Y si pudiera decifrar el sentir que acongoja a los demás, podria dar razón a las consecuencias que desencadenaron esto.
Miré desprolijo de todo al azulado horizonte que desde el fín, habia desaparecido, que desde el primer artilugio de nuestras vidas, comenzó a ser vivo y a quedarse mirando nuestro resplandor detrás del antiparras que el destino traia puesto. Un negro destino que migraria a lejanas tierras, haciendose pasar por un inquilino, un ser despreciable que no tenia afán de ser, sino solo estar ahí malinterpretando cosas, dirigiendo el transito en una plazoleta sin personas, solo seres incongruentes, personajes sin historia solo un fín radical, algo que hacer pero que nunca lograr.
Mientras el bus se iba por el lado derecho de la calzada, nuestras manos se cubrian del hielo que caia sin cesar desde el cielo, caia nieve. Habia mas tempestad en nuestras almas, en nuestras mentes, que afuera, donde solo el frio la hacia realidad, donde sol el frio tenia permiso de hacernos sucumbir, sin saber que por dentro, personas fuera de límites, habiamos dado por alto el hecho de centrarnos, solo corriamos por los pasajes aledaños, solo dormiamos en las esquinas alejadas de los demas, mirando el respandor de la rata que pasaba entre la penumbra. Solo eramos un par de personas, que nada tenian de ello.
Solo el desdén, nos forjaria la vida, nada habia en nuestras manos, solo piel fria por la nieve repetina que caia en forma de desprecio de los demás, nada mas nos quedaba por cobijar... solo un destino de piedra, algo que no sacara lo peor, pero que dejara esa aspera y deprovista de vida personalidad que un día la sociedad nos enseñó a ser.
Recknoker
Y Salimos de Las Sombras.
