miércoles, 22 de enero de 2014

Tren

Y no se ni siquiera sentir lo que siento, por que si supiera, terjiverzaria la realidad. Tendría que darme una respuesta, tratar de sentirme menos atormentado, pensando en que nada pasa pero, ¿que pasa? No lo se.
Palabras sin sentido volvían de repente a mi cabeza, no distinguían nada, podían pasar, quedarse, asomarse por mis manos pero no podía ser encontradas por la Razón, por aquella percepción que que hace ver la realidad con tanta claridad; a veces.
Temía que el tren me llevase, que la canción se cantase o que las cosas del desván se cayeran de un de repente, que liberaran un secreto o un dicho que no se ha hecho, algo que pensar, algo que cometer, algo que no saber que.

Cuando se cae la muralla del entredicho, ¿como se reparan los asistentes al dicho?

-No te verás en sus ojos nunca mas. Eso decía el ser. Aquel que se hacia algoritmo, para ser indescifrable, para pasar desapercibido, para pasar entre los demás como un ser corrupto pero sin culpa, para pasar por las calles sin sol, manteniendo un poco de cordura, un poco de lejanía y algo de vida, cosas que los demás no tenían, algo intangible pero con un prometer tan ligero que algunos pocos solo creían. Algo que ni el mismo Dios pudo crear, el venia de otro lugar, el estaba navegando entre dos prosas mientras el dicho se hacia vivo, se convertía en realidad y solo los pocos de nadie, ellos quienes creyeron en el, pudieron salvar la balsa, nadie mas sobrevivio. Resagados ante las sombras que cubrían Amsterdam.
El tren se iba y el quedaba botado. No habían carros entre ellos, solo un espacio vacio que solo era conocido por ellos, pero ellos solos, tenían espacios que no podían romper. Destinos que estaban forjando, uno por su lado y el otro por el siguiente. ¿Que harían para juntarse y ser los dos uno?, ese día, algún día llegará. 
Sentados en el mismo vagón, cada vez mas cerca, ese era el sueño del ser. Cosa que no es posible ahora. Quizá mas adelante, nadie sabe eso, ni el mismo Dios que los iluminaba con su luz negra y sin sentido, alejado de las nubes y desprovisto de su poder celestial. Solo uno foja su destino. Nadie mas. Solo somos uno.

Recknoker

Y Salimos de las Sombras.

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