Sudestada

Ultimante los días y las noches se parecen demasiado,
si algo aprendí en esta ciudad
es que no hay garantia, nadie te regala nada
todo podía terminar terriblemente mal
pero este caso había que resolverlo.

Cuando las miradas presurosas, solo dejaban entre ver la verdad que había en el aire, donde las lineas pasan por las personas y el hecho está solo en las teclas de un movil. Nada mas de verdad tenía que pasar. Solo se esperaba una noche normal, nada de flagelos, nada de sorpresas, solo un noche normal.
Entonces se pensaba que fue lo que llevó a esto a estar así de presente en nuestras formas. Por que nada caba tan hondo como el sentir, solo un propio y nostálgico recuerdo podría hacerlo vulverable a las indiferencias.
¿Y?
Acordes sonaban a veces, provenia de frente a él, pero nada cambiaría si un acorde fuera de otra pronunciación, por que si cabas en el hondo hoyo, un fondo posiblemente encontrarás, nada mas allá de eso, nada mas revelador que el fondo.
Nada lo habría dicho en vano- replicó él, soñando que el sueño que recordó, era la realidad que no vive.
Cosas anecdoticas, él quería vivir.
Cosas, cosas el quiere vivir.

Y Salimos de Las Sombras.
 Recknoker