lunes, 19 de diciembre de 2016

Sobroya

Al igual que la canción, a veces quería días sin alarmas ni sorpresas, sin algo que descontrolara el día, con un calma tan aparente, algo tan esperado, sin nada inesperado. Consecuencias no traería poseer un poco de calma, pero, la vida sin sorpresas, ¿es vida?

Clamaban las ansías, y el apego desaparecía, intertantantos de vida, entre cantidades de minutos y unos cuantos pasajes que no recuerdo sus nombres. Entusiasta subió al transporte, con el destino que definido tuvo desde el día anterior, Sabía que un poco de tiempo podía ser tanto, él sabría bien como lograrlo, como estar a tiempo.  El tiempo pasó de repente, como un flash vió el pasar de los autos frente a él, como un haz de luz la gente, apresurando el paso, pero seguro de mente, encontró el resguardo de la vida en el mismo lugar donde ya había estado, uno tan común para otras personas, pero para él; que sabría que también, sería un lugar concurrido en los días que vengan; no lo era.
Clamaba con ansías los minutos que se iban, clamaba con ansías el hecho de desaparecer, dejar de lado el síndrome de ansiedad, estar más tranquilo por la vida, en el lugar en donde le gustaba estar, donde se acostumbro a estar, donde se quedaría viviendo los días que quedan, las tarde que llegan, los momentos que han de ser infinitos y todo aquello que él, quería de los nuevos días que ya llegarían.

Recknoker
Y Salimos de Las Sombras

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