martes, 25 de abril de 2023

De- [2]

 Despacio deambulaba por el desfiladero. Algunos creían que se derrumbaría entre los peñascos, pero más que de pronto, solo diría que dormiría en el dominio de aquel dios de sueños, donde el dinamismo desaparecía desde delante de él, para poder demostrarle que entre los sueños, el denotado demonio de los despropósitos, sería descubierto por el desencadenamiento de ese aletargado proceso de diseño, ese que le otorgaba desvarios, desahogos, desdicha, desánimos, desentrañables recuerdos en el desván donde guardaba los delicados recaudos de los desaliñados cofres, en lo que mirando dentro, desprendían la luz que antes vivía, una que no se había ido de sus dentro, de su densa mente, en donde refugiado del dinosaurio, decían que las vivencias eran parte del pasado, uno que no se olvida, uno que sigue, uno que... ¿dónde quedó?

1 comentario:

  1. Desaparezco diciendo déjame dejarte deambulando desde donde dudosamente digo dueles.

    ResponderEliminar