viernes, 1 de mayo de 2020

Decolora la Verdad

Todo se dispersó, la calma y el ambiente se volvieron humo en el aire y las necesidades ni eran de real importancia, la realidad era intransigente y se convertiría por tiempos, en esas manifestaciones que nada ni nadie quería vivir. Perdida, ilusión, abandono y calamidad, caminos y más caminos, entre la niebla el piso quebradizo se forjaba, contribuía a la barbarie de tiempo atrás, no se conformaba con tan poco, quería un paso más allá. pasos y más pasos. ¿Entonces?, entonces nada, ¿qué pasa?, nada pasa, eso es lo que pasa.

Se permitían un par de veces los fracasos, con atisbos de resguardos, para parecerlos más afines, para hacerlos parecer menos malos o con menos verdad, pero ¿qué es esa verdad?

Cuando el sol pegaba nada de fuerte en esos meses del pasado, las antiguas calles y mientras el recuerdo de la nada fulminaba los cimientos, fue que desvelado entre los demás, la forma en la que serían los días, sería revelada, no tendría cabida seguir, llamar, acontecer la realidad que no llegaría. Siempre hablar de realidad perturba el alma, ¿qué me dices de eso que tanto querías pero que lo truncaste con actos?, ¿qué más hay que decir sabiendo que...? ojala hubieran sido más palabras las que se cobijaran, las que formaran lineas en el cielo, diversificando las nubes con sus formas, las estelas de luz con su palpitar, cada cosa tenía un camino que cambiar, como completar un dejo que nunca se dejó, las piezas ni siquiera estaban, el puzle venía inconcluso desde la fábrica, con restantes piezas y con más de alguna repetida, que se trataba de acomodar en cada una, en cada una de las que no eran su lugar, ¿por qué?

¿Cuánto tiempo caminando?

Pasaban los días, las noches, las marchas, las festividades, el calor, las clases, los términos, las notas, el frío, las tardes, el clima, la dominación de una cosa que no tenía en mente... decolorando la verdad.

¿Colores?

¿Desde cuando caminando por lo bordes de las parcelas, los colores se hacían presentes? Solo quería una pequeña parte del color, conjeturas de la realidad, con un tanto de la nada en las manos y tan poco del todo en la mente, el tiempo y las palabras no abrían pases entre el cielo y las estrellas, la luna salía cada día y sin porvenir anunciaba ese recóndito momento, en donde todo, se esfumó.
Ahora en la precariedad de los sistemas, las nubes negras se posan en el cielo raso de la habitación y los nombres que existían, eran ya nombres nada más, como palabras banales, como vasos vacíos, como libros sin hojas, como ventanas en donde los vidrios han de faltar, y ¿qué llena el espacio cuando el calor se va?, solo frío, estigmatizado y poco querido frío.

Finalmente se tumbaron las manos
Recorriendo el piso con su palmas
Inconscientemente encontraba destinos
O, ¿era solo una mentira más?

Y, en la linea invisible, inalterable e indescifrable, de donde comienzan otra vez, las sombras.

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