miércoles, 26 de julio de 2017

When The Shaking Is Past

Comenzar pensando en los ocasos, ha sido la tónica de lo últimos días. Comenzar a pensar primero en las estaciones, en el tiempo, ha de dejar una forma casi insolente hacia los pensamientos que nos hacen llegar más allá. Con mirada súbita y un tipo de felicidad que parece fome a los ojos de los demás, es que siempre quedó en el mismo lugar. Avanzando en tiempo pero quedando en espacio todo lo que no pasó y todo eso de lo cual... Me arrepentiré.

Ooops!

Mirando mi cara de baboso; al resoplar de sus dichos, exhalando ese aire en forma de palabras, que como hombre engatusado, ha de ser fácil caer en medio de tus artilugios; haz de mencionar, que el siguiente artefacto que usarás en mi contra, será uno casi irrevocable. "...esto ya lo hemos hablado, tu sabes"
No sabría que hacer al escuchar tu frase.
Ya me era fácil creer que los días, eran cada vez menos cálidos, el cambio de la estación estaba en su peak, y ese tan nombrado "cambio climático", añadiendo un poco de los estragos que ocasionan estas temporadas de lluvias.
Eso.
Y, ¿qué le iba a decir?
Antes mencionaba la lluvia y se recuerdan tardes de mojarse bajo ella, con el típico añadido, ese que llevaba la magia.
No tenía tanta suerte, pero continuaba, el mundo no había dejado nunca de girar por algo así, los acabados eran diferentes, las canciones eran otras, el mal entendido pronunciado, era un recurrente añadido que desgastó todo, era sólo eso, nada más.
Que.
Y nada de "It´s now or never", ni un baile ni un malvado sentido.
Todo, al día siguiente ha de ser más claro, y fue todo para mejor.

Sueño de una tarde

La cosa iba que una vez a la salida de la casa de mi novia, al tomar el colectivo en otro lado, pasé por un pasaje en donde habían animales. Un tigre blanco en la calle, corrí al pasar por el lado, con el miedo de que me podía hacer algo. Seguí y al doblar la calle, un tigre pequeño blanco estaba con sus ojos azules recostado tomando el sol en la tarde. Paré y al darme vuelta para tomarle una foto el se había ido. Entonces miré por el pasaje a ver si estaba, y no, pero ese animal blanco apareció, con su cuerpo lleno de motas de pelo blanco, su rostro nunca lo vi. Era grande, delgado y con forma de un caballo pero con el cuello más largo.Él corría de un perro aquel extraño animal. Mientras le trataba de pegar patadas, lo miraba y en un instante el se acercaba a mi a toda velocidad, me corrí unos metros y al volver el ya se había calmado. Tenía algo de miedo por la apariencia de aquel animal, y sólo me asomaba un poco con la cámara del celular para sacarle alguna foto y captar su atención. En una de esas corrí unos cuántos metros y al volver mientras la gente me miraba extrañados de mi comportamiento. Volví esquina del pasaje con la calle y nada, sólo había un yate en la casa del inmigrante indio que estaba unas casa más allá y que por deducción, podría sido el dueño que aquellos animales.

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