miércoles, 11 de octubre de 2023

Trellas

 Entre los redondos parajes de la ciudad, en la disputa de calles y navios, donde sumergidos todos en la totalidad de la vida, se cobijaban esos lamenntos que resoplan en el corazón, midiendo las penas en las calles en donde se convertían las nociones en dichos estrechos, en espacios tan provistos de vida, como si fuera una verdad el hecho que todo nos duraría para siempre, pero como entre las multitudes, la inexplorada relación, codiciada por los andares, concluirían las noches, los soplidos, las manos en las manos, esas tan llenas de verdad, esa que conocía de tus labios, esa que no comprendí y que solo dejé pasar, esa que se fue... Así entonces el soliloquio de vida volvió a reinar entre las fauces de la tempestad, como un fulgor que no tiene rima ni cima, entre el desdén de los parajes casi nada de verdes, miradas entre las cejas con el ceño fruncido, como un tornillo sin hilo, como un caleidoscopio entre los colores, mientras reflejando el desapego, se normaban las cualidades, convertidas en un estupefaciente que no tenía ningún tipo de efecto, casi nocivo, casi inalcanzable, eran unos tiempos sin tiempo, eran unos minutos sin respuesta, era ese infinito que no sabría acabar, ni podría culminar, por el hecho de no tener, de no haber, de no sentir que había sentido, una confusión de manifestaciones, un compendio de algo que ya no se juntaría, el tiempo con ese espacio, ese que se fue. 

2 comentarios:

  1. Y, ¿si fuera ella ?
    Una mejor versión de trellas.



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    Respuestas
    1. 😮 Solo el contexto de aquel presente, lo dirá. Tiene muchas implicancias.

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