¿Tanto creo en ti?

¿Tanto creo en ti?, eso es porque no creo en mi, porque dispongo de todo lo que tengo para que tu lo hagas, para que tu te adueñes de mi, para que tu seas la que dirija todo, y yo como la servidumbre quede vulnerable ante tus dichos, tus replicas, tus cosas, todo lo tuyo y asi mismo, poco de lo mio.
Pensar que es tan dificil darse cuenta de esas cosas, es raro todo eso, no lo se.
Mientras iba a trabajar en la mañana, justo el primer dia nublado de la semana, me empece a dar cuenta de que de verdad, ahora te necesito. No es mayor que las otra veces, pero es algo mas real que las anteriores. Miraba el camino quedar atras de la micro mientras, no se si el cansancio del trasnoche o algun tipo de desanimo, me hacian ver el mundo de esa forma que tantas veces he visto, esa forma algo mas amarga, mas desmotivada.
Tanto creo en ti... (Manuel Garcia)

Mira la belleza mas que una simple cosa.

Doce centavos de un millon hacen mas que un simple soplido del aire redundante de emocion. Ayer recordando la ansiedad, el señor de las cosas, se anticipo a la mirada fugaz de esa dama. No supuso nada, solo miro, algo tan natural como despertar cada mañana. Miradas que entre las multuitudes, se hacian nada, pero que entre la lejania y el desaire de los dos, hacian un esplendido momento de entre verguenza y una pizca de esa sutileza que se debe tener al conocer a una dama tan hermosa.
El palpitar de su corazon, se acelero. No sabia porque. Pensaba en tantas cosas, pero ella nublaba cada tiempo de su latir.
A pesar de que este señor, podia saber las cosas, no sabia los sentimientos, eran cosas distintas, diversas, cosas inquebrantables a la luz del dia. Supuso que no era nada, hasta que desaparecio el rostro de esa dama tan lejana. El tiempo se le entristecio, asi como a cada hombre se le va esa mujer tan perfecta que se ve de vez en cuando a la lejania y que solo se comporta como un mirada entre los demas. Nada mas que eso. Penso en ella varios instantes hasta que la volvio a ver. ¿Se acercaba a el?, como esa fantasia tan hermosa que era ella, siguio caminando en su direccion, el corazon casi le salia del pecho, miraba hacia varios lados para no explotar de la emocion, soñaba instante por instante cosas variadas, cosas con ella, cosas de la vida. La vida misma se le paso por la cabeza en esos instantes, era algo formidablemente hermoso. Incomparable a los ojos de cualquier otro.
Cuando ya estaba a casi dos metros de distancia, ella, la belleza que miraba desde el fondo, se acerco un poco mas, era tanta la lejania que se hacia cerca para ser el primer encuentro entre ellos dos. Saco el audifono de su oreja y le pregunto con una candida voz: "señor disculpe -ella pensaba que era mayor que ella, en verdad no sabia su edad, asi que no pude afirmar bien eso- ¿me podria indicar en donde esta esta calle?"- haciendo el ademan de mostrarle un mapa que tenia en su mano.
Y el mientras procesaba la respuesta, que era dejaba de lado por el perfume de su piel y el color de sus ojos, dijo algo mas o menos asi: "si -titubeando- si, si lo se. si quiere la puedo acompañar, para mi no es problema". Y asi fue como el señor de las cosas y la bella dama que observaba a la lejania se conocieron.
Caminaron un par de cuadras, ella muy amablamente acepto otra invitacion... y asi fue como al final de las cosas, la belleza de la dama, conocio esa cosas que el tenia y el conocio ese sentimiento tan hermoso como es el amor.

Recknoker
Y Salimos de Las Sombras...