornaban de un calor que no tenía ni idea de por qué aparecía. El verano como época amada, hacía que recibir esta temperatura, era un sentir grato, lleno de caricias del los rayos del sol, lleno de besos en la frente, cuando el astro mayor de nuestro sistema planetario, recubría el día y cada vez alzándose más. comenzaba a cambiar de parecer la tan monótona y fría ciudad, los colores eran nuevos, como los días que, tan amadamente se aproximaban. 
Así la nueva oportunidad fue tomada, un antiguo trabajo de meses antes, era el reflejo que quería, una mejor paga, un mejor horario y hasta almuerzo incluido, eran artífices del principio. Así como clamor principal del alma, la puntualidad era siempre el detalle notable de este ser. Caminar y caminar, el camino ya antes caminado, llegando a la misma puerta gris, en una mañana nublada. Subió las escaleras, culminó el trayecto al ocupar el casillero 191 de aquel lugar, un número que por ahora no tendría gran significado, un puesto en esa segunda fila de casilleros, donde aunque no lo pareciera, sería un visualizador de momentos únicos, llenos de lindos momentos y un par que otro regalo. 
Los sillones esperaban, fue el primero en llegar, las nuevas caras estaban por doquier, se comenzaban a cerrar los espacios y aunque el distanciamiento era una realidad, las personas ya normalizadas por la tan abundante pandemia, tenían en claro las protecciones. Así entre los destellos de fotones, y las partículas cósmicas que nos atraviesa a cada momento, apareció una bella rubia, alta, con flats, de blazer, con alta estampa, llena de sonrisas, expresando en sus ojos aquellos sentidos que tantos querían tener. En el fondo se veía que su mente algo tenía, que su ser algo escondía, que detrás de la sonrisa, una lucha fuerte entre lo que era su vida y lo que era su cotidianeidad, como si cada día un nuevo reflejo del sol, dejase al descubierto el punto del cual quería escapar, pero no sabía cómo. Así que para no parecer un ser oculto, los día comenzaron a pasar, las palabras ya eran afines y hasta un pedazo de su historia hoyó. Quizá el tenerla tan cerca no reflejaba lo que de verdad sentía, pero el clima se volvía más cálido a su lado, un par de veces tomó su mano, pare enseñarle algún que otro truco del computador, un gesto entre los papeles o una palabra casi infinita entre el ir y venir. 

jueves, 20 de enero de 2022

Vaivenes de témpanos

-Témpanos. 

El clima de verano, caluroso, de días largos, con fragmentos de brisa marina y un par de lugares más, se convertía en la más fría estación, hasta ahora. El calor de los días se comenzaba a desvanecer desde la ausencia, los días eran casi iguales, el gris manto que cubrías la calles, estaba más presente, eran tiempos de nada, donde los pensamientos no dejaban tranquila la mente, ni menos ese sentimiento que renacía en cada prosa, en algunos lugares o de repente, como un haz de luz que no se apaga, ni quiere apagarse. La llama de los días estaba menos presente, así que tal como los lagartos, buscaba el calor del sol para sentir esa temperatura, porque las mañanas de amaneceres cálidos, se había convertido en una tenue luz que solo recubría el piso, nuevamente. Extraño era todo. 

Un clima sin explicación cubrió los contextos, estos procesos que tanto vivíamos, todos de vez en cuando eran vulnerados por nuevas y peores realidades, pero aún así eran de sobrepasarse, pero, ¿llegaría un día al límite?, no se sabía hasta que aquello sucedió. Estrepitosa fue la caída, quizá todavía quede por caer. 


-Vaivenes.

Los vaivenes del tiempo, junto con ese espacio, que se repetía todos los días, creó en si mismo una loca ocurrencia, así como un cúmulo de átomos de este, nuestro universo, se conocieran de manera tal, que sus conciencias, únicas en cada personaje, llegaran a coincidir entre la inmensidad del vació cósmico. Principales vivientes de un periodo tan intenso, como el calor dentro de la supernova, dando a conocer ese preciado color, en donde brillaban las palabras, ardían las miradas, mordían los labios y el tacto, que precavido entrometía sus manos en la mismísima masa, donde el ser mismo explotaba, dejando entrever la real intención. Así apresurados los átomos, por la energía que este sistema les entregaba, liberaron su cordura, dando paso a la locura. En menos tiempo del empleado en la realidad, su realidad, ya se había convertido en la verdad, eran presurosos los periodos, como un lapso de tiempo cambiante, lleno de vida, como un mar que fluye, se evapora por el calor de la estrella que nos gobierna, y se convierte en tormenta, que saca su fuerza en los momentos más duros, dando paso a los ríos, los mismos que te recorren, donde la manifestación de la naturaleza, se convirtió en el ícono más preciado, en toda la infinita inmensidad del universo, que nos dicta y nos quita, que nos conlleva a estrepitosos finales, pero también a inconmesurables noches, tardes de recorridos, mañanas de caminatas con finales felices y madrugadas de pasión, sacando el ser, liberando el alma, modificando el espacio en su tiempo, donde los cuerpos fusionados, convergían en una serie, que tendía a un infinito, uno tan querido, anhelado, siendo ese presente, el presente más valioso entre los antiguos, manifestando entre líneas, ese futuro que tanto se quería, el que deseaban los sueños, el que admiraban los placeres y el mismo en donde las líneas tendían a ese prolongado tiempo, que parecía sin final, así parecía. 





¿Sombras?